Laura
– Laura, él es tan reservado con todos, pero tan tierno conmigo – Declara Vane, la miro a los ojos y las ganas de vomitar se me suben.
–Bueno pues eso es que le gustas, no hay otra razón para que actúe así – Mis propias palabras me hacen pensar en el tonto– Inepto de Christian – Tal vez quiera conquistarte y pedirte que seas su novia.
– ¿Sera? – Su rostro se muestra pensativo y dudoso – Es que no sé, y si es así no sé cómo reaccionaría, me gusta, pero no sé si tanto como para que quiera algo serio ¿me entiendes? – habla Vane
– No – Respondo.
– ¿Cómo te explico...? – Duda y se muerdo las uñas mientras la miro empezando a impacientarme.
– Haré esto más fácil para ti – intervengo sin poder aguantar más.
– ¿Cómo? – Pregunta dudosa de mi respuesta.
– ¡Cállate! – Le grito – Llevas media hora aquí en mi casa intentando decir que Alex y tú se gustan y estás dando vueltas y vueltas al asunto – Ella me mira y se ríe porque tengo razón y sabe que entiendo a pesar de todo.
–¿Qué crees que deba hacer entonces? realmente no estoy segura si él gusta de mi... y él no me dice nada, solo se me acerca todo bonito y me queda mirando y...
– Mierda solo dile que te gusta, en el peor de lo casos pierdes la dignidad y en el mejor se hacen novios y ya está.
– No es tan sencillo.
"Yo quiero estar contigo, vivir contigo, bailar contigo y tener contigo una noche loca..." la voz de Enrique Iglesias me distrae y desvió la mirada a mi celular.
– Lo es, deja el drama – Afirmo, ella niega con la cabeza. Deslizo mi dedo sobre la pantalla y contesto la llamada, al segundo, la voz de algún chico de primer año del otro lado de la línea dándome malas noticias.
– ¿Qué? – Grito al escucharlo abriendo los ojos desmesuradamente – ¿Estás totalmente seguro?
"Sí, como escuchas, tu amiga tuvo un accidente, el chico nuevo la arrolló, la estoy viendo ahora mismo tirada en el piso inconsciente, hay un montón de gente aquí, algunos dicen que ella parece estar..."
– ¿Dónde es eso? – Le impido terminar la frase y espero la dirección – Bueno, voy para allá.
Me giro hacia Vane que me mira extrañada por mi conversación telefónica, realmente estoy muy preocupada por Isa y quiero saber cuánto antes sobre ella así que con la brusquedad que me caracteriza le doy la noticia.
– Tu primo atropello a Isabella – Vanessa se torna fría y sin color, pero inmediatamente cojo las llaves de la moto ella abre la puerta para salir y juntas corremos hacia la moto para ir de prisa hasta el lugar.
Conduzco como una desquiciada pasándome dos semáforos en rojo, llegando así a la calle 31, a un par de cuadras del colegio en un par de minutos, donde se supone que fue el accidente. No puedo evitar no sentirme culpable aunque no sepa exactamente qué es lo que ha pasado, solo sé es que ya es la segunda vez que abandono a Isa a su suerte y en consecutiva las mismas veces que se ha puesto en peligro.
Me bajo y aseguro con rapidez la moto, doy un vistazo a Vane quien está preocupada, pero serena, en otra ocasión estaría hiperventilando de miedo por el recorrido, pero hoy no, la preocupación por Nill e Isabella era más grande. Me aseguro de no dejar las llaves pegadas en la moto y juntas caminamos hasta un círculo de gente, con fuerza me abro paso entre todos y empiezo a averiguar por nuestros amigos.
– ¡Quítese todo el mundo! – Grito fuerte. La gente se aparta y nos dejan ver a mi amiga, veo a Isabella tirada en el piso inconsciente, al lado de ella está Sebastián llamando por celular probablemente a una ambulancia de emergencias. Me acerco de inmediato y saco mi celular para empezar a llamar también, la gente a mí alrededor murmura, chismea, se asombra, una señora que va pasando grita y los pelos se me ponen de punta. Mientras marco la miro de pies a cabezas y no veo ni una sola mancha de sangre, raspadura o algún indicio de que haya sido arrollada por una moto, me encuentro tentada a tocarla, pero Sebastián no me deja.
– No, puede ser peligroso.
Desesperada miro a todos lados en busca de la estúpida ambulancia que no llega con mi celular pegado a la oreja, cuando miro hacia atrás por segunda vez un grupo se abre y encuentro con la vista a Vane y a Jessica cerca de Nill a quien solo hasta ahora puedo escucharlo gritar fuerte preguntando por Bella.
– ¿Isabella, estás bien? – Grita él – ¡alguien dígame que está bien! – Exige con desesperación.