Capítulo 49

Luna

Podía sentir como mi respiración chocaba con la de él. Empezamos con un beso tierno, suave y lento, pero cada vez subía de tono quedando solo la desesperación y el puro deseo carnal. Nuestras lenguas danzan al compás de nuestros cuerpos. Sus fuerte y hábiles manos recorren todo mi cuerpo, como si quisiera memorizar cada tramo de este. Sigue trazando su camino hasta toparse con el cierre de mi vestido, en un tonto intento de desabrocharlo lo rasga completamente, haciendo que de un respingo por el frío que recorre mi espalda. 

Jack se detiene para observar mi pecho ahora descubierto, su campo de visión está bloqueado solamente por el sujetador. Me siento muy incomoda ante su intensa y oscura mirada, siento mis mejillas arder, mis piernas flaquean y me cuesta un infierno mantenerme de pie. Jack me toma en brazos y me deposita en la cama, tras una rápida mirada fogosa me termina de desgarrar el vestido quedando completamente en ropa interior... (¡Wow! que destreza, y se supone que no es experimentado) 

Jack se coloca encima mío apoyándose de las rodillas. Rápidamente me quita el sujetador, sus manos aprietan mis pechos haciendo una especie de masaje que me encanta. Mis pezones se ponen duros a tan deliciosas caricias, me muerdo inconscientemente el labio inferior reprimiendo un gemido, seguidamente tengo otra vez sus labios sobre los míos lanzando pequeñas y placenteras descargas eléctricas. Se quita la camisa al percatarse que estoy observando su cuerpo completamente vestido.

-Te deseo Luna-

-Y..Yo...Demasiado-vuelve a atacar mis labios

Poco a poco va bajando mis bragas. Sin apartar sus labios de los míos, su mano derecha recorre mi cuerpo hasta llegar a lo más profundo de mí. Primero mete un dedo y lo mueve en círculos. Nunca había sentido placer y dolor al mismo tiempo, la sensación era extraña, no me desagradaba en lo absoluto.  Sofoco un grito, cuando introduce lentamente un dedo. Gimo y pido más. Pero Jack saca los dedos y poco a poco se baja los pantalones junto con los boxers. Me quedo embobada mirando su enorme, grande y largo miembro, trago saliva...¿Eso entrará dentro de mí?

-Tranquila Luna tu te dilatas- ¿Y esas palabras deberían tranquilizarme?

Saca un condón del bolsillo de su pantalón, lo rasga y se lo coloca. Es la hora, voy a perder mi virginidad. Luna aún estas a tiempo de arrepentirte, pero no lo haré, ya es hora de madurar.

Y sin pensarlo dos veces me penetra poco a poco, lo hace delicadamente y se lo agradezco. Se mueve lentamente y la sensación es brutal, duele como los mil infiernos, trato de reprimir un grito, puedo sentir como las lágrimas se agolpan al borde de mis ojos. Agarra mis manos y las coloca sobre mi cabeza. Y sigue penetrándome, el dolor se ha vuelto un poco leve y el placer es máximo. 

-Más rápido, por favor-digo entre jadeos.

Va aumentando la velocidad y en la habitación solo se escuchan nuestros sonidos y los golpes secos que hacemos Jack y yo.

Siento que estoy a punto de llegar al orgasmo, mi cuerpo empieza a estremecerse y mis piernas se tensan, Jack lo nota y aumenta la velocidad de las embestidas. No aguanto más, me corro, siento que me desmorono por dentro como si me partiera en miles de pedazos, dos embestidas más y se corre él. Jack se derrumba, quedando yo aplastada por él.

-Jack...Te importaría moverte un poco, me estas asfixiando-

-Cuanto lo siento, Luna.

-No es para tanto-digo al momento que él se acerca a mi cuello, coloca su cabeza entre mi hombro y el cuello, deposita un pequeño beso, puedo sentir sus colmillos rozar mi piel.

-Oh Luna, no sabes cuanto ansío hacerte mía-Dice clavando sus colmillos en mi cuello, es un dolor horrible, siento como las lágrimas se agolpan en mis párpados (denuedo), pero todo ese dolor se convierte en puro placer.

-Eres MÍA-gruñe recalcando la última palabra. Fue lo último que escuché antes de quedar profundamente dormida.