Mi mate es una bailarina

Capítulo 47

Luna

Nos encontrábamos todos acostados en la suave arena observando como la luna se pintaba de su color blanco natural, todo estaba tranquilo hasta que sentí el aroma de un lobo y no uno cualquiera...¡JASON! De inmediato nos pusimos en alerta y seguimos el olor, pero nos condujo directo a...¡ALISON!  ¿Pero qué diablos...?

-Alison, ¿qué es lo que esta pasando?-trate de preguntar lo más intimidante posible, pero mi voz salio más bien como un chillido.

-Luna, cuando un lobo marca a alguien, no importa que sea vampiro, humano o hechicero el olor se queda en su cuerpo. Para que sepan los demás lobos que, esa persona tiene dueño-dijo en un susurro casi inaudible.

-Pero ¿porqué antes no se sentía el aroma?-preguntó Abraham.

-Porque nuestro lazo se está volviendo cada vez más fuerte, por eso necesito casarme o sino la manada por ley nos desterrará y quedaremos siendo Roguers-dijo en un sollozo.

-Y ¿porqué no lo hacemos aquí, en la playa?-Saltaron Elena y Sol.

-No creo que sepan en donde estamos-dije un poco desilusionada.

-Créeme, ellos ya están aquí-dijo Elena mirando a la nada.

-Pero, ¿cómo sabes eso?-Pregunté desconcertada.

-Recuerda que yo ya me transformé y como somos descendientes de la diosa Luna, tenemos poderes especiales a demás de los que ya se tiene por ser musa y mujer lobo-

-Y ¿cuál es tu poder?-preguntó Sol entusiasmada.

-Puedo ver el futuro.

-¡WOW!

-Pero Adriana tiene el mejor, ella puede manipular el tiempo.

-No puede ser y ¿nosotras también tendremos poderes así de geniales?

-Claro, mi solecito ustedes tendrán los mejores. Diles Abraham.

-Braham, ¿cuál es tu poder?

-Controlo el clima-dijo orgulloso.

-¿Así? entonces has que te caiga un rayo y te electrocute porque ya no te aguanto-dijo Alison burlona como siempre. Todos reímos ante su comentario, excepto, por supuesto, Abraham.

-Wow, ya quiero transformarme-dijo Sol emocionada.

-Pero volviendo al tema, ¿ellos están aquí?-dije un poco angustiada.

-Si, pero no te preocupes. Ya pasó la época de calor-dijo Elena alzando las cejas, picarona.

A los 5 segundos, llegaron corriendo los chicos. Estaba emocionada, parecía una colegiala... Pero ¡soy una colegiala! más o menos...Bueno...Ya me entendieron.

 Corrí lo más rápido que me daban las piernas. Cuando llegué hasta Jack sentí como un millón de descargas eléctricas recorrían todo mi cuerpo, Jack me tomó en brazos y me abrazó efusivamente, no sabía ni como agarrarlo, sentía como si se me fuera a escapar de los brazos.

-Luna, me has hecho mucha falta, te extrañé demasiado-dice sin soltarme de sus brazos, pude sentir como unas cálidas gotas de agua se deslizaban por mi pecho, ¡Oh Dios Mío! Jack está llorando y creo que yo también. 




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