PRÓLOGO

El cielo estaba oscuro, sin rastro de alegría o de algo que pudiera ayudarme, yo solo tenía la mirada fija en la lluvia, golpeaba la tierra fuertemente y hacia un sonido que era como música para mis oídos.

Mi cuerpo estaba sentado, adormecido en el asiento de un bus , pero mi mente no estaba ahí , estaba en otro mundo, en otro lugar que no sea este.

Me pregunté si era lo correcto, si es lo que verdaderamente quería hacer con mi vida ¿Qué pasaba si me equivocaba? O lo hacía mal; traté de alejar esos pensamientos de mi mente ¡Tenía que ser firme! Era hora que dejar de ser una hijita de papi y mami, es momento que me levante y tome mis propias decisiones, que trace mi propio camino, que elija quien soy y quien quiero ser.

Sea que falle o no, que me critiquen o me admiren, yo haré todo lo posible para alcanzar mis metas y no me cansare hasta lograrlo.

"No importa cuán oscuro se pone, el sol se levantará otra vez"

Estaba lista ¡Más que lista!

― Estoy lista ― hablé para mí misma.

Miré mi maleta de color roja, siempre la llevaba de viaje con mis padres, solo que ahora ellos no estaban conmigo, ni lo estarán más.

El dolor en mi corazón que me oprime y hace que mi pecho se contraiga; ellos me echaron de su casa, prácticamente me gritaron que no me querían ver más, que era una deshonra en su familia, para su religión .

Y todo porque quise seguir mi sueño, quería estudiar medicina- algo que para ellos era tarea de hombres , que una mujer no podría entrar en ese mundo, era débil y no podría con mucha presión- quería salvar vidas y ayudar a las personas que lo necesitan, pero creo que mis padres tenían otros planes para mí.

Lo único que me dijeron antes de echar la maleta por la puerta y grítame que me largara, es: Una mujer gastaría su tiempo trabajando, sus hijos y su esposo estarían mal atendidos; nosotros te dimos una educación base ¿A caso no te conformas con eso? No, tú quieres más, porque eres una egoísta, ambiciosa y malagradecida.

Supongo que a mis padres no le agrado que su hijita curse estudios superiores y hacer "Trabajos de hombres "

Apreté mis puños y respiré hondo tratando de dejar todo enojo que me consumía viva; me acomodé mi cabello pelirrojo en una coleta alta y me armé de coraje para cruzar esa puerta; la puerta que me llevaría al comienzo de mi verdadera vida.

Una vida que yo elegí, una vida por la que estoy dispuesta a luchar.