Mi madre es un Hada..?

Hermanas

Tiana

Hace unas horas percibí a la energía de mi hija, pero esta ya no es como antes, es aun mas fuerte –Renació- me susurro a mi misma, pues estoy dentro de una torre totalmente aislada que me impide usar mi magia para defenderme, solo me deja percibir y comunicar, pero para eso tengo que usar mucha energía. Escucho unos pasos y doy en cuenta que es Morgana

-Morgana- abre la celda

-Tiana hermanita, hace mucho que no te veo, dime ¿Cómo esta tu hija? De seguro muy bien- la miro mal –Hey, no me mires así, yo no he hecho nada de lo que pueda arrepentirme- sonríe victoriosa

-¿Qué es lo que buscas? ¿Por qué me tienes aquí? Somos hermanas- avanza a mí

-Hay hermanita, siempre tan ingenua, ahora entiendo porque le fue fácil a mi hija engañar a la tuya. Son tal para cual- se ríe –Pero n puedo responder tus preguntas, al final del día todo lo que pase será tu culpa, si alguien muere o sale lastimado será tu culpa. Siempre fue tu culpa desde el momento en que nacimos- me escupe y sale de mi celda.

Por mas que lo pienso no entiendo su enojo, ni el porque me quiere aquí, yo no he hecho nada para dañarla, simplemente no lo entiendo…

Nahiara

-Todo comienza con tus abuelos, ellos son la posible causa de las acciones de Morgana.-

-Habla- le pido

-Esta bien, pero la historia no te la puedo contar yo, sígueme- hago lo que me dice, si la información que tiene es buena servirá para hacer frente a esa “bruja”. Entramos al castillo y nos dirigimos a lo mas profundo de el, diría que es un cuarto seguro en caso de guerras y todo eso, llegamos y a lo lejos diviso a una mujer de avanzada edad tomando una taza de lo que me imagino es té.

-Buenos días- le digo

-Buenos días mi señora, ¿A que debo el honor de su visita?- ¿señora? Apenas tengo 18 y me dice señora, me siento vieja.

-Es sobre la relación entre Morgana y mi madre Tiana- da un sorbo a su taza y me mira, esperaba que sus ojos fuesen frises, pero no, estos son completamente blancos. Me asusto un poco pero me relajo para poner atención.

-Hace tiempo- inicia su relato- existía un hombre y una mujer, el pertenecía a la corte negra por el contrario ella pertenecía a la corte blanca, los dos eran monarcas y en una de las reuniones para seguir manteniendo la paz entre las dos legiones se enamoraron. Era un amor prohibido, no podía ser algo entre el blanco y el negro, si los descubrían sería muerte directa, pero ellos hicieron caso omiso y se veían a escondidas, poco a poco su amor crecía al igual que el deseo, consumaron su amor y de el nacieron dos gemelas, ellos pensaban que serían completamente negras o blancas, sin distinción, pero eso no pasó. Morgana fue la negra mientras Tiana fue la blanca, ninguna de las dos sabía lo que significaría, sino hasta que cumplieron cinco años, momento en que se presentaron sus poderes, sus padres por miedo a que las matarán por el simple hecho de existir las separaron, mientras la blanca disfrutaba del lujo la negra tenía que sobrevivir en ese lugar tan frío y ruin.- termina de hablar y un escalofrío recorre mi espalda

-Gracias- le digo a la anciana

-A usted mo bhanríon- hace una pequeña reverencia, eso es raro, dejo de poner atención en sus palabras y sigo mi camino

-Bien, ahora necesito respuestas- lo miro y parece que no me escucha –Adonis, necesito respuestas- le toco el hombro y parece reaccionar

-Si, sí lo siento, ¿te parece si platicamos en el jardín?- asiento y me lleva a lo que pienso es la parte trasera del gran castillo, a lo lejos veo una pequeña banca y frente a ella una fuente muy bonita, me siento y hablo

-¿Exactamente ¿Qué fue lo que me pasó en el bosque?- ahora que lo pienso siempre me pasa algo en el bosque  sea bueno o malo, es raro

-Liberaste tu magia- le hago una mueca, necesito mas información -es como si volvieras a nacer, tu magia se retiene a través de un objeto- toma la muñeca donde tengo una pequeña esclava de plata –me di cuenta que cuando te enojaste liberaste poder a pesar de estar bloqueado, así que lo utilicé a mi favor para que liberaras tu lado sobrenatural- termina de hablar y no lo percibo pues estoy tratando de procesar toda la información.

-Eso explica las alas y los demás cambios en mi- asiente con la cabeza -¿Cómo me trajiste aquí?-

-Bueno, eso fue u poco mas complejo, tuve que liberarme al igual que tu, el problema era que solo me podía transportar a algún lugar que conociera y el único que conozco era el castillo en el que vivía- ¿entonces como me trajo aquí? Como si leyese mis pensamientos contesta mi interrogante –recordé el lugar que me dijiste donde estabas cuando viste a tu madre dando a luz, así que lo recree y llegamos-

-Si no conocías aquí, como hiciste para que no te atacaran- sonríe

-Pensaron que era enemigo, pero te vieron y reconocieron en cuanto te hicieron un pequeño corte- señala mi la palma de mi mano –tienes sangre real, lo que significa que cuando te cortan tu sangre brilla, solo así no atacaron-

-Entiendo-

-Es mucha información para digerir, ve a tu habitación y descansa un poco más- asiento y me lleva al lugar donde desperté

Entro a lo que creo es el baño, me doy una ducha y tomo una toalla, cuando salgo hay un poco de ropa “de mi mundo” la visto, me desenredo el cabello y me recuesto en la cama, donde no tardo en quedar profundamente dormida. Despierto de mi placido sueño gracias al ruido que provocan tocando mi puerta, me desperezo un poco y me arreglo un poco

-Pase- digo y entra una mujer

-Buenas noches banphrionsa, vengo a asear su cuarto, la llaman para la cena- me dice la mujer la cual ni siquiera me mira a los ojos, me hace sentir incomoda su acto

-Buenas noches, gracias por avisarme, por cierto- se tensa al decir la última palabra –tranquila, puedes verme a los ojos y llámame Nahiara por favor-




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