Normalidad

Normal

Nahiara

He estado en la cama desde que desperté supongo que debe ser poco más del medio día, mi motivo para seguir en cama: magia, desde la ceremonia he estado soltando lo que llaman “polvo de hadas”, muy contrario a lo de la película, es algo que solo los de sangre real podemos hacer y lo que nos caracteriza de los demás, algo de lo que sin duda nadie percibe es que mi polvo no es blanco, como antes ya lo he mencionado toda mi magia está acompañada del negro, lo que no entiendo es ¿por qué? ¿por qué mi magia es así? ¿por qué no soy como mi madre? ¿tendrá que ver con mis abuelos? ¿Qué significa? Es mi gran pregunta.

¿Qué destino tengo como para que un hada de luna me hablara?, se estarán preguntado ¿Qué es un hada de luna? Pues según lo que me ensañaron semanas atrás, es un hada longeva que tiene la capacidad de predecir los destinos más importantes, ellas lo comunican por medio de acertijos que aunque son resueltos nunca terminan de explicar lo que pasa, es como un descubre pero no entiendas porque eso es justo lo que me está pasando. Mi mente solo repite sus palabras:

-Un secreto se revelara, lo que fue arrebatado regresará, un gran poder se liberará y solo un lazo lo detendrá.-

¿De qué secreto hablaba? ¿Sobre el hecho de que mi madre es un hada o lo que me oculta? En verdad no entiendo, no se…

-¿Puedo pasar?- me pregunta Adonis sacándome de mis pensamientos

-Sí- hablo mientras veo que trae una bandeja con mi almuerzo

-¿Qué sucede?- le pregunto mientras me siento en la enorme cama

-Solo venía a traerte el desayuno, creí que estarías cansada después de lo de ayer- y si, tiene razón, aun sigo algo cansada

-Gracias muero de hambre- tomo la bandeja de sus manos pero noto que no vino a solo darme mi desayuno, hay algo más

-De nada, oye… yo, bueno solo quería decirte que… bueno. Sabes que, mejor olvídalo, hablamos después- okey, ¿Qué fue eso?, el pobre salió casi corriendo de mi cuarto, supongo que después se animara a decírmelo.

Termino mi desayuno y procedo a bañarme, cuando he terminado me arreglo y pongo un vestido ahora eres una princesa Nahiara, ahora eres una princesa me repito mientras me pongo lo que hay sobre mi cama, también utilizo mi corona junto a unas zapatillas que para mi suerte no son altas, el cabello lo dejo suelto mientras que en mi rostro aplico un maquillaje natural.

La paso casi todo el día haciendo cosas como ver el pueblo, coser, estudiar, leer, practicar el idioma, e incluso tuve que hacer un examen esto ni siquiera es una escuela me dije a mi misma. En un rato de ocio fui a la biblioteca la cual siempre me sorprende pues está rodeada de innumerables libros, tienen desde romance hasta de terror, también algunos sobre botánica, historia y geografía. No soy amante de la lectura, pero al menos si leo un libro cada mes, se convirtió una de mis formas para sacar el estrés desde hace años, el cual llevo generando en mayor cantidad a partir de que inicio todo esto

Una de mis tareas era recibir regalos del reino, lo cual se me hizo absurdo ¿Por qué recibiría regalos si soy una princesa que se lo puede comprar? Aunque he de aceptar que todos fueron muy tiernos y amables al entregármelos. Una niña vino y me dio una paleta que ella misma hizo, la pobre casi se pone a llorar porque no me pudo dar algo más costoso, le di un beso en su cabecita y le dije que no tenía porque llorar ya que no importaba lo que diera siempre y cuando fuera con amor.

Es por eso que se me hace absurdo, ¿Cómo voy a recibir regalos de gente que a lomejor necesita de lo que gasto en el para vivir? Es simplemente tonto, pasando de eso puedo decir que termine muerta, no siento los pies, mis ojos se cierran por si solos y mi hambre es más grande que la de un tigre. Lo cual me pone de muy mal humor así que para evitar gritos me dirigí a la cocina donde Marta (la encargada de cocina) me prepara algo.

Cuando termino le doy las gracias a la amable mujer y salgo del lugar, es de noche así que puedo descansar, por el contrario, quiero ver a la luna, hace mucho que no la visito la última vez que hable con ella fue en casa de Lía cuando esto recién comenzaba.

Paso por las puertas del gran palacio dirigiendo mis pasos al jardín trasero mi lugar favorito, cuando llego veo que Adonis está ahí mirando hacia arriba, me concentro en lo que ve y es a la luna.

-Hola- le digo y por un motivo que desconozco se pone tenso, lo note porque los músculos de su espalda están igual que el

-Hola- me dice mientras se levanta y parece irse, esta vez no lo dejo y lo tomo por su brazo

-¿Qué pasa? ¿por qué me estas evitando?-  voltea y me mira a los ojos

-No te evito, solo que no se… olvídalo- de nuevo no me quiere decir lo que pasa

-¿Qué me quieres decir? ¿Qué sucedió?- lo miro directo a sus ojos los cuales parecen tristes, me toma por sorpresa y me abraza, yo no hago nada por alejarlo, solo le correspondo el acto

-Dime que pasa, no soporto que me trates así sin saber la razón- le hablo

-Banríon, mo bhanríon-

- ¿Reina?, ¿Por qué me llamas mi reina? No te entiendo Adonis, por favor explícame- se aleja y toma mi rostro entre sus manos

-La respuesta no te la puedo dar yo, solo ella- apunta con su dedo a la luna

-¿La luna? ¿La luna me dará la respuesta? Dios Adonis, la luna no habla con gente como yo, por favor dime lo que pasa, no lo entiendo- tomo su rostro con mis manos intentando controlar mi enojo

-Nahiara, entiéndelo, yo no lo puedo hacer, no puedo hacerlo, no me corresponde a mi solo a tu madre- ¿Mi madre? ¿Qué tiene que ver mi madre? Esperen, lo que me quiere decir se referirá…