El suave sonido de la voz de Catalina llamaba a sus guardianes pero solo uno de ellos llego en donde se encontraba, la canción se metía en los corazón de quien la escuchara y te traía a una época en donde tú eras feliz, en donde todos te esperaban con una dulce sonrisa en aquellos tiempos en donde el alma de uno como tú o yo no necesitaba la palabra perdón porque la sustituía con gracias y una sonrisa que llenaba de felicidad a las personas embargadas de tristeza a solo un paso de morir ahogados en su propia agonía.
Murinette la única capaz de llegar a donde su niña, su protegida y mejor amiga, sonrió después de todo ha sido fuerte durante mucho tiempo en el cual no vio en su tierno rostro ni una lagrima, talvez la única forma o manera de que pueda expresar lo que siente sea cantando parecía una musa o una sirena que induce a los marinos tirarse a las turbias y salvajes aguas del profundo océano.
-Cata, oye hay que regresar a clases – Murinette como siempre venia cuando cantaba no se en verdad como cantar saca de mi los sentimientos que tengo, no importa de qué tipo sean felices, tristes o de ira.-Además deja de cantar sola, me pone triste tu saber que era mi niña adorada al igual que toda tu familia.
-Lo sé, pero ya hay que regresar, estar aquí me relajo no quiero entrar, no quiero que avance el tiempo quiero estar aquí para siempre y cantar que es lo que más amo y tú sabes que amo muchas cosas- Conteste con un puchero.
-Sabes te tengo la respuestas a tus males, por favor redoble de tambores.
-Entre mis manos tomo dos varas y las sueno sobre el piso.
-Entra a un club de canto en donde todos verán lo fantástica que eres cantando, mi súper estrella de rock-Tomo mis brazos y me ayudo a estar de pie.
-No, gracias. Mira si ya salgo tarde piensa en qué hora estaré en casa- golpeo un poco mi trasero para sacar el exceso de tierra que este tiene.
-Mm, entonces mira vas al pueblo y cantas cuando alguien se case de esta manera no tendrás que cantar a escondida y si vamos a donde tu madre y le cantamos que tú quieres cantar.
-¿Por qué hay que cantárselo?
-Ay niña es una forma de decir.
-Habla bien entonces, brujilla- le dije entrecerrando los ojos para enojarla.
-Que te he dicho, odio que me digas bruja o cualquier diminutivo para ello.
-Es que yo amo ese sonido
-Es que yo amo ese nombre
-Y porque
-Eres…
-Eres…
-Una linda brujita
-Que me hechizo de pies a cabeza
-Me embrujaste como a un sapo cualquiera
-Ahora solo necesito ese beso que guardas
-Para convertirme
-En tu príncipe querido de armadura y de cabello de luz
-Brujilla, brujilla dame tu corazón y beso comelón.
-Áma-Ámame hasta que los dos quedemos sin razón
-Porque eres
-Eres…
-Una linda brujita
-Que me hechizo de pies a cabeza
-Que solo con el beso
-De la dama que me hechizo puede
-Darme con mucho fervor y amor
-Lo conse…
-Hey, el agua no era necesario, además de que esta canción fue creado para ti.
-Cá-cállate el que la escribió era y es un idiota que le falta más de la mitad de su cerebro rubio.
-Yo no sabía que los cerebros tenían color Muri.
-Tu cállate si no quieres que te de otro baño.
-Está bien pero sécame que no quiero llegar tarde y mojada a clases.
Al llegar a su sala correspondiente debieron decir una mentira piadosa de que Catalina estaba enferma para poder entrar sin que su profesor que ya estaba empezando la lección uno diría una lección no es mucho porque no se la saltaron es fácil, Catalina es la próxima alfa y debe ser destacada en lo que más pueda como sus antecesores que con fuerza y destreza hicieron que su manada se levantara de grandes caídas. Pero también está que los compañeros de Catalina irán a universidades para convertirse en profesionales a las grandes ciudades en donde algunos vuelven y otros simplemente mueren, algunas veces Alfas o Lunas van a realizar a su sueño de ayudar a sus manadas que serie también ser profesionales pero no pueden llegar a serlo al tener el llamado de su manada, aquel llamado te llama y no te deja vivir en paz hasta que estas devuelta las pocas veces que ha sucedido, los alfas vuelven demacrados es como si una especie de enfermedad los empezara a matar por dentro.
Mientras las horas pasaban y pasaban Catalina junto a Murinette, Mailo y Rabby, disfrutaron el día escolar, las clases se fueron muy rápido puesto los profesores en cada clase hicieron grupos de estudio y el de ellos fue hacer una tontería tras otra varias veces estuvieron a punto de sacarlos de clase pero los salvaba la campaña que tocaba con una fuerza que se escuchaba en toda la gran institución. Lo único que faltaba para salir de esta cárcel era ir al entrenamiento de todos los días que Catalina junto a sus tres inseparables Guardianes esa tarea fue ardua ya que ninguno de los tres quería hacer algo y sus entrenadores le exigían estar concentrados al cien por ciento para poder lograr que todo saliera bien y ya cuando terminaban solo les decían la charla de siempre “Este entrenamiento no es simplemente un juego absurdo para hacerlos sufrir o tenerlos entretenidos es para sobrevivir, ustedes piensan que salir afuera de aquí es fácil, no señoritas y caballeros, salir de estas tierras muchas veces te cuesta la vida si no sabes cómo protegerte, ustedes tendrán la edad si quieren de quinientos años pero todavía le falta demasiado para poder ser dignos del papel que les toco, no quien les mando a cuidar a la señita Catalina, pero lo que si se es que en este entrenamiento deben esforzarte el doble y si quien el triple para que en un futuro próximo puedan ser una leyenda, un mito o simplemente podrán cuidar a la gente que más aman el mal queridos holgazanes jamás tiene vacaciones y mientras yo estoy aquí con ustedes cientos de manadas en otras locaciones están dando su vida para poder tener justicia de todo que le ha pasado”.