Mi mate es una bailarina

Capítulo 27

Jackson

Tenía planeado una gran tarde con Luna, sabía que estaba abrumada por todo esto de los hombres lobos, musas, diosas y poderes. Quería que se sintiera lo más normal posible, así que la voy a llevar a pasear a las típicas ferias románticas. Le vendé los ojos y la bajé del auto.

-Cuidado por donde pisas-dije sosteniéndola de la cintura.

-¿En dónde estamos?-preguntó tomándome del brazo.

-En un lugar ¡maravilloso!-dije quitándole la venda de los ojos.

-¡WOW!-gritó corriendo a abrazarme.

-Gracias, Jack de verdad eres maravilloso.

-Bueno, ¿porque no entramos?-dije tomándola de la mano, caminando hacia la taquilla de boletos.

-Me da 40 boletos, por favor-dije sacando su billetera.

- ¡40! lo dices con tanta naturalidad...Como si no costara una fortuna.

-Para mi lo material no me importa, no si estas a mi lado-dije pasando mis dedo por su hermosa cabellera.

-Son 80 dolares-dijo la señora tras la taquilla.

-Aquí tiene-dije tendiéndole un billete de 100 -puede quedarse con el cambio-dije tomando los boletos y entrando al hermoso lugar de ensueño. El aroma a manzanas acarameladas y algodón de azúcar inunda mis fosas nasales, se escuchan los gritos de euforia de las personas, se puede sentir la alegría en el ambiente, me siento tan alegre, pero lo que más me encanta de este pequeño momento es estar junto a la persona que más amo.

-Jack, te amo-dijo Luna de pronto lanzándose a mis brazos y plantándome un dulce beso...Fue como esos hermosos besos que pasan en las ferias.

                  -Vamos a divertirnos-dijo tomándome de la mano y corriendo hacia un juego extremo, ni siquiera me he subido y ya tengo vértigo

-Vamos a divertirnos-dijo tomándome de la mano y corriendo hacia un juego extremo, ni siquiera me he subido y ya tengo vértigo. Estábamos haciendo la fila cuando Luna quedó embobada viendo unas manzanas acarameladas.

-Quieres una-pregunté.

-¿Qué son?-preguntó sin quitar la vista de las apetitosas manzanas.

-Púes, son manzanas acarameladas-dije mirándola incrédulo-Nunca las has probado?-

Ella solo negó con la cabeza.

-Pues ven, te compraré la primera-dije tomándola de la mano y saliendo de la fila rumbo al puesto de venta. Las manzanas se veían deliciosas.

-Deme 2 por favor-

-Son 4 dólares-dijo el hombre tendiéndome dos manzanas.

-Gracias, aquí tiene-dije entregándole el dinero.

-Toma, Luna-dije entregándole las manzanas. Luna chilló de alegría y dio un salto.

-Gracias-dijo tomando la manzana y dándole un gran mordisco, pero se le quedó pegada a los dientes. No podía arrancársela, fue muy cómico el momento.

-¡Jlack! ¡no te rlias y aylúdame!-balbuceó con la manzana contra los labios.

-Vale, ven aquí-

La tomé por la nuca con delicadeza y giré la manzana para despegarla. Luna se llevó las manos a la boca y sonrió con alivio.

-Nunca jamás en mi vida comeré una de esas, no se la recomendaré ni a mi peor enemigo. Es un arma mortal-

Casi se me sale el estomago de la risa, caminamos un poco, nos subimos a muchos juegos. Hasta que luna vio uno que me puso la piel chinita, "Vértigo" era una torre gigante que tenía puestos colgando en el aire, por lo que vi era demasiado rápido y alto para mi gusto.

-Vamos-

-Oh no, ese no-dije   

Luna iba a protestar, pero, miró su reloj y abrió los ojos como platos

-¡Dios Mío! mi clase de ballet. Si no nos vamos ahora llegaré tarde-dijo.

-¡Que bien! me he salvado ¡aleluya!-

-Oh no, tú me las pagarás.

-¿Qué pasará con nuestra cita?-pregunté un poco triste.

-¿Qué hacemos?-preguntó desconcertada.

Maldito Ballet...¡Uy! ¡Uy ! ¡Uy! Espero no haberlo dicho en voz alta.

-Mira, en la manada todos los establecimientos están abiertos la 24 horas del día-dije pensando-Podemos ir al cine, claro sin que nadie se de cuenta. Nos escabulliremos de la mansión y pasaremos la noche juntos-dije, problema resuelto.

-¿Alguna vez te he dicho que eres el chico más inteligente que he conocido?-dijo Luna con picardía.

-Creo que sí, una que otra vez-dije siguiéndole la corriente, después de reírnos un montón, salimos de la feria. Y tomamos camino hacia la mansión. Cuando llegamos todos nos esperaban con una mirada de pocos amigos, ahora sí estoy en problemas.

-¡En dónde estaban!-gritaron todos al unísono-¡Nos dejaron a merced del viento con todo ese rollo!-volvieron a decir, parecía que lo habían estado ensayando.

Luna

Se nos hacía tarde, mejor dejaba esto como estaba y me iba con las chicas.




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