Mi madre es un Hada..?

Secuestro

-Tu y yo tenemos que platicar señorita- me dice un poco enojada, ¿Porque a mí?.... 

No quiero decírselo es algo que quiero olvidar, quisiera pensar que nunca paso que solo fue un mal sueño y nada más -¿De que quieres hablar?- me mira con total enojo -empezando el porque no me contestaste toda la noche, donde estuviste y porque te la pasaste encerrada sin decir nada- a pesar de el enojo en su mirada pude notar la preocupación en su voz, no está de más pues no le di explicación alguna, cuando menos lo pienso mis ojos se llenan de lágrimas y es aquí donde ya no puedo más.Me limpio mi rostro y empiezo a hablar.

-Sali con Joe, me llevo al bosque en el lugar donde nos conocimos y me pidió que fuera su novia, en medio del lugar avía una cabaña cuando entramos estaba adornada por velas, cenamos ahí mismo y después me llevo al cuarto- trago fuerte - teníamos algunas copas encima y nos dejamos llevar.... Estábamos a punto de hacerlo pero me arrepentí... Le dije que no quería y no me hizo caso, patalee cuántas veces pude, grite y luche como mis fuerzas me lo permitían hasta que estaba empezando a quedar inconciente, lo último que recuerdo es a él dándome una cachetada y ser cubierta por un domo negro- por fin hablo y empiezo a temblar con el siempre hecho de recordarlo, mi mamá me lleva a su pecho y me abraza con todas sus fuerzas mientras lloro desconsolada.

Después de un rato de estar en la misma posición me separó de ella y noto que tiene sus ojos algo rojos -No sabía mi niña, lo siento, perdón por no cuidarte, por no estar contigo y enojarme, perdón- realmente está dolida y no me gusta verla así -tu no tuviste le culpa mami, ninguna de las dos- nos tomamos de las manos y empezamos a platicar de otras cosas.

-Hija, las otras veces que estuviste en el bosque ¿no te paso nada raro, como si vieras luces o algo así?- indago un poco en mi memoria y lo recuerdo -Sí, de un momento a otro paro el tiempo, se que suena loco pero...- cuando alzó la mirada veo a dos hombres con alas negras tomando de los brazos a mi progenitora, cuando el más alto de ellos habla -Tiana, hace mucho que no nos veíamos, dime, ¿como está tu engendro? me preguntó si será igual de hermosa que tú, más le vale que no porque sería demasiado desperdicio matarla- ¿Tiana?, mi madre no se llama Tiana, ella es Elena ¿Porque la nombró así?, a demás ¿de dónde me conoce? Dejo de pensar en lo que acaba de decir y corro para salvarla cuando me doy cuenta de que hay una pared invisible que me lo impide, grito y la golpeo como puedo pero nadie más que ella me ve, cuando lo hace el hombre que hablo le suelta una bofetada causando que derrame algunas lágrimas por mi rostro -ponme atención cuando hablo-.

Toca su collar y se lo arranca haciendo que el escenario frente a mi cambie, ahora no veo a la mujer de un metro sesenta con cabello castaño, ojos color miel y piel un poco bronceada. Lo que está frente a mi es un ser con cabello y alas blancas, ojos color gris y piel de porcelana, pongo un poco más de atención y puedo notar una corona de diamantes y oro blanco No, esto no es cierto, mi madre no es un hada, ella es una simple humana igual que yo, esto no me puede estar pasando a mí, esto no puede ser, no, no, no, no cuando salgo de mis pensamientos noto que el hombre sigue hablando -con que por esta cosa no te podíamos encontrar, muy bien pensado te lo tengo que reconocer, pero ahora no te esconderas más de mí- es lo último que dice antes de desaparecer.

No pienso quedarme así, tomo mi chaqueta y las llaves de la casa para ir con Lía.

(...) 

-¿Me estás queriendo decir que tu madre fue secuestrada por hadas con alas negras y ella es una pero con alas blancas?- asiento mientras doy un sorbo a la taza con chocolate que me preparo para bajar mis nervios, muy al contrario de las demás personas que toman algún te para hacerlo yo tomo chocolate. Platicamos un rato más y dormimos.

Adonis 

-No puedo creer que no pude sentir a esas dos ratas dirijirse aquí- diago en voz alta cuando veo que la casa se está desmoronando, voy a la parte de atras y me subo a un árbol para ver más de cerca a la luna.

-¿Ahora que voy a hacer? La única persona con la que podía hablar, la que siempre me cuido y brindo su apoyo ahora esta en manos de ese tirano, lo único que me queda es cuidar a Nahiara, pero parece que eso tampoco lo hago bien, si no hubiera llegado en ese mismo instante no me imagino lo que el le hubiera hecho- paso mis manos entre mi cara y abrazo mis rodillas - me preguntó si algún día me contestarás- estiró la mano hacia el astro y la dejó caer poco a poco. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.