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Celos.
P.O.V. LUKAS.
Bajo las escaleras y al llegar a la sala me encontré con Jacqueline acostada en el sillón aburrida y Jack acostado en el suelo también aburrido, están hablando. Me quedo a un lado de la puerta.
-- ¿Y si no me cae bien? -- pregunta el mocoso.
-- Tendrá, a mi me gusta. -- le responde ella.
-- Pero a mi no.
-- A ti nadie te gusta Jack. -- él ríe.
-- ¿No te alejaras de mi?
-- No, él también te tiene que aceptar. Además es lindo.
-- ¡Es feo!
-- Hola -- saludo, Jacqueline levanta la cabeza y me sonríe, provocando también una sonrisa en mi. Diosa, es tan linda mi brujita.
-- Hola Lukas.
-- Deja de mirar a mi hermana -- dice el mocoso y yo ruedo los ojos.
Miro la hora en mi celular -- Bueno, ya me tengo que ir.
-- ¿A donde? -- pregunta Jacqueline.
-- Al campo.
-- ¿A que? -- a veces es muy preguntona pero solo es un encanto para mí. La primera vez que vio todo la mansión me preguntó sobre todo, no sé cómo fue que llegamos a hablar de mi pero ahora ya sabe más cosas de mi que yo de ella.
-- Tengo que ir a entrenar a controlarse a algunos para cuando llegue su transformación.
-- ¿Podemos ir contigo? -- pregunta el mocoso.
-- Yo puedo ocupar de mi magia, tengo tiempo en no hacer un hechizo. -- dice con una sonrisa traviesa Jacqueline.
-- ¡No! Todos verán a nuestra brujita.
-- Claro.
-- Si alguien la ve de más, te dejo de hablar.
-- Ajá.
Ellos se levantan emocionados, salimos de la mansión y Jacqueline toma mi mano, un gesto que me hace sonreír. Jack va detrás de nosotros con su cara amargada de siempre.
-- ¿Siempre tiene que ir a entrenarlos?
-- No, solo ayuda a veces.
-- Eso es lindo -- me da un beso en la mejilla.
Diosa, ya me tiene en sus manos y no me importa.
-- ¿Jack también es un brujo? -- pregunto.
-- No te importa.
-- ¡Jack! -- le reprocha Jacqueline y lo miro mal. Y el niño solo sonríe como angelito, algo que no tiene. Luego dirige su mirada a mi -- No, él es un lobo.
Asiento y seguimos caminando, caminamos hasta el campo, está algo cerca de la mansión.
Jack sale corriendo a ver el gran campo que hay. Jacqueline mira todo con curiosidad.
-- Se puede sentar, o si quiere jugar un rato hay una pelota de fútbol.
-- ¡Fútbol sí! -- celebra Jack. Le señala donde está la pelota y él va detrás de ella.
-- Te mantendré alejada de los demás -- ella ríe.
-- Eres muy celoso.
-- Claro que no.
-- Eres igual que Jack de celoso.
-- No soy igual que él.
Ella vuelve a reír y me deja un beso en la mejilla.
-- Estaré lejos de ellos -- se da media vuelta y se va con Jack, yo la miro por un momento.
Me doy la vuelta, y solo para ver que todos se le quedan viendo, gruñó, ellos se asustan y apartan la mirada de ella.
-- Comencemos -- digo. Les hable sobre cómo transformarse pero como son niños de 16 años y tiene las hormonas alborotadas solo veía a mi brujita, y me les pase gruñendo. Oh, mañana le espera algo pesado.
-- ¡Ponga atención! -- estoy harto ya.
-- Perdón, beta.
-- ¿Qué fue lo que dije? -- todos se quedan en silencio. -- ¿Que acaso están sordos o que? Llevó una hora hablando sobre controlarse ¿Qué es más importante que eso?
-- Es que… -- comienza uno -- la chica ¿Es una bruja?
-- Si y es mía, así que más vale alejarse de ella antes que le corté la cabeza a días de su transformación. -- ellos tragan saliva. -- ¿Me entendieron? Si veo a alguien cerca de ella, no me importará nada matarlos.
-- Si… beta.
-- Ahora, a correr todo el campo cinco veces.
Ellos comienzan a correr, miro de reojo a Jacqueline, quien está acostada en el césped, Jack viene a mi.
-- Lukas.
-- ¿Si?
-- ¿Por que miraban tanto a mi hermana? -- pregunta con el ceño fruncido.
-- No sé, pero serán castigados.
-- ¿Y si le hacemos una broma? Para que dejen de verla -- se encoge de hombros y yo sonrió.
-- Hazle caso al mocoso, Lukas.
-- Dale. ¿Qué le haremos?
-- Yo tengo polvo pica, ¡la podemos poner en su ropa! -- saca de su bolsillo y una bolsitas.
-- Me está comenzando a agradar el mocoso.
-- ¿Siempre la llevas contigo? -- pregunto extrañado. Él mira las pequeñas bolsas.
-- No, te la iba a hacer a ti -- lo miro mal -- pero mejor a ellos.
-- Ok, yo distraigo a Jacqueline y tú entraras a los vestuarios y le pondrás el polvo.
-- Ok,. -- sale corriendo y yo voy con Jacqueline.
Me siento a un lado de ella y abre los ojos.
-- ¿Ya terminastes? -- niego.
-- ¿Te querés ir ya?
-- No, está mejor estar afuera, pero pensé que tal vez podríamos hacer algo hoy.
Me acerco a ella -- ¿Como que cosa?
-- No se, ver una película, así dejó a Jack con el hijo de Joana.
¿Una noche con ella sin el mocoso? Si.
-- Me parece una excelente idea. -- ella sonríe.
-- Por cierto ¿Dónde está Jack?
-- Fue al baño -- excuso.
-- Ah, está bien. ¿Puedo intentar algo… contigo?
-- ¿Qué cosa?
Ella toma mis mejillas y acercó sus labios a los míos, ¡Diosa! Me está besando.
Mierda, parezco como una niña de 12 años que por fin besa a al chico que le gusta, si yo soy la niña porque no fui yo quien beso a Jacqueline sino que ella a mi.
Ella se separa lentamente, dejó salir un suspiro. Ahora seré yo quien la bese. La tomó de la nuca y la atraigo a mis labios, para otro glorioso beso.
***
Termino de ponerme la sudadera gris, me acabo de dar un baño. Salgo del clóset y tocan la puerta. La abro y me encuentro con una brujita con una gran sonrisa.