Mi Mejor Amigo

Mi Mejor Amigo— PT3

Después de tu confesión y al llegar a casa, recuerdo que subí rápidamente las escaleras para llegar a mi habitación, simplemente me deje caer sobre la cama con esas famosas "mariposas" revoloteando por todo mi estómago.

Sentía escalofríos de tan solo imaginarte diciendo "me gustas", estaba tan confundida porque realmente quería hacer las cosas bien contigo.

Recuerdo que en una ocasión me invitaste a una playa (nuestro lugar favorito en ese entonces), caminamos un rato mientras contemplábamos el atardecer.

No entiendo porque no dejabas de mirarme, yo simplemente me ponía cada vez más nerviosa, sabía que algo pasaría en aquella tarde, lo presentía.

Hasta que al final del trayecto cuando por fin iba a regresar a casa, nos subimos a tu auto... pero antes de arrancar, tomaste mi mano y concierta timidez dijiste:

—Te diré algo, no soy el mejor chico, tengo muchos defectos, he salido con muchas chicas... tengo muy mala fama, pero en verdad que en nadie he visto lo qué hay en ti—. Ante mi antenta mirada, decidiste continuar.— Me gusta tu personalidad más allá de tu físico, me gusta que todo es risa y diversión, me gusta que podamos abrir nuestros corazónes. Pero si tú sabiendo mi pasado no quieres nada conmigo... lo entenderé.

No negué ni afirmé nada, simplemente permanecí callada. Sabía que dirías algo más, y estaba en lo cierto.

—Bueno, después de decirte todo eso quiero hacerte una pregunta, piensalo muy bien antes de contestar porque no hay marcha atrás—. Estaba muy ansiosa, y al escuchar tu pregunta aún más.— ¿Puedo ser tu novio?

Te confieso que sentía que nada era cierto, y me pregunté muchas veces en segundos "¿Esto realmente está pasando?".

Solo sabía que me quería arriesgar porque mi corazón así lo quería y con la poca noción y con mi poco entendimiento... nuestras manos se entrelazaron aún más fuerte; me miraste con ternura y me acercaste a tus brazos.

En mí solo estaba el sentir de "Que esto nunca se acabe", me sentía tan perdidamente enamorada y no esperaba más de ti en ese preciso instante.

Hasta que pasó lo inesperado. Mi mejor amigo; ahora mi novio. Me separó de sus brazos, me miró directamente a los ojos y me beso.

— ¡Rayos chico!, ¡No me diste tiempo de pensar nada más!

 

CONTINUARÁ...
 


 




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