Beso
En algún lugar
Las sombras del bosque son mi lugar favorito, todo en los dos mundos está rodeado de cierta maldad. Desde robar un chicle hasta matar, así de simple, con todo lo que he aprendido logré alimentarme de eso, la maldad, todo aquello que no corresponde al blanco, al bien.
-Se que estás ahí, sal de una vez por todas- dije en voz alta al sentir una mirada sobre mí
-Mi señora, tengo noticias- asiento pidiendo que prosiga con su relato -Al parecer los corazones están curados- solo eso bastó para tener toda mi atención
—¿Curados?- pregunté con cierta molestia
—Sí, según los espías, la pareja fue sanada-
—Tus espías deben estar en un error, ninguna magia que no sea mía pudo haberlo deshabilitado-
—Lo que sucede, es que tal magia provino…-
—¡¿De quien?!- pregunté realmente alterada, detesto sus pausas, incluso me encantaría mandarla acatar pero es un elemento importante que no puedo desperdiciar
—De la Diosa Luna su majestad-respondió tímida y con la mirada gacha
-Déjame sola- y sin esperar otra orden salió Demi vista
Esa maldita perra no deja de interponerse en mi camino, me está provocando serios problemas pero tengo una solución.
—Tal vez no pueda joderte a ti- mire a la luna —pero tengo a alguien que lo hará sin siquiera pedirlo- sonreí y la luz que antes abundaba se opaco por una nube negra.
Nada ni nadie echará a perder lo que tanto me ha costado, por supuesto que no.
Erick
Realmente no sé cómo llegue hasta este punto, jamás hice algo fuera de las reglas incluso antes de trabajar con la reina, así que me coloque en posición justo a la misma altura que ella. Extendí mis alas y Alina hizo lo mismo imitándome, sus alas eran majestuosas.
Sus bordes son completamente negros y el interior es de un tono mas traslucido haciendo reflejar tonos verdes y morados con la ayuda del sol, las mías no tienen chiste alguno, son completamente blancas y no poseen algún otro color, lo único que las hace diferentes de las demás es el tamaño pues doblan mi cuerpo cada una.
En verdad no se como termine aceptando esto ni como la pase desapercibida –aunque si la hubiese visto antes no me incomodaría- en fin, solo mire la punta de la montaña y la observé.
—¿A caso es muy alto vasallo?- preguntó con burla
—¿A caso es tan rápida my lady?- con una sonrisa coloque un pie delante del otro
Pronto dio la señal para partir vuelo, nuestra única ayuda fue el impulso de nuestras piernas pues no teníamos otra forma de emprender, con mi impulso y tamaño logre avanzar un tramo importante, lo que ella no soporto así que se esforzó por revasarme.
Cuando vi que esto iba enserio utilice un poco de mágia para darme un poco más de impulso logrando pasar sobre ella.
—Eso es trampa- me señalo con cierto enojo haciéndome voltear a verla
—Nunca mencionaste que era una regla no usarla- le sonreí
Sin esperarlo recibí una esfera de magia dándome justo en el rostro, lo que causo inestabilidad provocando su adelanto, así que con audacia me recupere llegando primero a la meta, al menos eso pensé hasta que escuche unas risas.
—Veo que disfrutas volar con ilusiones- me dijo tranquilamente observando sus uñas como si fuesen lo mas importante del mundo
—¿Ilusión?- pregunte confundido captando su atención
—Sí, dijiste que se podía utilizar mágia y fue lo que hice, no rompí ninguna regla-
—¿Pero las esferas…?-
—Ah, te refieres a eso, sí, era yo- se encogió de hombros
—¿Cómo?- en realidad no lo entendia,como logro hacerlo sin que me diera cuenta
—Ya niño, cobrare mi paga- respondió levantándose de la roca donde se encontraba acercándose a mí
—¿Qué quieres a cambio de no decirle nada a mi reina?- estaba dispuesto a dar lo que sea para evitar cualquier conflicto entre las cortes, suficiente se tiene con lo de Morgana como para tener un lio más encima
—¿Y que estas dispuesto a dar?- pregunto dando un paso más a mí
—Lo que sea-
—Con que lo que sea eh, tal ves joyas, oro, diamantes, tierras- dijo acercándose más a mi rostro rosando nuestros labios —un beso…
Sin contenerlo la tomé por su nuca y la acerque más a mí robándole uno, sus labios eran perfectos, tan fríos como el otro lado de la montaña pero tan dulces y cálidos como la brisa de verano. Así se sentía Alina, fría y cálida, sin prejuicios ni aires de realeza, solo un hada más en este mundo.
Y sin oponerse al acto tomo mi rostro intensificando el beso, nuestras lenguas desencadenaban una lucha majestuosa y nuestros labios pedían cada vez más, sin embargo nuestros pulmones carecían de oxígeno así que unos segundos bastaron para terminar lo que nunca debió empezar.
—Yo me tengo que ir- dije recuperando la poca cordura que aún me queda
—Sí, creo que igual haré lo mismo-
Sin más cada uno dio la media vuelta y emprendió vuelo, durante el regreso al palacio no pude dejar de pensar en algo que no fuese en ese beso, fue tan real pero sigue habiendo algo que no me convence del todo. Hay algo oscuro en ella, algo que oculta y presiento es realmente malo, el simple hecho de hacerme perder los estribos es malo.
Cuánto te deseé, en verdad te llegue a amar, te entregué todo lo que era valioso para mí, pero no, no fue suficiente, no para ti…
Hola mis lector@s espero que se encuentren bien, perdón por la tardanza y por el capítulo un poco corto. Espero que sea de su agrado.
P.D: El libro ya no tarda en terminar, al finalizarlo explicaré el porque el final tan repentino, espero lo comprendan. L@s amo, chao.