Sandra. 🍉
No suelo involucrarme con las de último año, tal vez porque nadie de grado inferior quiere problemas con sus superiores. Sin embargo, debo admitir, que si tienes buenos contactos con las estudiantes del ciclo final, todas las demás alumnas harán lo posible para agradarte y evitar hacer cosas que te causen disgusto.
No conozco a Haru, solo sé que está en la banda principal del colegio y por eso era muy popular. Solía pensar que solo era necesario saber su nombre por si acaso, pero el día de ayer, en las olimpiadas, pude verla en persona. Me centré en cómo le pedía el Instagram a Alenda que en ella misma, aunque si me acuerdo que era una chica alta de cabello corto y una llamativa cruz de arete, la sensación incómoda en el pecho al ver como mi amiga si le dio su usuario me seguía carcomiendo.
El problema era ese, Alenda ahora estaría conectada con las de quinto, y por eso mismo estaba más expuesta por si habría un altercado.
"¿Me estás escuchando?" preguntó Naomi, cruzando los brazos.
Abrí los ojos con sorpresa, estaba tan metida en el cómo resolver todo que me había olvidado por completo de la presencia de mi mejor amiga.
Naomi giró los ojos, revisando su celular para luego enseñarme algo.
Una vez que vi la pantalla, me quedé helada. Era el chat grupal de las brigadier de tercer grado, donde estaban comentando respecto a la situación de las olimpiadas.
"Naomi, sabes los problemas que sucedieron el año pasado"
"Una de quinto con una de tercero, eso solo significa problemas"
"No es por hablar mal de alguien, pero Haru fue amiga de la que participó en un programa juvenil, esa misma tiene de ex a la problemática de cuarto año"
"En resumen, Haru está rodeada de personas de mala fama"
"Además, según sé que Alenda es nueva y por cómo la vi desenvolverse ayer, es obvio que perteneció a una escuela privada"
"Como brigadier de la sección C, Naomi, deberías ser más cuidadosa con las acciones de las integrantes de tu salón"
No me gustó el penúltimo mensaje, parecía que la consideraban menos por haber estudiado con una educación particular. Pero igual todo eso aumentó mis preocupaciones, yo no era la única que tenía en la mira a Alenda, otras chicas ya sabían de ella y eso tenía como resultado que pronto la conocería todo el colegio o al menos toda la secundaria, si aceptaba tener un encuentro con Haru.
Mi mejor amiga suspiró y se acomodó en el sillón. Estábamos en la biblioteca, exactamente en la sección de libros religiosos, esquina que no era tan concurrida. La directora había pensando que estaría bien tener toda una jornada literaria sería excelente, así que canceló todas las clases sin importar la opinión de los docentes.
"¿Sabes qué les vas a responder" mi tono salió mas expectante de lo que esperaba, así que disimule mirando a otro lado.
"Técnicamente puedo entender sus puntos de vista, pero no podré hacer algo significativo si es que Alenda decide mantener una conversación con Haru" comentó mientras se recostaba en mi hombro "Cualquier cosa que haga será de opinión pública, y eso está bien, finalmente yo acepté las responsabilidades de mi cargo" agregó, cerrando los ojos.
Estudié su rostro por última vez, antes de girarme y disfrutar del paisaje de libros. No era común ver las facciones relajadas de la cara de la brigadier, era consciente de los problemas que había pasado desde primaria y siempre que podía, no dudaba en ayudarla. Naomi era una chica ejemplar en dicho aspecto, nunca se quejaba de la crueldad de su vida, solo pensaba en otras cosas y seguía normal.
El sonido del timbre se escuchó por toda la secundaria, indicando la hora de descanso. Naomi se levantó rápidamente, perdiendo cualquier rastro de reflexión en su rostro, volviendo a esa aura seria y precisa.
"No pienso involucrarme en este tema, es cuestión propia de Alenda" articuló con decisión.
Cerré el libro que tenía en mi mano y seguí los pasos de mi mejor amiga, pronto bajamos de las escaleras y nos dirigimos a la cafetería estudiantil.
Naomi solía comprar pan con pollo, le ponía algo de mayonesa y ají, para darle más sabor. Posteriormente lo dividía en dos y se quedaba con la parte más grande, y lo comprendía, era su dinero.
Quedaban pocos minutos para el recreo, por lo que volvimos al salón para verificar que todo estuviera bien, la brigadier tenía que cumplir su función.
Alenda se encontraba en el medio de las carpetas, siendo rodeada por la mayoría de mis compañeras, lo que le daba una imagen de líder. Su felicidad plasmada en el rostro subió cuando me vio, casi inmediatamente se paró y corrió a abrazarme. Xiomara también levantó su mirada, dejando el libro que estaba leyendo a su costado.
"La brigadier debería estar más al pendiente de la clase" habló la delegada, mirando directamente a la mencionada.
Naomi forzó una sonrisa y con los brazos cruzados se sentó en su carpeta, mientras sacaba su celular e ignoraba la intensa mirada que le dirigía la delegada.
Me centré en Alenda y estuve escuchando su opinión sobre el libro que había leído, su voz era suave que era reconfortante, al igual que sus gestos adorables
"Había visto la película, pero leer el libro es otra cosa" comentó con un desenvolvimiento que solo era propio de ella cuando estaba plenamente cómoda.
"Julio Verne es un buen escritor de ciencia ficción, sus obras son clásicas" señalé al ver la portada del libro que estaba sobre su carpeta.
"Sería genial poder dar la vuelta al mundo en 80 días, podríamos hacer vlogs en YouTube y escribir un libro también" opinó Naomi recostándose sobre la carpeta de Alenda.
Tenía que admitir que adoraba el color de piel de Naomi, aquella tez morena parecía alejarla de tener imperfecciones en el rostro y aparte que le daba más fuerza a diferencia de las demás personas. No entendía cómo la mayoría de personas eran racistas, ya estábamos en pleno siglo XXI y realmente no le encontraba mucho sentido.