Bebé...? 24

    Por la ventana, se miraba el cielo rojo, lleno de nubes, con la luna roja, era como si todos los días fueran un eclipse.
Las nubes entre grises rojos, cobran por completo en cielo, dejando sólo un pequeño espacio para la enorme luna, se miraba tan serca, que sentía el poder de tocarla, con solo alzar mi mano.

   —y bien...¿Que te parece?—susurro en mi oído, mientras me enrollaba en sus brazo.
—Esta bien...pero no vine aquí solo a ver tu oficina—solte una cilenciosa risa. A lo que el me respondió con una misma sonrisa.
Sin esperar alguna respuesta, arrastre a Eliot hacia a fuera de su oficina, quede rápidamente echisada por las decoración tan fuerte y grotesca, las paredes eran de un color rojo vino con líneas pequeñas y doradas que formaban triángulo,  me mostró el castillo de pies  a cabeza, a  excepción en algunas zonas que estaba prohibidas.
Descubrí también, que estos pasillos estaban trucados, cambiaba cada 10 minutos, los pasillos cambian, incluso las puertas,  que te hacía incluso perderte en ellos gracias que Eliot estaba conmigo, o sino nunca lograría salir de ese lugar.

Nuestro último recorrido, fue la gran sala, y que digo grande, era realmente enorme, era como esos grandes salones de stylo opera, era de dos pisos, con escaleras a los costados con el trono en medio, con colonas formando un círculo.
¡Era perfecto!
En mi cabeza se posaba y transformaba miles de ideas, miles de decoración y como podría sacarle provecho, a los colores y los detalles de estilo gótico.

—Aquí será nuestra boda, ¿Que te parece? 
Asentí con aprobación, corrí hasta el centro, dando vueltas como una niña pequeña, mi imaginación seguia volando, se miraba todo brillante, las flores de girasoles decorando el lugar.
Me detuve hasta el frente, donde había una sobre piso con barios escalones, donde estaba el trono de Eliot, porque solo había un puesto? 
Corrí hasta el trono, y me senté como puedo, esto era realmente grande.
—¡Mi reina! 
Dijo Eliot haciendo una reverencia, como si yo fuera la reina y el un simple súbdito.
—Acércate esclavo— dije, mientras tomaba postura como reina.
Eliot rio con fuerza, mientras se acercaba ami, apollonsus brazos a cada lado del trono, depositando un beso corto en mis labios.
—Acaso le e dado el permiso de besarme— su postura cambio rápidamente siguiendo me el juego. Se alejo un poco de mi y se agachó.
—Reina mía— dijo mientras se quedaba inclinado.
Esto era relamente ecitantes, sus mirada que me hacía temblar, sus cuerpo fuerte y grande, 
Me quite mis calzados, y acerque mis pies desnudo en su rostros, pasándolo en su hombro, y el otro este lo sujeto en su mano.
—De muéstrame cuando me desea.
Susurre mientras jugaba con mi pie en su hombre y cuello.
Este beso mi pie, mientras subía con delicadeza por mi pierna, provocando me un enorme deseo y placer asentarse tan superior a él.
Tenía a mismísimo rey del infierno derrotadas besando mis pies.
—Dígame, sumajestad, que más puedo hacer para mostrale que le soy fiel a usted— dijo susurrando en mi pierna, mientras me seguía besando..
—Complaceme— atrape su mentón alzando lo  ami altura, acerqué mis labios a los suyos, los entre abri, Eliot, se preparaba para demorarme la boca con ese fuerte deseo que desbordaba de sus ojos y poros.
Pero me aleje de golpe.
—Complaceme.
Lo sujete por el pelo, jalando lo con fuerza, mientras lo obligaba a agacharse, haciéndolo posicionar entre mis piernas.
—Come me...— susurre, con toque de placer y un veneno endulsandte en mis labios.
Sabía que eso lo había vuelto loco, sus ojos  cambiaron de color, volviéndolo, en ese color de deseo y desespero puro.
Sus manos se deslizaba por mis piernas abriendolas con lentitud, mientras seguía besado mis muslos, acercándose cada ves más a mi sexo.
Sentía su respiración caliente olfateando con fuerza mi olor natural, hizo aun lado mi panti mientras ponía mi pierna en su hombro, dándole más comodidad, ñara hundirse aún más.
Hasta que sentí un primer leguetaso, haceisno un fuerte escalofrío dentrara por todo mi ser, haciendo temblar y soltar un fuerte gemido ahogado.
Sostenía su cabellos con fuerza, jalandolo aun más.
Sus legua juegaba con mi clitoris, e introducía dos dedos en ni adentros, moviéndolo, tocando ese punto G tan placentero, aun que no era igual que tener a Eliot completamente, dentrado y saliendo de mi con ferocidad.
Esta sensación de sentirse con superioridad con Eliot, era simplemente, hermoso!

Tome el cabellos de Eliot tirando a un más de el, al sentir como algo dentro de mi apretaba. Haciéndome temblar.
Lo solte lentamente, al sentirme completamente complacida.
Me dejé caer en el espaldar, soltando un fuerte suspiro, mientras mi pecho subía y bajaba, estaba realmente agitado.
Los brillantes ojos de Eliot me miraron, con lujuria pura, su boca brillaba de saliva y otros fluidos.
No se porque se miraba relamente Hot! 
—Suficiente mi reina?— susurro con voz ronca y sexy.
Dios este hombre va a matarme! 
Me acerque a él, limpiando su rostro quitando todo tipo de residuos.
—Tu trono es muy incómodo.
Eliot me cargo, haciendo que me sentará en sus piernas, dejé caer mi cuerpo en su pecho, mientras jugaba hacer circuitos en su pecho y sus mano jugaban con mis cabellos.
—Así está mejor mi reina? — Asentí con una amplia sonría de satisfacción —Amor! ¿Te parece si vemos una película? Sería como una primera cita.
Tutubie, con vergüenza, deseaba con ansias tener nuestra primera cita.
—¿Cita? Tienes razón, no emos tenido ninguna cita, pero también an pasado muchas cosas.
—jumm supongo que tienes razón, pero eso no quita, que podamos hacerlo.
—Pero veremos las películas que quieras, lo prometo, copito.

Repentinamente las puertas se abierto, dejando ver un demonio con armadura.
—saludos a mi rey.... y mi reina. Señor, para informarle que lord Spiner, y sus subordinado, piden una audiencia con usted.
Mire a quel hombre que hacía una reverencia.
—Creo que deveria irme.
Susurre. Estaba apunto de bajarme, pero Eliot me detuvo, abrazándome con mucha más fuerza.
Me sostuvo la mirada, como si quisiera hablarme telepaticamente, algo en sus ojos me dejaba claro, me decía que no me fuera .