- Isabella, estamos esperando... contesta - dice uno de mis amigos. No reconozco cuál de ellos, pues estoy perdida en mis pensamientos.
- ¿Cuál fue la pregunta? - digo fingiendo no saber mientras decido que voy a decir.
Es decir, no es como que quiera contar que de niña me he besado con uno de los chicos menos agraciados e interesantes del colegio... no es por ofender, pero quien lo manda a pasarse toda la niñez llenando las cosas de baba ¡Iugh!
¿En qué diablos estaba pensando mi mamá cuando dejo que eso ocurriese?
Aunque solo fue un toque de labios, tampoco es como que eso cuente como beso...
Sacudo la cabeza para alejar el recuerdo de un Mauro de cinco años tocando sus babosos labios con los míos y decido mirar a quien me hace la pregunta.
- Sé que si escuchaste, pero para que veas como soy mi hermosa bella... - interviene Alejandro con una sonrisa malévola - ¿Cuándo, cómo y con quién fue tu primer beso? Y no, no puedes hacer penitencia a menos que sea darme un beso a mí.
Estúpido Alejandro, está buscando venganza por lo que le hice luego de lo de la cucaracha en la falda. No debí acceder a jugar con este imbécil.
Ruedo los ojos con irritación antes de mirar a Ann, decidiendo nuevamente qué decir.
Vamos amiga ayúdame a decidir ¿Cuál de las dos cosas es peor? decir que Mauro me dio un pico de niña o admitir que aún soy virgen de labios. Ella solo asiente y yo me decido por fin.
- ¿Mi primer beso? - Dudo un segundo fingiendo tos. Aparto el rostro y hablo en susurros - Aún no lo doy.
Ann se levanta, se sienta a mi lado y me ofrece una mirada de apoyo antes de girar la botella, intentando seguir el juego para desviar la atención de mí. Todos se mantienen en silencio.
Laura se acerca a Ann y le pregunta algo que no puedo escuchar, pero que no me hace falta porque cuando mi mejor amiga asiente y le secretea algo al oído sé que le está contando que ella tampoco ha besado a nadie aún.
Miro la botella girar y luego cada una de las caras a de mis amigos, entonces cuando creo que lo van a dejar pasar, Alejandro detiene la botella con su mano.
- A ver, espera ¿Cómo es eso que no has besado nunca? - Su tono es de duda, pero su mirada es desafiante.
- Así como lo oyes - Respondo de mala gana.
- Entonces la sexy, dura, e "indomable" Isabella Guerrero ¿No ha besado a nadie? ¿Nunca?
- No, ¿tienes algún problema con eso? - Lo miro de manera envenenada.
- Puede, pues eso quiere decir que... - Susurra y se queda pensando por un momento con el ceño fruncido, intentando llegar a una conclusión - No era yo, es solo que no sabes besar, ¡No sabes besar! - Exclama y suelta una carcajada mientras yo imagino mis manos apretando perfectamente su cuello - Ahora entiendo por qué nunca dejaste que te besara.
Espera, no acaba de decir eso.
Una sensación de furor corre por mis venas, la sangre se me calienta en una milésima de segundo antes de reaccionar.
- Lo mato. - espeto y me lanzo furiosa a por él, la fuerza de mi ira dominando mi sistema. Sus amigos y compañeros de curso se levantan y huyen, como siempre. Mis amigos se quedan pasmados.
- ¡Imbécil! ¿Cómo te atreves? Dijimos que no saldría de ambos - Grito mientras hábilmente me siento sobre su pecho e intento abofetearlo - ¡Estúpido pedazo de mierda! Es que ya te estabas demorando ¡Eres un maldito hablador! - Grito aun más fuerte acertando mi mano en su mejilla.
Inmediatamente suena el golpe, Sebastián y Luis reaccionan y se abalanzan sobre Alejandro para evitar que me haga algo. Ann y Laura se apresuran hacia mi e intentan jalarme para que lo suelte, pero me las arreglo para tomarlo por el cuello.
- ¡Isa espera, vas a matarlo! - Grita Ann tirando de mí sin lograr nada. Si hay algo que me define es la fuerza que puedo llegar a tener una vez que me enojo.
- ¡Sebas! Ella es delgada, pero está enojada y tiene fuerza ¡Ayúdanos! - Grita Laura.
- ¡Vas a matarlo, mujer! - Grita Sebastián en mi dirección, al ver que no le hago caso se acerca hasta mí, toma mi cintura y me jala.
Luis agarra ambos brazos de Alejandro manteniéndome a salvo y Sebastián me da un fuerte tirón que logra separarme y hacernos caer a ambos de espaldas al suelo, afortunadamente yo caigo sobre él.
- ¡Suéltame, que lo dejo mudo por boca floja! - Le grito a Sebastián, intentando levantarme nuevamente para volver a tirarme sobre el idiota de Alejandro.
Ahora Laura y Vane se le unen a Luis para sujetar a Alejandro por los brazos.
- ¡¡Suéltame, Sebas!! - Sigo gritando enojada.
- Lo voy hacer, pero antes te calmas ¿De acuerdo?
- No - Respondo molesta antes de dirigirme nuevamente a Alejandro - ¡Imbécil, voy a matarte! - Él muy descarado decide sonreírme, haciendo que mi sangre llegue al punto de ebullición.
Aprieto mis puños frustrada en vista que Sebas y Ann no me sueltan, hasta que una bella imagen se atraviesa en mi mente.
De momento dejo de intentar levantarme para ir hacia él y me enfoco en mi mochila haciendo que Ann me suelte los brazos, así que con rapidez empiezo a rebuscar mis tijeras.