Mi madre es un Hada..?

Fuego

Adonis

No tengo la mas mínima idea de cómo decirles todo sin que salgan afectadas, me salí de la cabaña aprovechando que ya es de noche y subí al techo - ¿Qué hago? - pregunto al cielo esperando alguna respuesta.

-Hablar y no ocultar- me dice Nahiara, no me di cuenta en qué momento se sentó a mi lado.

-No es bueno hablar con extraños- alza una ceja.

-Y yo no creo que seas uno, dijiste que hablarías con nosotras, eso significa que sabes lo que pasa- abro los ojos, la verdad me sorprende lo que dijo –Creo que te comieron la lengua los ratones- se ríe.

-No, solo no me esperaba esa respuesta de tu parte, no me dejaste una buena impresión de ti ese día en la escuela- se sonroja y me da un golpe en el brazo –Tranquila Muhammad Ali-.

-Perdón, no es mi culpa que seas débil y grosero por cargarme como costal de papas- pongo una mano en mi pecho y me hago el ofendido.

- ¿yo?, pues este grosero es quien te explicara lo que está pasando, bueno, una parte- cuando digo eso acurruca su rostro entre sus rodillas y suspira.

-¿Por qué no me dijo nada? Si lo hubiera hecho ahora no estaría en blanco y podría hacer algo-

-Te estaba protegiendo, además estás haciendo algo, a pesar de que no sabes hacia dónde vas buscas la forma de salvarla y estar con ella- me mira confusa.

-Espera, ¿Cómo sabes de quien estoy hablando- ¿Por qué siempre tengo que meter la pata?

-Este… vamos adentro, tu amiga debe estar esperándonos- me levanto tan rápido como puedo y entro a la cabaña.

Nahiara

Ahora que lo pienso, él se parece mucho a la persona que se llevó a mi madre es idéntico - ¡Mierda! - bajo tan rápido como puedo.   

Voy hacia el dando zancadas largas y lo tomo del cuello de su playera - ¡tú, maldito bicho, dime dónde está mi madre! - siento la misma sensación que hace un rato y me percato de que estoy rodeada de llamas blancas. -¡Dímelo ahora!-

- ¡Nahiara! ¡déjalo ¿estás loca? - me dice Lía tratando de controlarme, pero no se acerca.

- ¡No, este maldito tiene algo que ver con su secuestro! - cuando lo digo las llamas se avivan mas, me mira a los ojos y por alguna extraña razón mi enojo va descendiendo, cuando me doy cuenta de eso desvía la mirada

-Que ni se te ocurra-

-Necesito que te tranquilices, estas liberando demasiado poder- me dice Adonis.

-¡No! Tú me quitaste a mi madre, regrésala, ¡regrésala! - lo suelto y una vez más lloro.

Lo último que recuerdo es recostarme sobre la madera y dormir, o al menos eso creo, cuando pongo más atención me doy cuenta de que estoy en un lugar muy bonito rodeado de flores de todos los colores, veo unos tulipanes y me acerco a ellos.

-Son hermosos ¿verdad?, son tus favoritos- me asusto, pero cuando volteo a ver quién me habla no lo creo.

- ¡Mamá! ¡mamita, te extrañe tanto! - corro hacia ella y la abrazo, iguala mi acto y empieza a acariciar mi cabello.

-Necesito que me escuches, no tengo mucho tiempo para explicarte todo- asiento con la cabeza y nos sentamos en la rama de un árbol.

-Quiero que hables con Adonis- cuando lo dice mi cara cambia a una de enojo

-No, ese maldito fue el que te secuestro- ella solo se ríe.

-El no fue mi amor, necesito que confíes en el, será tu pieza clave y quien te guiara. Perdón por nunca hablarte de esto, algún día me entenderás, solo recuerda que te amo, pese a todo y todos te amare y protegeré mi luz de luna- limpio mis lágrimas con sus dedos y me dio un beso en la frente.

-Te amo mamá-.

Fue lo último que dije antes de despertar, cuando lo hago noto que esto en una cama y alado de mi esta… -Adonis- susurro, bajo la mirada y tiene mi mano entre las suyas, intento quitarla, pero me sostiene con fuerza.

-Nahiara-levanta su rostro - ¡Nahiara, por la diosa Luna, estas bien! - 

-Tranquilo, estoy bien- se levanta y tiene todo el cuerpo vendado.

- ¿Qué te sucedió? ¿Por qué tienes todo el cuerpo vendado? - me mira preocupado.

-No es nada, solo descansa- ya recuerdo

-Adonis- lo llamo –Perdón, estaba tan enojada, después me di cuenta de que sabias del tema y tu parecido con ese hombre no fueron buenas referencias… lo siento, enserio lo siento-

-No pasa nada, fue mi culpa por o hablar antes- bajo mi mirada, me siento tan culpable.

-Fui yo quien las causo ¿verdad? - le digo

- ¿Qué? ¿Esto? - se señala y asiento con la cabeza –No te preocupes, mañana estaré como nuevo-

Suspiré y volví a asentir, en el momento que se fue me hago un ovillo en la cama y me duermo como puedo.

(…)

Apenas despierto tocan mi puerta –Pase- digo mientras me estiro para desperezarme un poco.

-Buenos días, te traje el desayuno- me dice una Lía muy animada.

-Hola amiga- la abrazo - ¿Cómo estás? - le pregunto mientras le hago espacio en la cama para que desayunemos juntas como siempre.

-Mejor que tú, sí- la miro mal y nos reímos, pongo más atención en su cuerpo y tiene vendados los brazos.

- ¡Dios, Lía! ¿Qué paso? - le pregunto

-No es nada, estoy sanando rápido, mira- quita un poco del vendaje y puedo ver pequeños puntitos de color amarillo sobre las quemaduras.

- ¿Qué es eso? - le digo mientras se vuelve a vendar

- ¿Recuerdas lo que me paso en Irlanda? - asiento con la cabeza mientras corto mi waffle –Es lo que me transfirió la guardiana, es magia- mis ojos se abren como dos enormes platos por lo que acaba de decir.

-Lía- la tomo de las manos –Perdón- me sonríe

-No pasa nada, no fue tu intención, además, siempre voy a estar para ti- nos abrazamos, vuelven a tocar la puerta y nos separamos

-Pase- digo, lo que veo es a un hombre sumamente atractivo sin camisa y un abdomen no muy marcado….




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.