Mi Mate, Mi Reina

Capitulo XXX

Antojos.

P.O.V. ETHAN.

Me levanté de la cama y Lexie no estaba, ¿Dónde se había metido? Miro el reloj en la mesita de noche, marca 2:12 am. 

Salgo de la habitación para bajar las escaleras, al llegar al último piso voy a la cocina. Al entrar la veo de espalda, debe de estar comiendo algo. Me acerco y me siento a su lado, ella no me pone atención. Carraspeo y solo así dirige su dulce mirada a mi, me sonríe como si hubiera hecho una travesura. 

-- ¿Como te digo que ya no hay chocolate y se me antoja comer chocolate con leche y fresas, ah y también un sándwich?  -- le reviso el rostro, tiene unas mumujas de galletas a un lado de su boca. 

Río y acerco mi mano a su rostro para limpiarla, ella solo mira cada movimiento. 

-- Iré por tus antojos. -- ella me sonríe.

-- Ya decía yo que no me había equivocado en casarme contigo. -- río y ella se encoge de hombros con una sonrisa. -- Ya regreso, te amo. -- le doy un beso en la frente. 

-- ¡Yo te amo más! -- salgo de la cocina y subo a la habitación, tomo mi celular y le marco a Lukas. 

-- ¿Hola? -- contesta, tomó las llaves.

-- Necesito de tu ayuda. 

-- Ethan, déjame dormir, no quiero ir contigo por miel. 

-- No es miel 

-- Ni por chocolate. 

-- Oh, vamos.

Se escucha un suspiro de su parte -- Bajó en diez. -- cuelga y con una sonrisa de triunfo bajo las escaleras y voy de nuevo a la cocina. Lexie está en la misma posición, solo que ahora come un pedazo de pastel. 

Me acerco a ella le rodeó la cintura -- Vendré con tus cosas. No te duermas.

Ella ríe -- Cuando se trata de comida no me duermo.

-- Te amo -- le doy un beso en la mejilla y me alejo.

-- ¡Yo te amaré más si me traes mi comida! -- río. 

Salgo de la mansión y encuentro a Lukas ya esta afuera en la camioneta ¿Como le hace para salir tan rápido? ¿Acaso es flash? 

-- ¿Cómo le haces para venir tan rápido? -- pregunto cuando subo de copiloto a la camioneta.

-- Camino con los pies -- responde mientras comienza a conducir y yo lo miro mal.

-- Que chistoso te has vuelto. 

Él ríe, conduce hasta un pequeño supermercado. Tuve que hacer uno que estuviera abierto 24/7 para que cada vez que Lexie quiera algo y no me toque ir lejos. Claro está, que ella no lo sabe.

-- ¿Ya tiene su habitación? 

-- Ya solo faltan pocas cosas.

-- ¿Soportaras tres niños? -- pregunta divertido.

-- He soportado muchas guerras ¿Como no voy a soportar a tres niños? 

-- Por que no soportaste a Saúl por un día solo y mi madre te ayudo, que por cierto te mandas saludos y está muy feliz que ya serás padre. 

-- Primero, con lo de Saúl fue diferente, segundo, ¿Cuando hablaste con ellos? 

-- ¿En que fue diferente? Y fue hace una semana.

-- Que no era mío -- él ríe -- ¿Y hasta ahora me lo dices? 

-- ¡Que gran diferencia! 

Llegamos al supermercado y bajamos de la camioneta. 

-- Ya quiero ver cuándo Jacqueline esté embarazada.

-- Ya tengo mucho con Jack, no quiero más pleitos, gracias.

Ruedo los ojos, entramos, busco la comida que quería Lexie y algunas cosas extras, por si le da más hambre. Lukas lleva algunas cosas, que por cierto, esconde la comida de Lexie ya que dice que se come todo y terminan discutiendo, y en algunas ocasiones, cuando Lexie está más sensible y discute con Lukas termina llorando, y yo sin esperar explicaciones, llevó mi puño a la cara de Lukas.

Pagamos las cosas y regresamos a la mansión. Al entrar Lukas sale corriendo con sus bolsas a su habitación.

-- ¡Para la próxima ya no quiero ir! -- grita y yo río.

Voy a la cocina, donde Lexie está de la misma manera, solo que ahora no tiene cómoda sino que en el celular.

Me acerco y dejo las bolsas enfrente, ella emocionada saca la comida. Comienza a comer y contarme lo que ha hecho cuando no estoy o lo que tiene planeado por hacer, yo solamente la miró con adoración, se ve tan tierna con sus mejillas abultadas de comida. 

***

-- ¡Mira que bonito! -- exclama con alegría mientras me muestra el pequeño peluche de un Minions.

Estamos en la plaza, Lexie quería comprar algunas cosas, sobre todo comida, pero terminando en una tienda que vende cosas para bebés.

-- ¿Lo podemos comprar? -- pregunta aun con su sonrisa.

-- Si lo quieres.

-- ¡Yes! -- echa el peluche en la cesta, lleva mayormente ropa.

-- ¿Qué más quieres comprar? 

-- Creo que ya tenemos mucho. Su habitación está llena. Ah, y Nico llegará mañana a cenar con nosotros. 

-- Está bien. ¿Ya hablaste con tu hermano? 

Ayer se enojó con él, ¿Razón? No se. Solo se puso a dar vueltas en la habitación y lo insultaba de mil maneras mientras que yo sólo la miraba.

-- No quiero hablar con ese descerebrado. 

-- Es tu hermano.

-- Pero eso no le quita lo descerebrado. -- río. 

-- Pero es lo que te tocó de hermano. -- ella rueda los ojos y yo sonrió divertido.

-- ¿Sabes? Estuve pensando que sería salir un rato afuera de la manada.

-- No -- respondo de inmediato.

-- Ni me has escuchado -- se queja -- Solo para distraerme un rato.

-- Sal a dar un paseo por la manada. -- ella me mira mal. 

-- Quiero salir a otro lugar. 

-- No. No expondré a mis hijos, ellos no saldrán hasta que tenga 18 años.

-- Cuando tenga 18 años comenzará a buscar a su mate. 

-- Entonces saldrán. 

-- Eres todo un caso.

-- Y todo tuyo -- sonrió y ella ríe.

Nos acercamos a la caja y pagamos las cosas, llevó las bolsas en mis manos, no me gusta que cargue cosas ella en su estado, podría hacerse daño.

Vamos al auto, dejó las cosas en la cajuela y subimos para irnos.

-- ¿Y si la primera en encontrar a su mate es la niña? -- pregunta mientras salimos del estacionamiento.




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