Bastian giro su cabeza y me miro, cogió mi mano para arrastrarme hasta un salón vacío. Será que me quera matar por descubrir su secreto en menos de 3 días, además de que también la culpa la tienen ellos si no pueden ocultar que son hombres lobo, yo que culpa tengo de ser entrometida.
—¿Tú quién eres?—pregunto
—Amara—dije
—Ya basta de mentiras, ¿Quién te mando?—preguntó.
Nadie idiota, solo soy una chica que se mudó, pero en este momento Bastian estaba muy alterado como para aceptar la verdad de que nadie me había enviado, era ahora de mentirle a Bastian.
—Soy Alice una reportera de New York Times, me han enviado para que averigüe que pasa en este lugar, sin embargo nunca imaginé encontrarme con hombres lobo, no intentes hacerme daño porque una persona ya tiene todo el reportaje y sabe sus nombres— dije de manera seria.
No sabía que él podía ser tan estúpido.
—¿Qué quieres para cerrar tú boca? —preguntó.
Le iba a decir que era mentira, pero podía utilizar esta oportunidad para comprar unos lentes de sol que había visto por internet.
—100 dólares—dije
—¡QUÉ!—gritó
—Es lo que cuesta mi silencio, pero si no quieres darme ese dinero Alabama sí que se va a volver un lugar muy turístico—dije caminando hacía a la puerta haciéndome la difícil.
—Espera—dijo acercándose y dándome el dinero.
Este chico sí que era fácil de engañar.
—No he visto nada, ni oído nada—dije yéndome devuelta al salón
—Señorita ¿hasta ahora se le dio la gana de venir a clase?—preguntó el maestro enojado
—No viejo amargado hace rato llegue pero como usted no se le dio la gana llegar temprano pues me salí—dije.
Ahora seré Amara la rebelde, no mentiras solo no iba a dejar que un maestro me regañara.
—Jovencita valla a la dirección ya—dijo enojado. Y me fui a la oficina del director rector.
Toque la puerta —Entre—dijo el
Director, entre y me encontré con el director y él no estaba solo ahí se encontraba Bastian.
—Señorita Amara, ¿Por qué está aquí?— preguntó
—Porque le he dicho unas cuantas verdades al maestro de Química—dije
—En ese caso estará castigada—dijo el director con reproche
—Director por qué no le deja pasar está a Amara—dijo Bastian
—Si usted lo dice alfa—dijo el Director, así que Bastian era el alfa de su manada.
—Ya se puede retirar señorita Amara—dijo
—Hasta luego Director—dijo Bastian despidiéndose, en ese momento salí rápido y caminando rápido.
—AMARA ESPERA—grito—AMARA—grito de nuevo, salí corriendo.
En estos días era lo más de común que yo saliera corriendo cuando antes no corría a si me pagarán. Me jalaron el brazo y quede frente a frente a Bastian.
—¿Por qué me mientes?—dijo
—De qué hablas—pregunte
—Ya sé que no eres una reportera—dijo
—De que hablas si lo soy—dije riendo nerviosa
—No lo eres Amara, así que devuélveme el dinero, sé que no vas a decir nada así que dame el dinero—dijo
—Nunca—dije tratando de hacer una salida dramática, pero él me cogía por los hombros antes de que saliera corriendo.
—Enserio, esto no es una película—dijo riendo
—suéltame si te vas a burlar de mí—dije
—Perdón, ahora si devuelve el dinero —dijo ya recobrando la compostura.
—Con una condición—dije
—¿Cuál?
—¿Tienes un Mate o alma gemela?—pregunté