Mi Mate, Mi Reina

Capitulo XVIII

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Celos.

P.O.V. LUKAS.

Bajo las escaleras y al llegar a la sala me encontré con Jacqueline acostada en el sillón aburrida y Jack acostado en el suelo también aburrido, están hablando. Me quedo a un lado de la puerta.

-- ¿Y si no me cae bien? -- pregunta el mocoso.

-- Tendrá, a mi me gusta. -- le responde ella.

-- Pero a mi no.

-- A ti nadie te gusta Jack. -- él ríe.

-- ¿No te alejaras de mi?

-- No, él también te tiene que aceptar. Además es lindo.

-- ¡Es feo! 

-- Hola -- saludo, Jacqueline levanta la cabeza y me sonríe, provocando también una sonrisa en mi. Diosa, es tan linda mi brujita.

-- Hola Lukas.  

-- Deja de mirar a mi hermana -- dice el mocoso y yo ruedo los ojos.

Miro la hora en mi celular -- Bueno, ya me tengo que ir.

-- ¿A donde?  -- pregunta Jacqueline.

-- Al campo.

-- ¿A que? -- a veces es muy preguntona pero solo es un encanto para mí. La primera vez que vio todo la mansión me preguntó sobre todo, no sé cómo fue que llegamos a hablar de mi pero ahora ya sabe más cosas de mi que yo de ella.

-- Tengo que ir a entrenar a controlarse a algunos para cuando llegue su transformación.

-- ¿Podemos ir contigo? -- pregunta el mocoso.

-- Yo puedo ocupar de mi magia, tengo tiempo en no hacer un hechizo. -- dice con una sonrisa traviesa Jacqueline.

-- ¡No! Todos verán a nuestra brujita.

-- Claro. 

-- Si alguien la ve de más, te dejo de hablar.

-- Ajá.

Ellos se levantan emocionados, salimos de la mansión y Jacqueline toma mi mano, un gesto que me hace sonreír.  Jack va detrás de nosotros con su cara amargada de siempre.

-- ¿Siempre tiene que ir a entrenarlos? 

-- No, solo ayuda a veces. 

-- Eso es lindo -- me da un beso en la mejilla. 

Diosa, ya me tiene en sus manos y no me importa.

-- ¿Jack también es un brujo? -- pregunto.

-- No te importa.

-- ¡Jack! -- le reprocha Jacqueline y lo miro mal. Y el niño solo sonríe como angelito, algo que no tiene. Luego dirige su mirada a mi -- No, él es un lobo. 

Asiento y seguimos caminando, caminamos hasta el campo, está algo cerca de la mansión.

Jack sale corriendo a ver el gran campo que hay. Jacqueline mira todo con curiosidad.

-- Se puede sentar, o si quiere jugar un rato hay una pelota de fútbol. 

-- ¡Fútbol sí! -- celebra Jack. Le señala donde está la pelota y él va detrás de ella. 

-- Te mantendré alejada de los demás -- ella ríe.

-- Eres muy celoso.

-- Claro que no. 

-- Eres igual que Jack de celoso.

-- No soy igual que él. 

Ella vuelve a reír y me deja un beso en la mejilla. 

-- Estaré lejos de ellos -- se da media vuelta y se va con Jack, yo la miro por un momento.

Me doy la vuelta, y solo para ver que todos se le quedan viendo, gruñó, ellos se asustan y apartan la mirada de ella.

-- Comencemos -- digo. Les hable sobre cómo transformarse pero como son niños de 16 años y tiene las hormonas alborotadas solo veía a mi brujita, y me les pase gruñendo. Oh, mañana le espera algo pesado.

-- ¡Ponga atención! -- estoy harto ya.

-- Perdón, beta. 

-- ¿Qué fue lo que dije?  -- todos se quedan en silencio. -- ¿Que acaso están sordos o que? Llevó una hora hablando sobre controlarse ¿Qué es más importante que eso? 

-- Es que… -- comienza uno -- la chica ¿Es una bruja? 

-- Si y es mía, así que más vale alejarse de ella antes que le corté la cabeza a días de su transformación. -- ellos tragan saliva. -- ¿Me entendieron? Si veo a alguien cerca de ella, no me importará nada matarlos. 

-- Si… beta.

-- Ahora, a correr todo el campo cinco veces. 

Ellos comienzan a correr, miro de reojo a Jacqueline, quien está acostada en el césped, Jack viene a mi.

-- Lukas.

-- ¿Si?

-- ¿Por que miraban tanto a mi hermana? -- pregunta con el ceño fruncido. 

-- No sé, pero serán castigados.

-- ¿Y si le hacemos una broma? Para que dejen de verla -- se encoge de hombros y yo sonrió.

-- Hazle caso al mocoso, Lukas.

-- Dale. ¿Qué le haremos? 

-- Yo tengo polvo pica, ¡la podemos poner en su ropa! -- saca de su bolsillo y una bolsitas.

-- Me está comenzando a agradar el mocoso.

-- ¿Siempre la llevas contigo? -- pregunto extrañado. Él mira las pequeñas bolsas.

-- No, te la iba a hacer a ti -- lo miro mal -- pero mejor a ellos.

-- Ok, yo distraigo a Jacqueline y tú entraras a los vestuarios y le pondrás el polvo.

-- Ok,. -- sale corriendo y yo voy con Jacqueline. 

Me siento a un lado de ella y abre los ojos.

-- ¿Ya terminastes? -- niego.

-- ¿Te querés ir ya? 

-- No, está mejor estar afuera, pero pensé que tal vez podríamos hacer algo hoy. 

Me acerco a ella -- ¿Como que cosa? 

-- No se, ver una película, así dejó a Jack con el hijo de Joana.

¿Una noche con ella sin el mocoso? Si.

-- Me parece una excelente idea. -- ella sonríe.

-- Por cierto ¿Dónde está Jack?

-- Fue al baño -- excuso.

-- Ah, está bien. ¿Puedo intentar algo… contigo? 

-- ¿Qué cosa? 

Ella toma mis mejillas y acercó sus labios a los míos, ¡Diosa! Me está besando. 

Mierda, parezco como una niña de 12 años que por fin besa a al chico que le gusta, si yo soy la niña porque no fui yo quien beso a Jacqueline sino que ella a mi.

Ella se separa lentamente, dejó salir un suspiro. Ahora seré yo quien la bese. La tomó de la nuca y la atraigo a mis labios, para otro glorioso beso.

***

Termino de ponerme la sudadera gris, me acabo de dar un baño. Salgo del clóset y tocan la puerta. La abro y me encuentro con una brujita con una gran sonrisa.




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