Llegue a casa, como es normal, no habia nadie, al entrar a la sala deje mi mochila, me dolian los hombros por el peso de la mochila, me recoste en uno de los sofás y cerre los ojos un momento. Despues de un largo rato acostado me fui a mi habitación, esta se encontraba en el segundo piso de mi casa, a un lado de la de mi hermano Jonathan. entre a cambiarme y por mi celular, que se encontraba en un pequeño mueble a 6 pasos de mi cama, lo guarde en la bolsa de mi pantalon y baje a revisar si habia comida o tenia que hacerla, casi me caigo de las escaleras por ir bostezando, no habia nada de comer, ni nada que hacer, solo huevo, imagine que tendria los niveles de colesterol altos. Terminando de comer, vi messenger, no tenia mensajes de nadie, deje mi celular en el suelo de la sala, mientras estaba acostado en un sofá, me quede dormido.
Eran aproximadamente las 5 de la tarde cuando desperte, habia dormido aproximadamente 3 horas. Justo al despertar recorde aquella sonrisa que tanto habia observado en el dia, la sonrisa de Izel, asi que me anime a mandarle mensaje. No tarde en encontrarla, y solo le mande un "hola", el mensaje no le llegaba, asi que me levante y sali un rato a las escaleras a sentarme, justo cuando me sente mi perro Percy, llego a mi lado a olfatearme, sonrei ante su accion.
- Hola amiguito -le acaricio la cabeza- ¿Cómo estas?
Sabia que no me responderia, pero era lindo ver como se acercaba a mi mientras movia su cola rapidamente.
- Sabes, hoy conoci a alguien muy genial -le digo mirando al fondo de la casa recordando esa sonrisa- es una chica genial, antes habia escuchado su voz, pero hoy la vi frente a frente... y simplemente me quede fascinado ante ella.
Percy se me quedo viendo moviendo la cola de un lado a otro, y se sento a mi lado como si esperara escuchar más sobre Izel.
- ¿Quieres que te cuente? -le digo a Percy mirandolo- esta bien...
Y asi le empece a contar a Percy como Izel era de las pocas personas que conocia con una buena lectura, como su voz era linda, como hoy supe de quien era esa voz y de como me perdi por un momento en su sonrisa y en ese par de ojos color miel, que sin duda, eran los mas hermosos que habia visto, le conte de la sensacion que tuve al regresarle su libreta y tocar levemente su mano. Cuando termine de contarle mi celular sono, crei que era mi padre mandandome mensaje para saber si ya habia comido, pero no, era Izel respondiendo, y supe que era el momento para empezar a acercarme a ella, talvez en persona me pusiera nervioso, pero frente a una pantalla lo unico que podria hacer seria imaginar su sonrisa y esos bellos ojos color miel leyendo cada mensaje que le mando, asi que iniciamos a platicar.
- Hola, Alex -me respondio Izel- ¿Si te puedo llamar Alex no?
- Claro, normalmente me dicen por mi nombre completo asi que es lindo que me llames Alex.
- Vale vale, sabes, siento que tu no querias ser jefe de fila -me respondio Izel- tu expresion mostraba que lo hacias por responsabilidad mas que por gusto o orgullo.
- Eres muy observadora, me agradas.
Lo cual era cierto, ese detalle de ella no lo encuentras con cualquier persona, incluso yo soy observador, pero no tanto, aunque algo me causo curiosidad, ¿Por que me estaba viendo?
- Bueno, aveces me fijo mucho en las personas, como contigo.
- Oye, tengo que irme -le respondi mirando la hora- Aun no ceno y me van a matar si no lo hago
- Esta bien, provecho.
- Una ultima cosa.
-Si, ¿Cual?
-Si tu me dices Alex, yo, ¿Te puedo llamar Iz?
- Wow, nunca nadie habia acortado mi nombre, si ya es corto, pero si, me gusta Iz.
- Ok, adios Iz.
-Adios Alex.
Y asi fue como le empece a hablar a esa chica que tanto me gustaba, con un simple hola comenzo todo, con un simple mensaje empece a acercarme a la chica de los ojos color miel.