Me hice de un nuevo novio y tú volviste a aparecer. Ibas cada tercer día a mi casa y algunas veces llegaste cuando yo hablaba en la puerta con mi novio. Sin tomarle mucha importancia te pasabas y esperabas a que él se retirara, entonces, hablábamos como simples amigos, pero ambos deseábamos ser más que eso.
Después de un tiempo volviste a distanciarte. Y cuando menos lo esperé, mi novió me pidió que me casara con él.