Un título

Un título que aun no le correspondía llevar a esta niña, porque a pesar de su edad seguía pensando con cierta inmadurez, al menos eso era lo que estaba pensando Erick en estos momentos, siempre ah confiado en Nahiara tanto como lo hace con Tiana, pero este es un momento crítico en el que no puede esperar algo menos que la actitud de una verdadera reina. ¿Y cual era esa actitud? Bien, ni el lo sabia al cien porciento.

Uno de los más grandes errores de la reina fue siempre ocultar la mayor parte de sus problemas a su gente de confianza, la mayoría por no arriesgarse a decir que todo lo resolvía ella a escondidas para evitar la preocupación de las personas, si algo sabía Tiana es que con su desaparición y su mas reciente secuestro es que toda la gente estaba preocupada por lo que pudiese pasar en un futuro. En todo el tiempo que Tiana reinó nunca se le escucho rumor sobre algún escandalo mayor a su desaparición, pero hasta ello lo había dejado arreglado, su pueblo la comprendía mas que nadie y sabía en la posición que se encontraba en esos momento.

Pero ahora ¿Cómo reaccionara un pueblo entero al saber que están en una guerra interminable? En la que es posible que se pierda pues las posibilidades de ganar son casi nulas. El poder de Tiana y Nahiara son sumamente diferentes y entre ellos existe un gran espacio.

Las mujeres que arreglan a la princesa salen de sus aposentos y es el momento de Erick para pedir una disculpa, el sabía que lo que dijo fue mayor a lo que ella pudiese aguantar, y era casi seguro que estuviese llorando y su mente estuviera bloqueada, por eso el le pediría tomar el mando y manejar todo mientras ella iba por su madre. Se acercó a la puerta y dio unos ligeros toques.

—Pase- respondió Nahiara al llamado

—Hola, yo…-

—Erick, no pensé que vendrías-

—Sobre lo que pasó yo te quería pedir-

—No hay nada que hablar sobre ese tema- respondió cortante –Dijiste lo que tenias que decir, es tu trabajo poner a la gente en su lugar y hacerlas pensar ¿O es que acaso me equivoco? Eso era lo que hacías antes de que se le nombrara consejero real a Adonis-

—Sí, no te equivocas- la miró a los ojos y su sorpresa fue mas que genuina.

En aquella mirada no se mostraba mas que determinación, mas que valentía, poder y autoridad, cualidades que le había demostrado su reina.

—Gracias- fue lo ultimo que dijo antes de salir del lugar pero Erick se interpuso en su camino

—Nahiara tengo que hablar contigo-

—No existe nada de lo que tengamos que hablar, me dejaste muy claro cual es mi lugar en esta corte y créeme que lo tomare, hiciste lo que tenias que hacer y me hiciste comprender lo que llevaba todo este tiempo sin entender, así que si me dejas pasar te lo agradecería, tengo una guerra que terminar-

Sin mas dió la orden a sus escoltas de seguirla al balcón del castillo, en este punto el rumor ya se había corrido por todo el pueblo y los soldados se encargaron de reunir toda la gente en el lugar. Un último aliento y habló.

— Hadas de todo el reino, tengo anuncios importantes que comunicar, los rumores que han escuchado son ciertos, Morgana se aproxima con un ejército desconocido para nosotros, estamos seguros que no buscan jugar y mucho menos charlar para llegar a un acuerdo.

<<Hace dos años fuimos traicionados como pueblo, al igual que como nación y se creyó por mucho tiempo que no volverían, que gran error hemos cometido, no sabemos cuál es su objetivo pero si cuál es su arma.

Su fuente de poder: la magia negra, aquella magia que nos hemos limitado a conocer y practicar, aquella que nunca hemos adorado, aquella que hoy nos ataca. Les seré sincera, llantos, gritos, lágrimas, lamentos serán escuchados por cada rincón de este reino, pero si algo se es que no somos unos cobardes.

Estas tierras son aquellas por las que han trabajado por cientos de años, aquellas que los vio nacer, que los vio reír, llorar, gritar, enojar y morir. Estas tierras son suyas así como ahora también son mías.

En cuanto a la reina está luchando contra tropas enemigas, aquellas que nos alertaron de su próxima estancia aquí, es por ello que tomo mi derecho al trono como reina de la corte blanca, hoy dejo de ser Nahiara y tomo mi nombre como Amaris hija de Tiana y la diosa luna.

Hoy, esta noche, peleó a su lado no solo como su reina, también como su compañera, como su amiga, como su confidente, como todo aquello que me hubiese gustado ser.

Todas aquellas personas que quieran pelear a mi lado son bienvenidas. A excepción de niñas y niños, todos serán recibidos en las puertas del castillo para recibir armamento y trajes de pelea. Mujeres, niñas, niños, personas mayores y las hadas que lo deseen pueden evacuar, los soldados y las flechas que colocaremos en los muros serán su guía.

Será difícil la victoria, pero lucharemos lado a lado, compartiendo miradas con dudas, llenas de miedo, llenas de intriga, miradas que se juegan un amor eterno en medio del campo de batalla, pero les diré una cosa, si perdemos esta batalla moriremos con honor y con el sabor a victoria de haber hecho algo por lo que amamos.

¡Por la victoria!>>

Sin duda un grito de gloria, uno digno de una reina, un grito de guerra.

—Sadock, necesito que dirijas a una sección de los soldados a las afueras del reino para dar aviso si las tropas de Morgana están aun mas cerca, también necesito que otro grupo ayude a la gente a evacuar y uno mas que este con la gente dispuesta a apoyar. A esas hadas denles el armamento necesario hasta que el inventario se acabe, también que hagan lo posible por enseñarles lo mas que puedan el manejo de esas armas.

—Por su puesto mi reina, con su permiso

—Erick, necesito que tomes unos pocos soldados y se dirijan a las coordenadas que te daré, ahí se encuentra más gente del reino, y ahí mismo mi madre y Adonis, cuento contigo, si por algún motivo te llegó a necesitar te llegará un mensaje mío-