Mi madre es un Hada..?

Domo negro

Ya ha pasado un año desde lo que paso en el bosque, ahora he empezado a trabajar medio tiempo en una cafetería durante la tarde mientras que en la mañana me dedico a estudiar. Mi madre no quería que lo hiciera porque según ella me distraería de mis estudios, no tarda en acabar mi turno, así que me relajo un poco mientras espero a Joe, una vez llega lo abrazo y le doy un pequeño beso.

-Te extrañe cariño- le digo mientras entro al auto me pongo el cinturón de seguridad.

-Yo igual, ¿Cómo te fue en tu día?- puedo notar que me oculta algo, pero no sé que decir.

-Bien, ¿Que tal estuvo el tuyo?- pregunto esperando uno de sus monólogos -igual- ok, definitivamente le pasa algo.

-¿Que pasa? Sabes que puedes confiar en mí- tomo su mano en señal de apoyo -Tengo que mudarme dentro de dos semanas, mi padre dice que puedo valerme por mí mismo así que me hecho de casa- baja un poco la mirada pero puedo notar que quiere decirme algo más.

-¿Dónde irás?- pregunto un poco decaída- A los ángeles tengo una tía ahí que me rentara uno de sus departamentos, lo lamento pequeña- me dice estacionando el auto frente a un restaurante, me enfoque tanto en la noticia que no note cuando cambio el camino.

-¿Que hacemos aquí?- pregunto un poco enojada porque tengo el uniforme del trabajo y no tengo nada más - Quiero aprovechar todo lo que pueda para estar contigo- entrelazamos nuestras manos y me da un beso en la frente, nos sentamos en una mesa libre y ordenamos lo que queremos, mientras llega nuestra orden empezamos a platicar sobre como llegará, el costo del departamento, los trabajos y todo eso. 

Cuando terminamos de comer me trajo a casa así que entro y noto que mi mamá está leyendo un poco, trato de no hacer ruido para no desconcentrarla pero no logro mi cometido -¿Porque llegaste tarde señorita?- me pregunta sin despegar la mirada de su libro- lo que pasa es que Joe me llevo a cenar porque se mudará a los ángeles, su papá ya no lo quiere con el- mi madre se acerca a mi y me da un abrazo mientras empiezo a llorar.

(...)

-¿Cuando te vas?- aún no me hago a la idea de que tendremos que separarnos -dentro de dos días- baja la mirada y por fin puedo preguntar -¿Es necesario que terminemos?- pregunto con temor a la respuesta, aunque se cual es no puedo tirar a la borda tantos recuerdos, risas, enojos, abrazos, bromas...

-Lo es, no creo tener tiempo para comunicarme contigo, además de que no te podré estar visitando, no te veré ni sabré si alguien te hizo algo- creo que en eso tiene razón, aunque en el fondo me pregunto porque se rinde tan fácil.

-Nahiara, ¿Te gustaría salir en la tarde?- sonrió y asiento con la cabeza -bien, te recojo a las nueve en tu casa- hoy me dieron día libre en el trabajo, así que aprovecho la tarde en casa de Lía haciendo unos trabajos, está apunto de dar la hora, por lo que salgo de su casa y me dirijo a la mía, no es muy lejos, por lo que puedo ir caminando.

Llego y subo a mi cuarto para bañarme y alistarme, me pongo un vestido blanco que es un poco olgado de la cintura hacia abajo, unos botines negros y una chaquetita del mismo color, justo estoy terminando cuando escucho el motor de un auto afuera de mi casa. Me despido de mi madre para llegar con mi novio y darle un beso corto, nos subimos al auto y comenzamos a platicar, cuando menos lo pienso estamos en el bosque, justo en el mismo lugar donde nos conocimos.

-Queria traerte antes de irme, aquí fue donde nos conocimos por primera vez y me diste el si- recuerdo muy bien esos días jamás los olvidaré, pongo más atención y puedo notar que en el centro se encuentra una pequeña cabaña que construyeron hace poco, me toma de la mano y entramos. Cuando lo hacemos lo primero que veo es una pequeña mesa con velas, vino y comida que huele estupendo, nos sentamos, conversamos un poco y comemos.

-Gracias Joe, enserio eres lo mejor que me pudo a ver pasado- me da una gran sonrisa para luego cargarme y llevarme a un cuarto, donde se encuentra una cama llena con pétalos de rosas y pequeñas velas alrededor, me pongo un poco nerviosa pero trato de no demostrarlo -es hermoso- digo en voz baja mientras me deposita en ella con algo de torpeza.

Antes de que pueda decir algo me besa, comienza como un beso dulce pero poco a poco toma intencidad, pasa su lengua sobre mis labios pidiendo permiso de entrar, lo que comenzó como un dulce y tierno beso se convirtió en uno demandante y con deseo. A penas nos separamos para tomar oxígeno y continuar con nuestro acto, mis manos jugaban con su cabello mientras mis piernas se abrían y colgaban de sus caderas para sentir su dura erección, sus manos estaban un poco frías por los nervios, pero conforme sobaba mis muslos se calentaban, estaba a punto de quitarme el vestido pero un miedo invadió mi cuerpo y pensamientos. 

-Oye no, lo siento, no estoy preparada- digo un poco avergonzada, pero parece no escucharme, trato de levantarme y vuelvo a hablar -Joe, no, no quiero- resonga y me mira enojado.

-¡¿Es enserio Nahiara!?- grita, haciendo que mi miedo aumente aún más -L.. lo siento, solo que no me siento bien- su rostro completamente rojo de la fuiria hace que entre en shock, no se que hacer y no puedo dejar de mirarlo a los ojos -¡Un maldito año! ¡Un maldito año y no hemos hecho nada más que tomarnos de las manitas y darnos besitos como dos adolescentes!- me alejo un poco pero el me besa con agresividad, tratando de separarme me abro una parte del labio.

-Te trate bien todo este tiempo, ¡Ahora quiero mi recompensa!- empeze a luchar tanto como pude pero no le hacía el más mínimo daño, grite, grite tan fuerte como podía pero era inútil, estaba en medio del bosque. Empece a ver borroso, podía notar que Joe me gritaba pero no lo escuchaba, el quería continuar pero un domo color negro me cubrió antes de caer inconciente.

(...) 

Abro los ojos viendo a Lía recostada a mi lado cuando un montón de imágenes sobre lo sucedido pasaron por mi mente, apenas recordé todo empecé a llorar despertando a mi amiga que solo me abrazabs y me consolaba diciéndome que todo estará bien, haci lo hago por una hora entera hasta que me separa de su pecho -¿Que sucedió?-. 




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