Nahiara
Un terrible dolor de cabeza me provoca abrir los ojos, cuando lo hago veo a mi madre con sus dos manos sobre mi sin tocarme, ella parece estar recitando alguna clase de hechizo mientras sus ojos permanecen cerrados al menos hasta que se da cuenta que he despertado.
—Oh mi pequeña, me tenías tan preocupada- efusiva me abraza y besa mi cabeza
—¿Qué sucedió?- pregunto haciendo que se aleje y me toqué un poco la frente
—Te desmallaste, yo estaba en la oficina cuando Adonis llego contigo en brazos, estabas completamente fría y pálida, no reaccionabas así que cuando te analicé me di cuenta de que…- pensó en si decírmelo o guardárselo para ella misma
—¿Qué sucede? ¿Qué encontraste?- pregunte con curiosidad en mi voz
—Sus corazones- dijo en plural
—¿Sus?- mi madre soltó un suspiro ahogado
Adonis
Horas antes
Me encuentro en el parque donde Nahiara, los niños y yo estábamos jugando, ellos ya se fueron a sus casas para calentarse, pero yo preferí quedarme aquí esperándola. Como si la hubiese invocado ella llego conmigo.
—¿Qué sucedió?- pregunte preocupado pues se veía completamente pálida
—¿Por qué sonó como un despido?- la mire con confusión
—No entiendo…- no me dejó terminar cuando se lanzó a mis brazos y comenzó a llorar
—Pequeña, no entiendo que pasa, dime lo que sucede por favor- fue lo último que dije pues cayó en mis brazos completamente inconsciente
Preocupado la cargue entre mis brazos y me la lleve directamente con la reina, poco a poco sentía como mi corazón se comprimía gracias al miedo y un dolor que no entiendo, sin saber cómo llegue con Tiana.
—¡¿Qué le sucedió?!- corrió hasta mi tocando el pecho de Nahiara
—No lo sé, llego conmigo y empezó a llorar, después solo se desmayó- explique
—Llévala a su cuarto, ¡Ahora!, y no te atrevas a separarte de ella por ningún motivo- con un tono de enojo en su voz me dio la orden
Tal cual me pidió la lleve a su cuarto y con mucho cuidado la recosté tomando su mano entre las mías pidiendo a la diosa que no le sucediera nada, sin dejar de sentir ese punzante dolor en mi lado izquierdo me quede con ella mientras esperaba a su madre.
—Bien, necesito que salgas, pero sin alejarte demasiado de esta habitación- asentí e hice lo que me pidió
Ya afuera me recargue en la pared sin dejar de sentir este maldito dolor tratado de encontrar una explicación a todo esto, si forma parte de algo totalmente perverso.
—¿Qué sucedió? Trate de llegar lo más rápido posible- tomando bocanadas de aire Erick habla
—No lo sé, estaba con Naiara cuando de un momento a otro se desmayó y se tornó completamente fría y pálida, como si estuviese muerta- dije con un sabor amargo en mi boca
—¿Dijiste fría?- me pregunto ya repuesto
—Sí, ¿sabes algo?- lo voltee a ver directo a sus ojos esperando una respuesta
—Tu corazón, ¿duele?- frunzo el ceño
—Un poco, pero me supongo que es por la preocupación, ¿Qué sucede?- toque su hombro
—Mierda- susurro —Necesito que te quedes aquí, en un momento vuelvo- tal cual llegó se fue
Tratando de entender sus preguntas y lo que me dijo me senté en el suelo, aún no sale Tiana y Erick tampoco regresa, esto sumándole que no entiendo lo que paso con mi hermana, lo que no me dijo Nahiara. Escucho como se abre la puerta y de inmediato me puse de pie.
—Adonis, Nahiara está bien, solo necesito que no te alejes de ella y por favor, trata de no preguntar nada, ahora está un poco débil…- suspiró
—No entiendo, ¿Qué le sucedió?- pregunte
—Ella te lo dirá, ¿sabes dónde se encuentra Erick?-
—No lo sé, estuvo aquí pero después se fue a no sé dónde- mire al pasillo por donde se marchó
—Bien, solo has lo que te pedí, iré a buscarlo- asentí mientras ella se marchaba
Me acerqué un poco a la puerta y pude escuchar como ella lloraba, lo que me llenaba de impotencia pues no sabía la razón del porque lo hacía. De un momento a otro esto se convirtió en un laberinto lleno de mentiras, uno donde no sabes que te puedes encontrar y uno dónde solo tienes dos opciones, seguir o rendirte.
Nahiara
Presente
—En el momento que un hada se enamora- empieza su relato —no vuelve a amar a nadie más, en tu caso te llegaste a enamorar de alguien antes de Adonis, aunque su amor es puro tu nunca perdonaste a Joe- me miro seria
—¿Él que tiene que ver en esto?- realmente me preocupa su mención incluyendo lo antes dicho, sobre amar una sola vez
—Si bien lo de ustedes dos nunca fue un amor verdadero llegaste a tener algún sentimiento hacia él, un sentimiento de cariño, después de lo que estuvo a punto de suceder y gracias a la Diosa Luna no paso, tu no perdonaste, guardaste y guardas resentimiento, odio y enojo hacia su persona-
—No entiendo, ¿Qué tiene que ver esto con mi corazón?- me senté en la cama
—Como dije en un principio cuando las hadas nos enamoramos solo lo hacemos una vez en la vida, tu amas a Adonis y el a ti, de eso no tengo duda alguna, a lo que quiero llegar, hija- tomo mi mano —Es que, gracias al resentimiento, tu corazón y el de Adonis se están enfermando- fruncí el ceño
—Muy bien, creo entender lo de Joe, pero no entiendo como esto le afecta a Adonis-hable preocupada
—Le afecta gracias al lazo que poseen, un lazo con algún amigo o familiar no es el mismo al de una pareja, un amor como el de ustedes hace su unión aún más fuerte, permitiendo sentir lo que el otro, su enojo, su llanto, su alegría y dolor. Así como esto, Adonis siente el resentimiento que tienes con Joe afectándolo en el mismo modo que a ti-
—¿Qué es lo que sucede?- pregunte derramando una pequeña lágrima
—Se vuelve oscuro, empieza a pudrirse por completo- me relato bajando su mirada