Fue difícil para ambos lograr conciliar el sueño, las horas parecían pasar lentamente. Sofía tenía la mano encima de su corazón el cual se aceleraba de recordar lo sucedido hace poco, él era capaz de ponerla tan nerviosa que ella no estaba segura de poder resistir su cercanía. Por otro lado Sebastián había pasado un buen rato en el baño para poder resolver el “pequeño inconveniente” que le había provocado Sofía sin querer; nunca se había sentido así por ninguna chica ni siquiera “ella” había sido capaz de mantenerse en sus pensamientos por tanto tiempo y en ninguna ocasión con su cercanía le había provocado tales sensaciones.
SOFÍA
No paraba de dar vueltas en la cama y en su mente solo se encontraba la imagen de aquellos labios que tanto le provocaba besar; pero no sabía si hubiera sido capaz de resistir solo a UN beso de él. De la nada recordó cuando su abuela venía de visita y a ella le encantaba escuchar la historia de su romance con su abuelo, él fue su mate y ella después de su muerte había preferido quedarse sola porque su corazón era incapaz de sentir todo ese amor por alguien más…
-. Sabrás cuando te llegue el amor mi niña – decía acariciando su mejilla, siempre ella se sentaba en una mecedora que su padre tenía especialmente para sus visitas y la colocaba entre dos muebles - Sofía prefería sentarse en la alfombra para prestar atención a cada palabra, gesto y/o ademán que hiciera su abuela – todos tenemos a alguien ya destinado para nosotros y ambos estarán tan locos el uno por el otro que no podrán estar separados, si uno de los dos está lejos ten la certeza que en su cabeza, corazón y su alma solo tú estarás presente – Sofía sonreía por cada palabra deseaba tanto encontrar a su alma gemela.
“Es un lindo recuerdo” – la voz de Sebastián la sorprendió
“No deberías estar espiándome” – replique algo incomoda era un recuerdo privado y él no debería estar husmeando donde no lo llaman
“Lo siento, no te molestes e solo que no puedo dormir y pensaba en hablarte por eso usé la conexión; pero no pensé que yo también podía observar tu recuerdo como si estuviese ahí” – se defendió de inmediato
“La próxima vez avísame o te haré saber algo de los poderes que poseo” – amenace
“Por favor discúlpame” – rogó no la quería ver molesta y menos con él
“Porque no subes y hablamos el usar la conexión hace que desgaste energía innecesariamente” – tan pronto termine de hablar me arrepentí, estaba en pijama que consistía de un polo pequeño de tira color rosa palo y unos shorts algo pequeños
“Ya voy” – cortó la conexión moría por al menos estar cerca de ella. Cuando llegó tocó la puerta no quería incomodarla ella fue a abrir la puerta; sus ojos se abrieron demasiado estaba con una pijama diminuta y él era hombre “por Dios” había pensado y trataba de controlarse
-. Cierra la boca – dije con algo de picardía al ver su expresión
-. Lo siento – dijo sacudiendo su cabeza y evitar pensar todo lo que ella vestida así le provocaba
-. Pasa – me hice a un lado invitándolo a pasar – puedes sentarte en mi cama
-. Es muy bonita – tenía una cama en el centro con sábanas y edredones plomos, al lado derecho tenía un ropero de tres puerta con un pequeño espejo en la puerta de la izquierda, al lado izquierdo un velero con una pequeña lámpara en forma de rosa sobre él. Las paredes era blancas y solo había una ventana justo detrás de la cama a la cual solo se podía llegar a mirar subiéndose sobre esta – te sobra algo de espacio
-. Papá siempre decía que no tenía por qué encerrarme a estudiar así que mi “zona de trabajo” está en la planta baja – como vi que él no se movía lo tome del brazo y lo llevó al borde de la cama – tranquilo se defenderme – sonreí
-. Ya lo sé – levantó las manos en señal de rendición
-. Bueno hoy mencionaste algo que me dejo en duda – dije sentándome en su lado
-. ¿Qué dije? – estaba algo sorprendido
-. Que cuando no te controlas ciertas cosas pasaban me las puedes explicar
-. Cuando estoy enojado demasiado, las luces comienzan a pestañear o si hay fuego cerca este comienza a tomar mayor fuerza; las veces que me siento frustrado digamos que la tierra se mueve – dijo dudando para encontrar la forma de decir las cosas correctamente
-. Tienes la magia elemental o de elementos puedes controlar el agua, fuego, tierra y aire – dije con una sonrisa y muy segura – te tomará un poco de tiempo controlarla del todo; pero sé que tú lo puedes hacer – agarre su manos con un suave apretón la verdad deseaba mucho poder volver a sentir su piel junto a la mía
-. Pondré todo de mi parte para no defraudarte – dijo sujetando más fuerte su mano; pero sin llegar a lastimarla – mañana debemos practicarla
-. Claro; aunque… - levante mi rostro para poder mirarlo a los ojos – usando solo el poder de tu mente eres capaz de matar a alguien, es como si internamente lo atacaras en sus órganos vitales, le causarías demasiado dolor a quien eligieras para llevar ese destino. Puedes paralizarlo, y revertir sus ataques contra ellos; pero sufrirían demasiado – me entristecí no me lo imaginaba asesinando a nadie de ese modo y a la vez me daba algo de temor
-. Trataré de no usar ese poder; pero no sé si pueda controlarme si alguien llegase a herir a alguien a quien quiero – dijo acariciando mi mejilla – no quiero que me temas
-. No estas usando otra vez la conexión ¿verdad? – dije sorprendida
-. No, para nada solo que me pareció ver miedo en tu mirada y no podría soportar que me vieras así – su mano se deslizaba hacia mi barbilla
-. Eso espero – si seguía así no iba a poder resistir más – aquí está el libro – lo saqué debajo de mi almohada y me alejé de él
-. Lo tenías escondido, trataba de entenderlo – dije acostándome de barriga para poder leerlo, él se acostó al lado mío – aunque encontré un poder interesante que sí me gustaría practicar
-¿cual? – pregunto extrañado