Mi Mate...Una Bruja

TENTACIONES

-. “Algún día ahora voy a enviarla a casa” – Sofía cerró sus ojos para poder entrar en su mente y descubrir lo que quería, cuando lo hallo la noqueo con un simple chasquido de dedos y la hizo desaparecer para que ella fuera a su casa.

-. Eres estupenda – la abrazó y como ella no rechazaba su acercamiento sonrío

-. Pasemos ya comienza a oscurecer y no me agrada estar fuera – dijo estática ese abrazo la había tomado por sorpresa y sentir su calor estaba haciendo que su corazón comenzará a palpitar como loco

-. Está bien – él la siguió y una vez dentro ella se detuvo cerca del camino de piedras

-. Antes de quisiera practicar un poco de defensa cuerpo a cuerpo si no te molesta – dijo sin voltear – hace mucho que no practico y dado los últimos acontecimientos creo que debo prepárme, ¿me ayudas? – dijo girándose para verlo

-. No quiero lastimarte – dijo la verdad era que apenas se había podido controlar cuando entrenaba con sus primos y su padre

-. Vamos no me digas que te parezco tan débil – inquirió colocándose delante de él y con un movimiento ágil colocó su mano por detrás de su nuca y con sus pies lo derribó al suelo y sonrió

-. Eso es trampa no estaba preparado – dijo jalándola para que cayera; pero ella se soltó fácil de su agarre, ambos se miraban y sonreían – bueno será mejor comenzar.

Estuvieron cerca de una hora entrenando, ambos habían terminado reiteradas veces en el suelo, sus pechos subían y bajaban tratando de recuperar el aire, Sebastián pensó que tenía una oportunidad de asestar un golpe así que tiró un puño que ella logró esquivar y tomo su brazo, él estaba exhausto así que la jaló para que ella se pegará a su cuerpo; pero al no medir su fuerza ambos cayeron, ella encima de él muy cerca de su rostro y ambos se quedaron mirando fijamente; él creía que había llegado su oportunidad de poder sentir esos labios entre los suyos; sin embargo ella con rápido movimiento se levantó…

-. Creo que ya fue suficiente por hoy – estaba agitada pero no era por el entrenamiento – vamos a ducharnos mañana continuaremos por ahora digamos que es un empate – demonios estaba segura que era lo más cerca que había estado de un hombre; aunque Sebastián no había intentado nada ella se moría por probar sus labios, necesitaba una ducha fría urgente

-. Está bien; pero te aseguro que mañana estaré mejor preparado – dijo levantándose y lamentándose no haber podido reaccionar a tiempo. Cuando entraron en la casa ella le indicó que él podía asearse en el baño del primer piso y ella le traería algo de ropa y demás.

Sofía subió de dos en dos las escaleras estaba muy agitada, tomo unas toallas, algunos polos de su padre y ropa interior de varón también entonces sintió que el calor subía a sus mejillas; bajó rápido antes que se arrepintiera y él estaba sin su polo y pantalones solo en bóxer…

“no creo que esta noche puedas dormir, mira su cuerpo está como el chocolate”

Genial su conciencia no la ayudaba justo en ese momento; pero en realidad ese hombre estaba más bueno que el pan, sus abdominales estaban marcados y no tenía ni un solo vello en su pecho, de sus piernas ni hablar estaban bien formadas y más duras que la de un jugador de rugby; sacudió su cabeza tratando de aclarar su mente y no caer en esa tentación…

-. Te traje esto – extendió las manos – shampoo y demás ya están en el baño

-. Gracias – dijo y al mirarla se dio cuenta de lo sonrojada que estaba y pronto cayó en cuenta de cuál era la razón – disculpa que me haya desvestido; pero sentía que la ropa se me pegaba demasiado

-. No hay problema – dijo mirando al suelo – bueno aséate yo debo ir a hacer lo mismo – sin esperar respuesta salió corriendo por las escaleras debía darse un baño urgente su mente estaba fantaseando muchas cosas indecentes que no era normal para ella.

Dejo caer su ropa y fue directo a la ducha el contacto del agua helada con su piel hizo que diera un pequeño grito y hasta que se acostumbrara, termino de bañarse y se dio cuenta que no había traído su toalla, no recordaba haber puesto seguro a su puerta así que lo más silenciosa que pudo salió a coger la toalla que estaba al lado de su ropero…

-. Sofi… - sus manos estaban a punto de coger la toalla cuando escuchó que él la llamaba y había entrado en su cuarto, ella estaba desnuda de espalda, lo más rápido que pudo tomo la toalla y se cubrió – l-lo si-siento – tartamudeó

-. Deja que me cambie y hablamos, por favor – su voz comenzaba a quebrarse su autoestima no era la más alta que digamos y quería llorar por permitir que él la viera así

-. No llores – respondió ignorando lo que ella le pedía – no me gusta verte así – se acercó y la abrazó

-. Es que… - no encontraba las palabras que en ese momento buscaba

-. Lo lamento soy un idiota debí llamar - dijo él para que ella se tranquilizara – no debí entrar así

-. Lamento que me hayas visto así yo sé… - el coloco su dedo sobre sus labios y los recorrió suavemente

-. Eres hermosa y no admito discusión – dijo repasando sus labios, si seguían así él sentía que no era capaz de poder seguir aguantando aparte de que estaba comenzando a excitarse y quizá eso no era lo correcto para el momento; pero de solo recordar el cuerpo de Sofía no podía evitarlo, sus ojos no se podían aparte de aquellos ojos marrones que parecían hipnotizarlo…

-. Te estoy mojando – susurró Sofía muy nerviosa esa cercanía hacía que sus piernas se derritieran sino fuera porque él la estaba sujetando ya estuviese en el suelo

-. No importa – su voz ronca lo delataba estaba poniendo toda la fuerza de voluntad que le quedaba para no quitarle la toalla y tomarla en ese preciso instante, su erección atrapada en su pantalón le comenzaba a causar cierto dolor, sonriendo y negando con la cabeza se alejó poco a poco aunque no deseaba hacerlo – si supieras que me estas volviendo loco – salió y fue al primer piso debía deshacerse de ese problema.




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