Capítulo 44

Luna

La música empezó a sonar por todo el auditorio. Cerré los ojos y me imagine un hermoso paisaje en Nápoles bebiendo una deliciosa copa de vino tinto Chianti, escuchando la melodiosa voz de Andrea Bocelli. 

Cuando abro los ojos me encuentro con los bellos ojos azules de Sol, está radiante. La verdad es que pensé que aquel baile nos quedaría horrible, por el poco tiempo de ensayo. 

Pero con cada paso que daba, venía a mi mente diversos recuerdos...Como un baile quedado en el olvido y que estoy reviviendo. 

No me importaba nadie, solo estábamos Sol y yo, ella y yo nos podíamos conectar de una manera que no puedo explicar, pero esa conexión me reconforta, me hace sentir en casa. No me dí ni cuenta de cuando terminó el baile hasta que Sol me tomó de la mano y me paseo por el escenario, luego nos arrodillamos en posición final moviendo la pandereta suavemente. 

El auditorio estalló en gritos y aplausos, Sol y yo nos abrazamos efusivamente y nos fuimos tras vestidores en donde nos esperaban Ben, Ali y Braham con unos hermosos ramos de flores.

-¡Felicidades chicas!-exclamó Braham levantándonos a ambas y dando vueltas.

-¡Chicas estuvieron fantásticas!-esta vez fueron Ben y Ali quien se unió al abrazo.

-Gracias chicos, pero extraño mucho a Jack-dije mirando al suelo.

-No te preocupes Luna, Jack vendrá el próximo Lunes a celebrar tu éxito-

-Pero ¿cómo? ¿han hablado con el?-

-Si, sentimos no habértelo dicho antes-dijo Ben arrepentido.

-¡Es que son tontos o que les pasa!-grité furiosa.

-Pero ¿qué te ocurre?-exclamó Ali.

-No pueden hablar con ningún hombre lobo, ¡hasta que no se cumpla el periodo de celo! ¡Pueden escaparse!-grité alterada.

-Señorita Luna Hollister pasar a camerino, Señorita Luna Hollister pasar a camerino- Me llamó el autoparlante para que me preparara, después de este punto sigo yo.

-Si ocurre algo, será su culpa-dije antes de retirarme.

Cuando entré al camerino, ahí estaba el bello vestido de cisne blanco. Mi cuerpo estaba ahí pero mi mente no, ¿qué pasará si llega antes de que termine el periodo de celo? ¿y si me encuentra? ¿Qué me hará? ¿Me marcará? ¿Será él o su lobo? Hay tantas preguntas que vuelan por mi mente que no me doy cuenta de que el tiempo se me fue volando. 

Rápidamente tomo mis pantimedias, el vestido, las puntas y me las pongo como puedo. Cuando al fin termino de vestirme, peinarme y maquillarme salgo al vestíbulo.

-Señorita Luna pasar tras bambalinas, Señorita Luna pasar tras bambalinas-Volvió a hablar el autoparlante, estaba preocupada y nerviosa. 

Pero nada ni nadie me arrebatará este momento con el que tanto he soñado...Excepto tal vez un lobo con las hormonas disparadas.

Corrí al escenario y me coloqué en posición inicial, volví a cerrar los ojos pero esta vez no me imaginé nada solo dejé que los recuerdos fluyeran por mi mente, cuando abrí los ojos pude sentir a mi musa tomando el control. 

La melodía inundó el auditorio, sentía que flotaba con cada paso que daba sentía el tacto de mis pies con el suelo más tenue es como si volara. 

Sabía que mis ojos cambiarían y probablemente pasaría lo mismo que pasó en la academia con mi vestuario, pero hice caso omiso. 

Me sentía libre con cada salto que daba sentía el viento pegandome en la cara, sentía como esas mariposas que tenía retenidas en el estomago salían volando. Terminé haciendo un grand battment en el aire y caí en posición final. En efecto como lo predije mi atuendo había cambiado por completo. Cambió a un traje de platillo satinado degradado de rosa a dorado, era simplemente hermoso e increíble.

Y nada que decir sobre las puntas, ya entiendo por que los últimos pasos se sintieron un poco más pesados. Eran puntas hechas a manos, com muchos bordados y pedrería por todos lados.

Eran bellísimas, pero no tuve tiempo ni para apreciar mi vestido. El auditorio rompió en aplausos y ovaciones que duraron aproximadamente 5 minutos, pero fueron interrumpidas por un sonoro gruñido seguido por un delicioso aroma a pinos y menta...¡OH NO! Y en efecto un gran lobo atravesó la sala situándose al frente mío.... ¡Jack! ¡Hay mamá!