Mi Mate...Una Bruja

COINCIDENCIAS

Sofía se había vuelto a dormir después de ese sueño extraño, estaba profundamente dormida; hasta que su reloj despertador empezó a sonar había olvidado desactivarlo, comenzó a despertar y sintió algo suave en sus manos, entonces vio el abrigo su mente se trasladó a la madrugada una ligera sonrisa en su rostro delataba cierto nerviosismo.

Comenzó a realizar su rutina diaria recordando el vestirse apropiadamente antes de bajar a la cocina a prepararse el desayuno.

Solía preparar algunas tostadas y tomar café, pensó en hacer lo mismo para su invitado, aunque debía de prepararle algo más contundente porque ayer parecía estar muy débil, llegó al final de las escaleras perdida en sus pensamientos hasta que un ruido de ollas la saco de ellos, se adelantó un poco y asomo su cabeza para ver que sucedía en su cocina y vio a aquel extraño de espaldas “cocinando”, retrocedió un poco respirando una y otra vez hasta que ella considerara calmarse ya que su corazón se había acelerado de la nada y salió para poder hablar con él, era extraño darle confianza a alguien que apenas había conocido, además estaba en su casa ya había pasado una noche algo extraña; pero finalmente habían estado a solas durante toda una noche y ella debía iniciar una conversación “normal”.

Cuando se sintió lista camino hacia la cocina, antes de hablar decidió tomar aire para no trabarse…

-. Buenos días – dijo colocándose frente a él - parece que ya estas mejor – lo examinaba, y trataba de no delatar los nervios

-. Buenos días – respondió dejando la sartén y Sofía pensó que si era la misma voz - sí, me siento mejor aunque aún duele un poco – señalo su brazo que aún estaba cubierto por la gasa

-. Bueno, se veía muy mal, era profunda aunque ya no sangraba -- trato de sonar calmada – dime ¿en qué te ayudo? ¿O quieres que revise la herida?

-. Tranquila - dijo dándole una sonrisa amable – aunque este herido aún puedo hacer un desayuno de agradecimiento y en cuanto a la herida te parece después de comer

-. ¿Agradecimiento? – estaba extrañada

-. Bueno de no haberme encontrado, traído a tu casa y curarme quien sabe si aún estaría con vida ahora – dijo llevando los platos a la mesa

-. No fue nada – hizo una breve pausa – solo hice lo correcto

-. Sí, pero te debo la vida y siempre estaré en deuda – dijo sirviendo el café – ahora por favor siéntate y espero que mi desayuno sea de tu agrado

-. Gracias – dijo con una ligera sonrisa – aunque…

-. Debo disculparme – interrumpió él – en la madrugada me sentía confundido, y frustrado, a parte que la adrenalina que había experimentado durante el ataque volvió al igual que los recuerdos y sé que me comporte como un cavernícola

-. Me acabas de dejar sin palabras estaba por decir que parecías ser otra persona – rio sin querer y se sonrojó – lo siento, ahora pareces otro

-. Este soy yo en realidad – dijo señalándose de pies a cabeza – bueno aunque mejor vestido claro, creo que me fue realmente mal ayer mi ropa está hecha harapos

-. No esta tan mal - lo examino con la mirada - si te estas disfrazando de un mendigo – ambos rieron y desayunaron.

Sofía estaba pensando que algunas prendas de su padre le podían quedar, porque en realidad se veía muy mal, tenía toda su ropa rasgada, esta idea le daba vuelta en su cabeza, finalmente decidió disculparse e ir al almacén donde se encontraban las cajas con todo lo que fue de su padre, sacó una camisa manga larga color lila, un pantalón plomo buscaba un saco ; pero solo hallo unos zapatos negros que los llevó ya que los de él estaban totalmente embarrados, tomó aire y los llevó para que se los probará…

-. Tal vez… - debía aclarar sus garganta ya que parecía iba a quedarse sin voz – puedan servirte temporalmente, eran de mi padre – extendió ambas manos ofreciéndole la vestimenta

-. Gracias – se apresuró a tomar la ropa – te la devolveré en cuanto pueda, tratare que sea el menor tiempo posible

-. Está bien - se entristeció – lo harás cuando te sea posible – trato de disimular lo mejor que pudo, miraba alrededor para evitar llorar era extraño que se sintiera así

-. Gracias – volvió a decir, sonrió y se dio media vuelta; pero al poco tiempo regresó - ¿dónde puedo… - señalo su cuerpo entero

-. Al fondo a la izquierda – respondió dejando escapar una sonrisa

Decidió recoger la mesa, mientras esperaba a ver cómo le quedaba, en parte se sentía emocionada y ansiosa a la vez, de pronto se vio a sí misma mas sonriente “esto es patético” se repetía. De repente escucho una ligera tos a sus espaldas, él estaba de pie con los brazos extendidos a ambos lados, todo lo quedaba como si hubiera sido mandado a hacer a la medida, se veía diferente; pero sin duda era su estilo, se veía más guapo, ella trataba de disimular todo lo que su cabeza pensaba en ese momento.

-. Bueno ¿Qué tal me veo? – se giró para mostrar su atuendo completo – dime algo soy todo oídos – dijo impaciente y con un amplia sonrisa

-. Se te ve bien – trataba de estar calmada – parece que fuera tuya – levanto su pulgar para darle el visto bueno y sonrió.

-. Gracias – sonrió – es hora de que vaya a trabajar – su sonrisa había desaparecido

-. Yo igual. No puedo llegar tarde a ZY…

-. Trabajas en ZY – casi gritaba – debe ser un coincidencia

-. No te entiendo – volteó para ponerse frente a él

-. Es la empresa de mi... tío, estoy aquí hace una semana; aunque aún no me he presentado quería primero conocer el lugar y…

-. No salió nada bien – lo interrumpió – debiste molestar a alguien, he vivido desde niña aquí y solo si te metes donde no debes te pasarían algo así

-. Si puede ser – sonrió – vamos, igual debemos llegar al mismo lugar.

"Que coincidencia" penso él




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