Las mazmorras. 9

Cinco minutos pasaron cuando Eliot, dentro de nuevo a la habitación, pero estaba ves no estaba solo, consigo traía cinco mucamas, que penas cruzaron la puerta, comenzaba a limpiar el desastre que avía echo con los platos, por parte de Eliot, me miraba con despreció, sin decir nada, tomó mi muñeca fuertemente, para luego arrastrarme.

-¿q-que haces? ¡Suelta me!- trataba de detener mi andar, pero era imposible, para el yo era como arrastras nada, mis pies descalzos dolía, la fuerza que trataba de hacer al intentar detenerlo, sentía como un dolor ardiente, corría por mi muñeca derecha.

Eliot no avia dicho nada, su mirada era aun más sombría, sus ojos emanaba un brillo rojizo, como si por el rabillo del ojos saliera una especie de fuego ardiente. Eliot hasta final nunca se detuvo, seguía arrastrándome, depaso podia ver lo enorme que era este lugar, se podía decir en pocas palabras que se trataba de un castillo, los pasillos eran realmente extensos, en cada esquina podías ver a mucamas y lo que suponían que eran bigilante, que apenas veían a Eliot pasar dejaban de hacer lo que hacían e inclinaban la cabeza en modo de respeto y saludo.

Al paso de los minutos en marcha, Eliot se detuvo en una pared... ¿Una pared? No entendía que queria hacer, denpronto vi como su mano toco esta, y de ella se dibujaron pergaminos en forma de círculo, de esta salía brillos en tonos rojos, fue cuando mágicamente aparecio una puerta, que lucia realmente orripilante echa en madera y en ella estaba tallados figuras demoníacas en la parte de arriba y humanos en la parte de abajo, se podía notar como agonizaba, estaba siendo quemados, avía demonios devorando y despedasando sus cuerpos, eran tan impresionantes, los detalles de su rostro mostrando su agonía, podías sentir un verdadero escalofríos, sentía su dolor y sufrimiento.

Sin tocar las puertas, estas se abrieron, dejando ver unas oscuras escaleras en forma de espiral, que desendia hacia abajo, Eliot siguió arrastrándome, hasta llegar a un cuarto mucho más oscuro, no dentraba la luz por ningún lado, no avía ni una sola lanpara encendida, nisiquiera podía ver el resto de mi cuerpo.

-Te doy la última oportunidad... ¡Pídeme perdón!- grito, mientras sujetaba mi barbilla con fuerza y me apretaba contra el, aun que no podía verle claramente, sentía su respiración.
-¡NUNCA!- respondió Emily, deseperada, aun que en muchas ocasiones Emily se mostraba sumisa, pero ahora, no dejaria que eso pasará, no con un tipo como el la tenía cautiva, sin posibilidad de salir, no sabia nada de sus padres, desde entonces, todo eso, ¡ES SU CULPA! lo odiaba, lo detestaba con toda mi alma. Jamás le suplicaria a este tipo.

Eliot soltó un gruñido, para luego volver a arrastrarla, de la nada el oscuro cuarto se ilumino, las antorchas que avía en cada columna del largo corredor, se perdieron solas, al paso que Eliot pasaba al frente de etas, a este punto estaba llorando, sentía que avía caminado por horas.

El lugar en el que estábamos era realmente asqueroso. Olía a alcantarilla y animales muertos, casi en cada pared o columna encontrabas manchas de sangre, o eso suponía, su tono rojizo casi negro, mostraba que tenía semana, meses e inclusive años.

Llegamos hasta un lugar llenos de habitaciones con rejas, estas se veía solas, la poca luz que alumbraba el lugar no alcazaba para iluminar todo el lugar, Eliot abrió una de estas de la misma manera, haciendo una especie de echiso, las rejas se abrieron, dejando ver un cuanto sumamente oscuro y aterrado.

-¡te doy una ultima oportunidad!- dijo Eliot con brusquedad, miestras presionaba sus manos fuertemente sobre sus brazos, Emily lo miraba con nervios y pánico, respondiendo con un movimiento ligero de cabeza, haciendo que Eliot en gestión de segundos la arrojó al cuarto oscuro, para luego encerrarla -¡Bien! Como quieras! Te quedarás aquí hasta que me quiera rogar que te perdone, y solo así te sacaré de aqui, no tendrás derecho a tomar o comer... veamos cuanto dura tu orgullo- sonaba tan autoritario, tan escalofriante, sin decir más Eliot se fue de hay, dejando sola.

Emily se sentía fatigada, sus pies tenia respones, anpollas, y llenos de suciedad, su ropa estaba rasgada y sucia, en su cuellos portaba las marca echas por Eliot, la tenua vela que estaba en el suelo, su única luz que avía en todo el lugar.

Tome la vela con una de mía manos, mientras que con la otra me apollaba ligeramente, recargando mi cuerpo con los fríos barrotes, toda mi piel se estremeció al tacto, esto era la último que me importaba, me sentía tan muerta, no avia comido por mas de cinco días, y mi cuerpo estaba tan débil, nisiquiera sentía más fuerza para ponerme de pie, quería llorar y gritar de la impotencia, pero nada de eso serviría, moriría de todas maneras, de la manera más humillante y cruel, por que me pasaba esto "¿Acaso fue mi culpa todo esto? ¿Mis padres me extrañaran?".

Mis lagrimas fueron cayendo lentamente por mi mejilla, tenía los ojos cerrados, mientras jugaba con la vela, sintiendo el calor que producía al pasar mi mano por arriba de la llama una y otra ves, hasta aver caído dormida.
 

Me desperté asustada, sintiendo mi respiración a mil, estaba esperando que todo esto avia sido solo un simpleza sueño, mis esperanzas fueron rotas, al ver como la diminuta vela, que ya no era casi nada, se apagaba lentamente, hasta dejarme en la completa oscuridad, el miedo se apoderaba cada ves de mi, sentía tanto miedo y ira, no sabia nisiquiera que hacer, con rabia apoyé o mis manos en cada barrote, siento lo aun mas frío, cerré mis ojos con fuerza, deseaba de lo más profundo de mi corazón, salir de aquí, sentía cada ves como las lagrimas caían, dejando a su paso una marca, asiendo más evidente mi rostro mugriento.

De pronto un enorme destello de color azul salió de la nada, quite mi mano con rapidez al sentir, los barrotes congelados, miraba a mi al rededor y avía nieve, sin hacer nada observe como la reja se congelaba por completo, asu ves se creaban lineas hasg que se quebró como un cristal, mis rostro no lo podía creer.