Capitulo 1
Me levanto temprano, hoy será el gran día, es la trasformación de los sucesores a los actuales líderes de la manada vecina, mi amiga Lucía y yo hemos decidido que vamos a ir a verlo, a escondidas por supuesto, porque es la manada rival a la nuestra, nunca he entendido por que estamos enfrentados, por lo que se cuenta hubo una masacre de los nuestros, pero a las lobas sin transformación, no nos permiten entrometernos en asuntos de ''mayores''.
Lucia y yo hemos quedado en que les diremos a nuestros padres que tenemos una fiesta de pijamas en la casa de María, es la que nos va a cubrir, es una loba también pero que no quiere saber nada de la manada rival, dice que por algo somos manadas rivales, pero, Lucía y yo no queremos perdernos el acontecimiento del año.
Es viernes, por eso podemos salir sin que se sospeche nada.
Pasamos el día escolar como siempre, no dejan mucha tarea. Cada una se va a su casa, a comer.
- Hola, cariño- Saluda mi madre desde la cocina, hay un olor exquisito a lasaña, mi preferida.
- Hola, mamá- saludo- ¿Que tal tu día en el trabajo?
Mi madre es abogada penal, es excelente en su trabajo, mi padre entra por la puerta cuando ella va a contestar.
- ¿Dónde están mis dos amores? - pregunta y mis dos perritas corren a abalanzarse sobre, él, Tina y Lulú, son dos cachorras, hermanas que me regalaron por mis quince mis padres, pero está claro que se encariñaron más con él que conmigo. - ¿Y mis otros dos amores? - dice con una sonrisa en la cara.
-Aquí- grito como niña pequeña, mi padre es arquitecto, uno muy reconocido, además. El me coge en volandas y me da vueltas.
-Hey y a mi qué- se queja mi madre.
Mi padre se acerca a ella y le planta un beso apasionado en mis narices.
-Ogg- digo y ellos se voltean para soltar una estruendosa carcajada.
Nos sentamos a comer y les comento lo de la fiesta de pijamas, ellos me dan permiso para ir y me llama Lucia para decirme que a ella también la dejan ir sin problemas.
Así que a eso de las siete de la tarde recojo algunas cosas como ropa y zapatos, para poder dar el pego, hemos quedado en un parque que hay cerca de mi casa, la manada Bloody no queda muy lejos, así que emprendemos nuestro camino, allí nos esperan unos amigos que nos van a infiltrar.
Son las ocho y media cuando llegamos, es en medio del bosque, hay una gran fogata y parece que sea una fiesta de adolescentes.
Daniel es un amigo que conocemos desde hace mucho, y nos ayuda a camuflarnos. Pronto llega la hora de la transformación, todos se alejan de la hoguera y se mueven hacia un claro, en el centro hay tres hombres que son los que se van a convertir, el Alfa, el Beta y el Delta.
Los tres tienen una complexión fuerte y son increíblemente atractivos, cuando la luna adopta su posición ideal alumbrando el claro, ruido de huesos rompiéndose se empiezan a escuchar, Lucia y yo los miramos asombradas son preciosos, el alfa es de color negro como la noche, el beta es de un blanco casi puro y el Delta es gris.
El beta y el alfa, o bueno los lobos de estos son gigantescos, empiezan a olfatear el aire y clavan la mirada en nosotras.
Miro a Lucia y asiento para después echar a correr de vuelta a casa, creo que nos han descubierto. Cuando sentimos unos fuertes rugidos muy cerca nuestra, corremos todo lo que nos permite nuestras piernas, pero no es suficiente, nos alcanzan y nos rodean, aunque solo estén ellos dos, tenemos la batalla, perdida.
Algo jamás pensado ocurre, los lobos se acercan delicadamente hacia nosotras, estamos cogidas de las manos, preparadas para morir, cuando el lobo blanco al que reconozco como el Beta tira de mi en dirección contraria a Lucia y se pone en modo protector, mientras que el alfa hace lo mismo con ella, nos miramos cómplices y echamos a correr de vuelta a casa esta vez no nos persiguen, nos salvamos por ahora.
Cuando llegamos a casa de maría ella nos espera en la puerta, con la puerta abierta, nos mira acusatoriamente mientras que nos deja pasar.
En toda la noche no he podido dormir pensando en que nos podrían haber descuartizado si así lo hubieran querido, pero por una extraña razón que no logro comprender no lo han hecho.
El finde paso demasiado rápido, no hemos vuelto a sacar el tema, pero hoy me siento extraña, inquieta.
Es lunes y como es normal tengo clases, me voy andando, acompañada de mi vecino, se llama Leo y es muy simpático, aunque todo hay que decirlo, es un mujeriego al que le faltan un par de neuronas.
***
Llegamos a clase y me siento al lado de Lucia, está muy callada, lo cual no es normal, pero, sé que no es bueno presionarla, cuando ella quiera me lo contara, pero para demostrarle que estoy aquí para ella le cojo la mano y le doy un apretón, ella en respuesta, me da una sonrisa triste.
Las horas pasan demasiado lentas para mi gusto, y cuando suena la campana del recreo no lo dudo me levanto, cojo mi desayuno y tiro de Lucia para salir.
Nos vamos con nuestro grupo de amigas, nos sentamos en las gradas como siempre y vemos a los de primero jugar al futbol.
-Hey chicas- dice Lidia una de mis amigas- ¿Sabéis quienes han entrado nuevos al insti?
-No, ¿Qué ha pasado Lidia? cuenta, cuenta- Le dice Rosa.
- Bueno, los futuros altos mandos de la manada Bloody-Dice y todas la miramos asombradas, joder, mierda esto no puede ser, no me lo creo, esos son Álvaro, el alfa, Marcos el beta y Saul el delta, mierda son los que nos pillaron el día de la transformación, debe ser que me he puesto blanca porque Lucía tironea de mi para que vayamos al baño, la sigo con pies torpes, nos paramos a la entrada de estos y nos miramos y nos abrazamos como si fuera la última vez, si lo se somos unas dramáticas y unas pesimistas pero esto podría provocar la furia de la manada.
No sabemos por qué están enfrentados y tampoco se por que tiene que haber una disputa, pero hay algo aquí que me resulta extraño, no se supone que ellos tienen una escuela en su manada, ¿Por qué venir aquí?