Capítulo Veintiuno

Un sentimiento de desesperación se incrusto en el pecho de Catalina, justo en el centro de su pecho se instaló un dolor inquietante y su abuela Andrea se volvió un poco borrosa además que poco a poco no oía nada más que su respiración acelerada y el bombardeo de su corazón acelerado, un pequeño dolor en su cabeza se incrementó poco a poco pero en ese preciso momento no supo que sucedió pero los demás que están a su alrededor si, Catalina tuvo un ataque de ansiedad pero en vez de gritar o llorar se desmayó, su azúcar bajo al igual que su presión, la suavidad de la alfombra fue lo último que vio y sintió, ya que el dolor al igual que sus sentidos se desvanecieron momentáneamente.

-¡Qué!- Grito el grupo sentado en el suelo que no se daba cuenta que la protagonista de todo yacía en el suelo.

-Lo que acabo de decirles, Catalina, es más especial de lo que ustedes creen, todos hemos vistos sus habilidades, ha habido oscuros en la historia que pudieron tener varias habilidades pero nadie como ella, también llegamos a esa conclusión por su carácter y el parecido son como dos gotas de agua, creo que nuestra manada ha esperado mucho porque nuevamente su princesa regresara, su desaparición fue impactante para todos puesto nadie sabía que no la regresarían a ver así como así.

-Pero abuelo que me estas queriendo decir, ¿Qué hay que hacer?, ¿Buscar a alguien?, ¿Ayudar a mi pequeña hermana con sus habilidades?, ¿¡Qué abuela, qué!?- John estaba ya con la desesperación y el enojo justo al borde, sus puños estaban tan apretados que sus nudillos estaban de un color blanco y sus ojos estaban cambiando al igual que su boca esto únicamente sucede cuando tu parte licantropa mas fuerte quiere salir, no podía John soportar que su hermanita salga más herida de lo que ya que solo él sabe porque hace las cosas su mente le hace jugadas malas casi siempre y eso no es lo peor.

-John, cállate y piensa antes de hablar, es tu abuela además nadie sabe que tenemos que hacer esto es nuevo para todos y los únicos que no sabían eran ustedes, su madre América lo sabe hace mucho.- La mirada de John se llegó a oscurecer un poco y se dirigió hacia la cama enojado con sí mismo y con los demás.

-Señor y señora Loveday, ustedes han leído pienso yo mucho y no saben que se puede hacer en estos casos o por lo menos saben de alguna reencarnación después de todo si ella reencarno claro que muchos otros niños también.

-Laurent esto nunca se sabe, cientos de personas talvez son reencarnaciones, pero no es una enfermedad que uno pueda ver en los libros de los doctores.

-Hay que ayudarla en lo que sea entonces y por mientras hay que darle protección y enseñarle como protegerse, miles de cosas pueden pasar en solo minuto que no estemos cerca de ella y les pido que me digan todo de ella poder saber que me espera en un futuro.

-Laurent ¿Qué podemos hacer por ella?, soy su hermano gemelo y siento al igual que Rabby, Mailo y Murinette si le sucede algo, si ella sufre yo sufro.- Los ojos de Christobal mostraban gran dolor en ellos, su hermanita estaba sufriendo pero igual no sabía que Catalina estaba en el suelo inconsciente todos tratando de ver cómo cuidar a Catalina y ella está en modo muerta en el suelo.

-Tendríamos que empezar como defenderse físicamente (Combate cuerpo a cuerpo, supervivencia a la intemperie, clases de esgrima, espada, arco y flecha, camuflaje, etc.)-Laurent en comparación a los dos hermanos es mucho mayor que ellos y sabe que es lo principal que debe saber Catalina para protegerse en cualquier.

-Pero si ella tiene fuerza pero no sabe controlarla, algunas veces podemos ganarle solo golpeándola un poco como otras veces ella hace eso con nosotros nunca hemos estado al pendiente de ella mucho.

-Y ¿Eso por qué?- Los hermanos se veían entre sí con culpa.

-Ella es vivo retrato de nuestro padre, verla era solo tocar la herida abierta pero eso no solo paso también nuestra madre nos enviaba más a los entrenamientos para poder ser mejores era nuestra burbuja entrenar y estudiar todos los días sin descanso algunas veces no pasamos con nuestra hermana en las mejores épocas.

-Ustedes, como por los dioses del olimpo pudieron hacer eso creen que fu fácil ver a Lana todos los días, por ella mi madre murió además que es la viva imagen de mi madre como iba creciendo cada vez se parecía igual a mi madre y eso también me hizo amarla más soy su hermano mayor mi deber es proteger a mis hermanas pequeñas aunque me hagan rabiar todos los días.

-Eso Laurent lo sé muy bien y también la protejo a mi manera aunque ella no lo sepa.- Las palabras de Laurent al igual que John sacaban una parte desde el fondo de su corazón.

-Muy bonito lo que dicen y todo eso pero donde esta nuestra protegida, pensé que estaba al lado de Laurent.- Lucia estaba cerca de su mate su hermoso y fuerte mate o así ella lo veía.

-Todos se sorprendieron al percatarse que no la encontraban.

Su búsqueda empezó primero por mirar en el suelo y como todos son más ciegos que un topo en verano no la vieron y pensaron que ella había escapado sin que ellos se dieran cuenta dejando a nuestra Catalina tirada en el frio suelo. Sus pasos eran ruidosos al igual que sus gritos que buscaban desesperados a su protegida que esta desprotegida pasaron dos horas buscando por todas las piezas sin que nadie se topara y nadie durante las dos horas se les ocurrió volver a ir al dormitorio a ver si ella había vuelto, su inteligencia es tan grande como un maní en estos momentos.