Mi Mate...Una Bruja

1.- Buena Samaritana

 SOFÍA

Se suponía que ya debía haber comenzado el verano; sin embargo, en los últimos días el sol solo nos ha acompañado en las mañanas y las tardes con solo salir cinco minutos era suficiente para estar empapados. Vivo a cinco minutos (en auto, caminado tal vez 15 o 20 min) del centro del pueblo, despierto con el canto de las aves y el sonido algo lejano de un pequeño riachuelo.

Siempre me levanto a observar por mi ventana el extenso terreno en donde resido, justo en frente de la puerta está un hermoso camino de piedras que ayuda mucho en época de lluvias, detrás de los linderos se podían ver algunas vacas de los vecinos pastando, terrenos de maíz y otros de legumbres; pero lo que más me gustaba era la tranquilidad que aquel divino paraje transmitía y era el lugar más seguro para no dejar escapar los secretos... mis secretos.

Sé que lo había olvidado pero ya... ahora mismo me presento soy Sofía Grant, tengo 23 años, tengo el cabello lacio castaño un poco más alto de la cintura, mis ojos son color café, mi nariz es fina, mis labios son carnosos y muy rosados (demasiado para mi gusto) parecían estar perfectamente delineados aun cuando no uso maquillaje (regularmente), soy de contextura normal mis caderas son más “llamativas” de lo normal (eso se lo debo a mi madre), soy más alta que el promedio mido 1,70. Trabajo como secretaria en una de las pocas empresas grandes que decidió poner una franquicia en el pequeño pueblo, gracias al cielo no hay que usar uniforme y puedo ir vestida con lo que se me antoje; aunque para eventos formales el terno es indispensable.

Suelo dormir como una bebé; pero hoy es la excepción tenía una extraña sensación que me agitaba de sobremanera, mire por la ventana aun no rayaba la luz del amanecer, fui a la cocina para servirme un poco de agua. Decidí ir por un delicioso capucchino camino al trabajo eso me serviría para relajarme, fui a cambiarme tome un jean azul, una polera ploma y me coloque mis zapatillas favoritas de color negro, en mi cabello tan solo me hice una coleta no quería llevarlo sueloto solo hoy. Me mire en el espejo y estuve satisfecha con lo que vi, tome mi morral negro, mis llaves y mis audífonos. El camino fue sin mayores contratiempos; pero aun asi la sensación no desaparecio.

Suelo entrar en la cafetería que quedaba después del edificio donde trabajo; aunque estaba con algo de pereza y decidi entrar en una que quedaba unas cuadras antes de mi trabajio, no había mucha gente asi que no demore mucho, el sabor era muy bueno pero no igual al que me encantaba estaba a la temperatura perfecta para este clima.

Fui directo a mi oficina todos corrian de un lado a otro incluso aquellos que solian llegar tarde estaban ahí, saque mi celular para ver la hora no vaya a ser que yo estoy mal de horario. Aun faltaban cinco minutos para el horario regular de entrada. Camine tratando de no tropezar con nadie, llegue a mi pequeño escritorio delante de la oficina del sub gerente y me dispuse a pasar los contratos al computador no tenia trabajo atrasado; pero durante este mes ha habido muchas licencias de todo tipo y el personal para reemplazar era una cantidad considerable.

-. Sofia – era la voz de mi jefe Santos que me llamaba desde su puerta – ven – me levante casi de un salto estaba muy raro, siempre era cortes y muy amable aunque hoy se le notaba nervioso mas de lo usual

-. Santos, buenos días para ti también – dije ni bien entre a la oficina, él me miro y me quizo dar una sonrisa aunque mas que eso era una mueca

-. Lo siento – dijo señalándome que cerrara la puerta – es solo que van a mandar a un familiar directo del grupo de socios para que ocupe la dirección y se quedara por un tiempo aca – solto sin respirar como si de un trabalenguas se tratara.

-. Y por eso el alboroto – dije señalando para afuera de la oficina – no entiendo por que el caos todo ha funcionado bien , el trabajo esta de maravilla, a parte no hay mucho que podamos hacer esta es una sucursal pequeña en comparación de lo que ellos manejan

-. No lo se – dijo agarrándose el pelo – pero hay rumores de que el nuevo director es difícil de tratar dicen que con solo mirarte puede hacer que llores

-. Santos llevamos suficiente trabajando aquí para saber que solo es un chisme de oficina – dije tratando de contener una carcajada que quería soltar en ese momento – es cierto que rara vez hemos visto a alguien entrar en la oficina de director; pero estamos preparados y hacemos nuestro trabajo dando mas del cien por ciento

-. Quizá tengas razón y me estoy preocupando de mas pero…. – su expresión no me gustaba nada el aparte de mi jefe era un gran amigo me llevaba casi diez años pero de mente era mas niño que yo – hay algo que no te he dicho

-. Pues suéltalo de una vez no me dejes con la intriga – respondí rápidamente

-. Va a ver muchos cambios en cuanto al personal, no creo que sea capaz de despedir a alguien; pero si de moverlos de las áreas en las cuales trabajan para probar sus habilidades – termino de hablar y me miro, yo estaba atónita es cierto tal vez no nos despidan; sin embargo siempre hacían cambios y nosotros nada podíamos hacer al respecto.

-. Por mi no hay problema solo nos queda aguardar y esperar que el nuevo director no sea un ogro – respondi – ahora si me disculpas seguire con mi trabajo. El asintió sali de la oficina y estaba en mi escritorio, me sentía nerviosa y ansiosa; era raro ver a alguien de la junta directiva venir hasta la sucursal pero al fin y al cabo cual era el problema esta era su empresa.

Santos me dio la tarde libre ya que debía prepara una reunión con los detalles de los últimos meses, y yo ya había culminado mi trabajo; era horsa de ir a casa.

Pero en el camino decidi probar la torta mocca y llegar a casa para ver un poco de televisión; la panadería estaba vacia y fue sencillo disfrutar la pequeña porción de mi postre, cuando emprendia el camino a casa tuve la extraña sensación de que algo iba a pasar (no sé si bueno o malo), sentí miedo asi que apresure el paso. A lo lejos se escucharon unos truenos espantosos de esos que te ponen los pelos de punta, eso era señal de que pronto llovería y yo sin una casaca (o algo para cubrirme).




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