Mi medicina

CAPITULO SEIS

Debieron ver la cara de Julio. Dios, se veía como si estuviera en un séptimo cielo, un poco más y se abalanzaba contra mí pero con el simple hecho de ver mi mirada, que seguro expresa "si te me acercas te mato " no lo hizo y lo agradecía mucho, no estaba de humor para más abrazos .

Ana lo llamó para que se prepara.

Y por la ultima puerta los vi desaparecer a los tres.

Como buena persona responsable que soy decidí ir a urgencia, a ver si hay algo interesante ahí y dicho sea de paso impedir que ninguna arpía me quite esta oportunidad.

Tan pronto como puse un pie dentro de la Sala de Emergencias vi a todos corriendo de un lado para otro ¿Qué está pasando?

― Dr. L necesitamos ―grito Rafael quien se encontraba trayendo una camilla.

―Ese caso es mío―me apresuré rápidamente a donde estaban y vi a una señora llegando recostada y con oxígeno .

-La señora no respira, le hicimos RCP pero no responde ―me informaron ―. La saturación baja cada vez más .

―¿Alguna información ?

―Es diabética y tiene la presión muy alta.

― Bien, hay que intubarla –Hagámoslo .

Después de acomodar los cables para que transporte la medicación llegó Hugo preparado con su bata y guantes puestos, supongo que ya habían terminado la cirugía y Rafael lo había llamado para que me apoye .

―Hugo, controla sus signos vitales – al escuchar mi voz cortó las prendas que la mujer tenía puesta para poder hacer su trabajo.

Al momento de intubar no podía ver nada, tenía el cuello muy grueso y una boca pequeña.

― Succión, rápido―sus signos vitales eran inestables y había todo tipo de fluidos en las vías respiratorias. Traté de succionar todo lo que pude para que no aspirar ninguno de esos fluidos.

― Presión alta y saturación baja – Demonios. Las vías respiratorias siguen extruidas, seguro por el vómito .

―Puso 55. La presión está muy alta y la saturación 84 – Mierda. Va de mal a peor.

―Bien, bien, el tubo. Pásenme el tubo- tengo menos de 30 segundos para colocarlo, me preparé, busqué la entrada y sin dañar nada a mi alrededor lo fui introduciendo. ―Ya está adentro. Pero cuando pensé que toda iba a mejor escuche:

―Dr. Su pulso no se regula, la estamos perdiendo― me habló Rafael al ver el monitor.

―Un miligramo de epinefrina y uno de atropina- hablé aún con el gran nudo en mi garganta. Me dediqué a examinarla minuciosamente y me di cuenta que el color de piel está cambiando y si seguía así no sobreviviría. Decidí revisarla completa, toqué su abdomen, mis manos palpaban todo su vientre buscando alteración, al detenerme en la parte baja sentí una ligera dureza, algo esta pasando― Traigan el ultra sonido, ahora.

- Aquí está

- Gracias – coloqué el gel y procedí a revisarla. Tengo que asegurarme que no tenga una hemorragia o algo parecido―hay ... ¿Movimiento ?― Achiné los ojos para detallar bien la pantalla y cuando me fijé en la pequeña masa con rítmicos y fuertes latidos, supe de que se trataba ―Estaba embarazada.

―Qué hacemos ?- me preguntó Hugo preocupado. Camille concéntrate. Ya no era uno, sino dos, bajo mi responsabilidad .

―Llama a ginecología. Puede que la madre no sobreviva pero vamos a salvar al bebe.

―Camille, el papá de la paciente está en sala de espera ¿Quiere verlo?―me informó Rafael con el teléfono el la mano.

―Si ― Tengo hablar con él ya que en caso extremos ellos deciden lo que vamos hacer ―Hugo, llama a Kate de inmediato y procura reestableces los signos vitales de la mujer.

―¿Qué tenemos?― inquirió la doctora Ana tan rápido como puedo. Le hice un gesto a Hugo para que le explicara la situación para yo poder conversar con el familiar.

Me saqué un momento la bata y la colgué en el gancho de la pared para después salir de urgencia e ir a la sala de espera.

―Hola, Soy la doctora Green y estoy atendiendo a su hija ―le di la mano en forma de saludo .

―Adam, mucho gusto. Soy el padre. – el señor estaba con un traje formal por lo que supuse que él había salido del trabajo o de algo importante, pequeñas canas rebeldes teñían su cabello pelinegro y se las ligeras arrugas de rostro que le dejó el paso de los años se hacen visibles de cerca.

―Podemos hablar un rato, por favor ―nos sentamos y respiré profundo antes de hablar― Tu hija esta grave. Estamos haciendo todo lo posible por salvarla ― el al escuchar mis palabras agacho la cabeza y comenzó a sollozar

-¿Cómo Dr.... ?- preguntó angustiado .

-¿Ella tiene otra enfermedad aparte de la diabetes y presión alta ?―el negó con la cabeza ―. Ella no tomaba sus medicamentos, le dije varias veces que lo hiciera, pero era muy terca.

―Mire señor, estamos haciendo todo lo posible para salvarla, a ella y a su bebe.

―¿Disculpe ? ¿Qué bebé?

Buenos al parecer él no sabía del embarazo

―Señor Adam, su hija está embarazada pero tenemos que sacar al bebe de inmediato y necesitamos su permiso .

―Si, háganlo.

―Gracias―le di un apretón de mano y sobé su espalda para tratar de calmarlo.

***

―¿Vas a entrar a cirugía?― preguntó Hugo.

―Si, junto con Kate y Ana. Mientras tanto tú encárgate de ordenar los expedientes del los tres últimos días.

―Claro―Giró y se dispuso a irse pero mi voz le hizo detenerse a medio camino.

―¿Cómo estuvo tu caso?
Un lado de sus labios saltó hacia arriba.
No, no. No debí preguntar eso. El se giró y en zancadas largas y rápida por fin estuvo a mi alcance. Su rostro se iluminó tanto como pudo, sus pulidas se dilataron y una sonrisa de orgullo y felicidad se extendió por todo su tierno rostro.

―Fue más que magnifico...fue...No tengo ni las palabras para describirlo.

―Lo sé, es algo único.

―Hubo una ligera complicación pero Ana lo arregló tan fácilmente que me dejó maravillado. Es una diosa de la cirugía fetal. Quisiera ser como ella.




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