Mi mejor accidente, Tú

Capítulo 24 - Isabella

Camino con cuidado con vendas en los ojos mientras Nill me susurra indicaciones al oído y me conduce con sus manos en mi cintura. No sé dónde estoy, pero no se siente especialmente lejos de la playa el lugar en el que estamos, incluso se siente fresco. No sé qué me gusta más de este momento, si la sorpresa que tiene preparada para mí o el que esté dándome tanta cercanía. Casi me siento flotando sobre agua para el momento en que me anuncia que llegamos.

– Antes de quitarte las vendas déjame hacer una cosa más – Acepto afirmando con la cabeza y él se aleja de mí. Me arrepiento al sentir la ausencia de su contacto.

Decido no moverme ni un centímetro por mi propia seguridad y esperar pacientemente hasta que me diga que puedo quitarme la venda. Oigo sus firmes pasos mientras se mueve y percibo otros más, a alguien se le escapa una risa y una idea loca se me viene a la cabeza. En ese preciso instante Nill me informa que puedo quitarme la venda.

Dirijo mis manos a la parte de atrás de mi cabeza con una sonrisa dibujada en el rostro y literalmente exploto de alegría cuando me descubro los ojos y todos me miran con una gran sonrisa.

– ¡Sorpresa! – Gritan al mismo tiempo mientras sostienen un cartel en el que se lee “¡Feliz cumpleaños!”. Todos están parados alrededor de una fogata que ilumina sus rostros y sonrisa mientras sostienen el cartel sobre sus cabezas.

No lo puedo evitar, se me salen las lágrimas de la emoción, nunca antes me habían hecho algo como esto. Tengo que tomarme un momento para apartarme las lágrimas de las mejillas antes de que me corran el maquillaje. Es entonces cuando sonrío agradecida y todos se acercan a felicitarme.

Ann se abalanza sobre mí y me abraza con calidez, aliviada de que me gustara la sorpresa.

– ¿Te gusta? – Me pregunta y yo asiento con nuevas lágrimas en mis mejillas. Mi reacción la hace feliz – Que bien que te gusta, lo preparamos con todo el cariño. Sabes lo mucho que te amamos, aunque no lo digamos muy a menudo – Me río.

Detrás de ella se acerca Luis que me envuelve en un abrazo antes de besar mi frente, luego todos y cada uno de los chicos; Jessi, Sebas, Vane, Alex, Laura, Evelyn, Chris y Christian que me llenan de besos, abrazos y buenos deseos. Saludo a unos que hace tiempo no veía, como Yise, y Víctor, un gran amigo de la infancia que al igual que Yise cambio de colegio y de casa. Me hizo muy feliz verlos acompañándome. Por último, con una gran sonrisa y una caja de regalo en las manos, se me acerca Nill.

– Tenemos otra pequeña sorpresa para ti – indica, conduciéndome hacia el centro de la fogata.

Cada persona en el lugar toma su silla, banco y demás para sentarse alrededor mientras Ann y Nill colocan cajas de regalos frente a mí. Como la fogata es pequeña y ya se ha puesto el sol, la briza que corre disminuye las llamas del fuego y tenemos que sentarnos cerca los unos de los otros. Me ofrecen un vaso de coctel de maracuyá que me sabe delicioso y me colocan una corona de flores en la cabeza.

A medida que van trayendo los regalos, van haciendo chistes y yo me distraigo observando el lugar. Estamos en una especie de patio trasero que da con pequeño lago, que debo admitir que se ve hermoso bajo la luz tenue artificial que han colgado sobre los árboles frutales que nos rodean. También hay tiras de globos y pompones colgados sobre nuestras cabezas y una mesa decorada y llena de aperitivos de donde están trasladando los regalos.

Cuando ya están todos, me sonríen y me animan a abrirlos, pero bajo una dinámica muy divertida. Después de romper el envoltorio o sacarlo de la bolsa tengo que adivinar de quien proviene el regalo, si acierto esa persona me dará unas palabras de cariño, y si no tengo que tomar un trago de vodka. Río divertido al escuchar la dinámica porque sé que es otro forma que han encontrado mis amigos de emborracharme, pero no puedo resistirme a aceptar ya que estoy muy curiosa por saber que me regalaron.

Tomo el primer regalo, se ve un poco pesado, es de forma rectangular y está envuelto en papel periódico, sé que es un libro así que me emociono y rompo rápidamente el envoltorio y descubro un libro de literatura erótica– Romántica. Ni siquiera tengo que pensarlo dos veces para saber de quién es el regalo.

– ¿En serio, Laura? ¿Cincuenta sombras? – Comento incrédula con el libro en la mano. Desde que se leyó ese libro no deja de pedirme que lo lea, pero el que me comprara una copia es bastante sorprendente tras mis negativas.

– Es que toda mujer necesita leer ese libro. Sé que si lo tienes en tus manos no te vas a resistir y vas a leerlo – Alzo las cejas sugestiva y yo reí. Entonces se puso de pie y hablo – Bien, después de Vane, eres con la que mejor me llevo y con la que más me divierto. Aunque te quiera matar a veces por los sustos que nos haces pasar y por hacerme llegar tarde, eres cool y agradezco tu amistad. Como sea, se te quiere culo chato.

– Aw – Articulo en broma y le tiro un beso desde la distancia – También te quiero mucho, loquita.

Paso al siguiente regalo, la cajita es rosadita y tiene un olor a colonia muy particular, la abro con cuidado debido a lo delicada que se ve la caja y descubro un set de colonias, cremas y maquillajes. Algo muy femenino. Honestamente no esperaba recibir esto, aunque me gusta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.