Adonis

Adonis

Mi nombre es Adonis Blacket y soy un hada, tengo 22 años de edad y sirvo a la reina Tiana Koskinen pero antes de que me rescatara mi vida era una completa basura...

Años atrás

Tengo dos guardias detras mío que me llevan hacia lo que posiblemente sea mi último castigo, pues no creo salir vivo de esta, abren las puertas y a lo lejos puedo ver un rey bastante furioso, sí, no saldre vivo.

-¡Me quieres explicar que carajos hiciste!- me dice con la cara completamente roja de la furia y como buen adolescente que soy, la aumentare aún más- no entiendo porque me pides explicaciones si sabes perfectamente lo que hice- hablo en un tono sarcastico y burlon, inclusive puedo apresiar a algunas sirvientas tratando de aguantar la risa ante el enojo de su rey.

-¡Estoy arto de que me retes y no puedas comportarte ni un solo instante!- sonrío al lograr mi cometido- ¿¿¡Sabes lo peligroso que pudo haber sido tu estancia en el mundo mortal!??, ¡Te pudieron haber descubierto, eso sin tomar en cuenta que no solo pusiste en peligro el saber de nuestra existencia, si no también que por un momento mi reino y mi mundo pendian de un hilo!- ahora me siento mal y no por lo que hice, por lo que me harán- Ahora no será hacer los queaseres de todo el castillo, ni ser tratado como un indigente, pues cuando dije que serías un esclavo no lo fuiste ni por un segundo, ahora realmente seras castigado, no con la muerte sino con la vida misma- trago fuerte y todos a mi alrededor parecen comprender menos yo.

Ahora estoy en uno de los calabozos, no es la primera vez que estoy en uno, pero por alguna extraña razón tengo miedo y deseos de que alguien me salve de lo que sea que me harán. Estoy durmiendo placidamente hasta que escuchó como mi celda es abiarta por un guardia, quiero pensar que el castigo ha terminado, pero una plataforma de madera en medio del patio de ejecuciones me hace pensar lo contrario, juro por dios que en este momento mi cara debe ser un jodido poema-¿Qué es lo que me van a hacer?- pregunto al guardia -Te quitaran tus poderes- no,no,no,no,no,no, eso no puede pasar, el no me aría algo así ¿o sí?.

-El día de hoy se quitaran las alas a Adonis Blacket por poner en pligro nuestra existencia, el reino y mundo de hadas, siendo este su castigo y como pena máxima dejarlo vivir- dice un hombre en voz alta mientras me incan de rodillas frente su monarca.

-¿De verdad me haras esto?¿realmente le haras esto a tu hijo?- sí, soy el hijo de este tirano, aunque he de aceptar que no lo fue siempre, almenos cuando estaba mamá.-¡Calla!- grita realmente alterado- Tú, y escuchalo bien, tú nunca fuiste, eres, ni serás mi hijo- eso realmente me dolió, pero no le daré el lujo de saberlo por lo que me muestro poco sorprendido por sus palabras.

-Considerame como desees, pero solo recuerda esto, YO no tuve la culpa de lo que paso y YO no tenía porque pagarlo- digo cuando veo como da la señal para que me mutilen, no sierro los ojos y epero el dolor pero no hay dolor. En un pestañear me encuentro en una habitación de paredes color beige y adornos dorados-¿Pero qué mier...- no termino de hablar por la mirada suicida que me da la reina de la corte blanca- Se educado con tus mayores- habla - Veo que me reconociste enseguida a pesar de estar en una forma mortal, eso habla muy bien de ti Adonis-.

Fue la mejor amiga de mi madre y la única persona que me apoyó después del accidente- es difícil no reconocer a una gran amiga y consejera- sonríe grande- te extrañé mucho pequeño, pero es momento de que me cuentes que cosa tan grave hiciste para que ese monstruo te quiera quitar tus alas- bajo la mirada y le cuento todo lo que dijo y sucedió

-Ya veo, aunque es grave lo que hiciste no tenía porque hacerlo- me encojo de hombros y la abrazo fuerte intentando no llorar.

Tiempo actual 

Nunca le terminare de pagar lo que ha hecho por mí, estoy eternamente agradecido por no abandonarme y acojerme como un hijo desde aquel suceso, mi forma de pagarle hasta ahora es cuidar y proteger lo más preciado que tiene.

-Tiana, ¿cuándo se lo diras?- me da una mirada de pocos amigos-Nunca, ella jamás se debe enterar- miro como toma lo que le resta de posión- pero se te esta acabando el tiempo, tienes que dejar este cuerpo antes de que empieces a morir por dentro, no puedo permitir que la abandones, que me abandones- digo algo decaido por el sentimiento tan familiar brotando en mí mientras toma mi rostro entre sus manos- cariño, entiende, no se lo puedo decir, en elagún momento lo descubrirá y no se podra contener- la abrazó fuerte mientras deja un besó calido en mi frente.

-Lo único que puedo hacer es cuidarle, amarle y prepararle mentalmente- suspiro fuerte y hago una última pregunta-¿Porqué nunca se lo diste a conocer desde pequeña?- ahora es ella quien se ve decaída.

-Cunado nació un rayo de luz de luna apareció y la levito, no me quisieron decir que significaba pero desde ese momento supe que tendría una vida sumamente díficil, todos querrian matarla o usarla a su beneficio, como reina tengo derecho de venir a este mundo cuantas veces plazca, pero por decreto de la Diosa luna no podemos quedarnos y tendremos que sacrificar algo para hacerlo. Por mi hija daría la vida entera, y darle a conocer su naturaleza es algo de lo que no la puedo proteger, pero si para hacerlo tengo que atenerme a su odio, enojo, frustración, decepción y demás, lo aré- me dice recuperando la fuerza y luz en sus ojos, ¿porqué siento que me oculta algo?.

-La quieres ¿verdad?-me pregunta desprevenido- creo que tu silencio me lo confirma, pienso que ella también lo hará- me sonrojo un poco y comienzo a reír en un susurro.

Nahiara

Joe me deja en la puerta de mi casa dejando un pequeño beso en mis labios, sube en su auto y ajito la mano en señal de despedida, antes de entrar escucho una risa que mas bien parece un susurro, pongo un poco mas de atención y no escucho nada, sí, definitivamente me estoy volviendo loca.