Mi mate es una bailarina

Capítulo 13

Luna

Al segundo toque de timbre abrieron mis padres, su reacción fue entre sorpresa y preocupación.

-¡Luna!, ¡Sol!-dijeron ambos al unísono corriendo hacia nosotras y dándonos un gran abrazo.

-Mamá, papá los extrañamos muchísimo-dije todavía abrazando a mi mamá.

-¿Qué les pasó?-preguntó mi papá preocupado.

-Mamá, papá tenemos que decirles algo muy importante-dijo Sol separándose del abrazo.

-Claro hija, pero entren-dijo mi padre invitándonos a entras.

-Esperen, tengo que decírselos aquí y ahora-dije desesperada-Él es mi mate-dije señalando el auto del que salía Jack y John.

Mis padres me miraron atónitos-¿Cuál de los dos?-preguntó mi madre tragando saliva-¿el que se ve inocente? o ¿el que parece chico malo?-preguntó asustada.

-el de chaqueta negra-cuando dije eso mi madre cayó al suelo inconsciente, mi padre se agachó a levantarla.

-¡Todos a la casa ahora!-dijo entrando con mi madre a la casa, mi padre dejó a mamá en el sillón y se fue a la cocina, al rato salió con una taza de té para mamá.

-Ahora sí, cuéntenme  todo-dijo serio. Entre los cuatro le contamos todo lo ocurrido desde el suceso del taller hasta hoy, claro omitiendo las partes románticas.

-Hija, es tu decisión, este nunca fue tu lugar, tu eres especial-dijo mi padre tomando mi mano y la de Sol.

-¿Quién no pertenece a dónde?-preguntó mi madre levantándose del sillón.

-Las chicas, se irán a vivir como hombres lobo y después del cumpleaños de Luna vendrán a visitarnos-dijo mi padre a mi madre, ella se quedó desorientada y volvió a caer inconsciente (vaya que cómico hubiera sido, si no estuviera con los nervios a flor de piel).

-Bueno chicos, es mejor que se vayan, los vuelos aquí siempre salen antes-dijo mi padre-mucho gusto conocerlos, espero que las cuiden bien-dijo tocando el hombro de Jack y mirando fijamente a John.

-Papá, ¿seguro que no te importa que nos vayamos tan rápido?-pregunté extrañada.

-No hija, quiero que seas feliz y vivas una vida normal, en lo que concierne ser un hombre lobo-dijo un poco triste.

-Chao papá-dije a punto de llorar-Te prometo que te vendré a visitar en 4 meses-dije abriendo la puerta de entrada.

-Hasta luego, hija-dijo cerrando la puerta.

-Solo faltan 15 minutos para que el Jet privado despegué-dijo Jackson mirando el reloj. Sol y yo nos miramos atónitas.

-¿Acaso dijeron Jet privado?-preguntamos al unísono, dando saltitos de alegría(lo sé, lo sé que infantiles, pero de cuando acá una persona viaja en jet privado, lo más alto que pude viajar fue en primera clase o en el avión familiar).

-Si, nuestro Jet privado-dijo Jack sin entender el chiste.

Sol y yo nos miramos de nuevo y soltamos un grito de alegría y nos abrazamos entre las dos.

-Pero, ¿qué les pasó?-preguntó John sorprendido.

-Nunca habíamos viajado en un jet privado-gritamos ambas al unísono.

-Ah, en ese caso mejor nos vamos ahora-dijo Jack dándome un sonoro beso.

Todos subimos al auto y retomamos la marcha hacia el aeropuerto.




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