Sofía volvió a abrir el libro en la sección de los dones que está diosa ofrecía a sus elegidos, eran demasiados; pero el que llamo su atención fue la CONEXIÓN TELEPÁTICA el individuo será capaz de escuchar los pensamientos de la persona que se lo proponga. Se miraron perplejos el simplemente había querido saber que era lo que tanto la incomodaba y sin proponérselo había logrado establecer una conexión con ella.
-. Tienes muchas habilidades si lo que dice esté libro es cierto – dijo ella recobrando la postura
-. Bueno ahora sé que poseo una nueva – trató de sonreír
-. Aquí dice que eres capaz de matar a cualquier criatura sin mover un músculo solo con tu pensamiento
-. No sé si estar feliz o tener miedo
-. Venga, debemos entrenar no dices que ya estas harto de que otros te protejan y tu no poder hacer nada
-. Lo sé; pero que pasa si no soy capaz de manejar dichas habilidades o peor aún si pierdo el control, porque soy bastante impulsivo y ya en distintas ocasiones e dañado a mis allegados aún sin ser consciente, no… - sintió que tomaban su rostro
-. Mírame – dijo alzando su rostro – estoy segura que tú puedes con esto y yo estaré aquí para apoyarte, estamos en esto juntos
-. Está bien – dijo sorprendido y alzo sus manos para colocarlas sobre las de ella, nunca alguien había sido capaz de decirle lo mucho que confiaba en él y no quería decepcionarla.
-. Entrenaremos todos los días después del trabajo y los fines de semana sino te incomoda podrías quedarte aquí – bajó sus manos para que no notara que temblaba.
-. Por mí no hay problema – dijo confundido – por ahora creo que ha sido demasiada información para ambos deberíamos descansar y… - de afuera provino un ruido como una explosión que puso en alerta a ambos - ¿Qué fue eso?
-. Es el escudo protector de la casa alguien no deseado está tratando de entrar (aunque ahora que lo pienso como pudo entrar él si ella no lo había invitado después averiguaría eso) – trató de concentrarse – de seguro alguien nos siguió
-. Pero nadie… - otro fuerte golpe – Helen – soltó sin más
-¿qué? – tenía los ojos abiertos como platos
-. Es la única que se me ocurre pueda estar tras de nosotros – dijo tratando de explicarle – ella es una sangre pura, y no le gustó nada lo último que le dije como despedida
-. Dime que no tiene que ver conmigo – inquirió ella sabiendo la respuesta
-. Lo lamento – bajó la cabeza ya que no sería capaz de reconocer sus sentimientos – pero no dejaré que se te acerque
-. No te preocupes se defenderme muy bien – dijo seria – pero… - buscó sus ojos
-¿qué pasa?
-. Ella no es una sangre pura – soltó sin desviar la mirada – mi escudo me protege de cazadores, demonios y demás que estén del lado de la oscuridad.
-. Es... estas se... segura – balbuceó él – pero… - no había que replicar él no la conocía lo suficiente
-. Más que segura ella te ha estado mintiendo, sabes perfectamente que no puedo mentir aún siento la conexión lo que no entiendo es porque no siento la presencia de un vampiro sino de…
-. Un demonio – completó el la frase
-. Exacto será mejor que andemos con cuidado no sabemos hasta que punto ella cree que estamos al tanto veamos sus planes – él asintió – “este es el plan vamos a salir como si hubiésemos estado haciendo cosas del trabajo, y como ella querrá irse junto a ti, te toca tratar de sacar algo de información; cuando haya algo que quieras que yo escuche usa la conexión para que yo escuche”
Salieron y actuaron según el plan de la nada Helen se les acercó, Sofía miraba ambos lados esperando que alguien más estuviera junto a ella y a esa persona identificarla como el demonio; pero solo estaba ella…
-. Sebastián – dijo corriendo hacia él – gracias al cielo, estaba perdida
-.Pensé que me estabas siguiendo – dijo indiferente y sin corresponder a su abrazo – “tranquilo por el momento hay que tenerla de nuestro lado” – miró a Sofía al parecer ella también podía usar la conexión cuando quería
-. Cariño jamás haría eso – dijo colocándose entre ambos – no sabía que esta era casa de tu asistente – dijo con cierto desprecio en sus palabras
-. Sofia es su nombre ya te lo dije – lo estaba llevando al límite de la paciencia – “esto es un castigo ayúdame” – suplico mirando a Sofía que contenía una carcajada
-. “Bien quieres que la desmaye” – intervino por su conexión – “ni hablar no sé dónde diablos vive” – dijo sonriendo
-. Solo quiero recuperar tu cariño y poder estar otra vez junto a ti – la voz chillona de Helen los despertó por un momento – dame una oportunidad
-. Lo siento la única oportunidad que puedo darte es ser mi amiga
-. Lo dices por ella – refutó molesta – ella no te puede dar lo que yo
-. “Sofía no tienes algún conjuro que haga que ella hable, no creo poder soportarla más” – dijo inquieto
-. “tranquilo a mí no me afecta nada de lo que diga” – le parecía tan divertida la situación
-. “Yo no respondo si sus palabras hacen que yo reaccioné” – le guiño un ojo y ella quedo perpleja
-. … ella no es nadie – Helen había estado dando un largo discurso
-. Te voy a pedir que te disculpes, te lo advertí ella es mi amiga y no dejaré que tú ni nadie la traté mal – “estoy perdiendo la paciencia”
-. No me voy a disculpar con una cualquiera – trató de golpearla; pero Sebastián se había puesto en medio – porque la defiendes de verdad te gusta – gritaba
-. “No me dijiste que era una loca ha” – estaba sorprendida por la reacción de él ya que de esa bruja (con el respeto de sus colegas) se lo esperaba
-. “Creí que ya lo habías notado” – dijo sonriendo – sí me gusta – gritó
-. No puede ser ella jamás te aceptará si sabe tu secreto – decía ella ya fuera de sí
-. No me importa si tiene un secreto él es una gran persona y aún mejor como amigo no creo que su secreto sea tan malo – Sofía no pensaba intervenir; pero esa mujer sacaba a cualquiera de sus casillas