Mi Mejor Amigo

Capitulo 23

Aniversario

 

Estaba en un sueño hermoso donde Zac Efron, Nick Jonas y Noah Centineo se estaban peleando para ver quien se ganaba mi amor, todo iba tan lindo y fue hermoso verlos pelear por mí, hasta que de repente mi detestable alarma apareció en mi sueño haciéndome despertar, lo peor de todo es que no vi quien gano. De mala gana apague la alarma, me quedé como es costumbre acostada en mi cuarto viendo al techo fijamente por casi media hora, luego de eso me hice una cola alta, me lave los dientes y cara para luego bajar a desayunar con mi hermosa pijama, la cual constaba de la camisa que me regaló Matth y mi pans de bob esponja, la verdad es la que casi siempre uso. Cuando baje las escaleras mis hermanas estaban viendo una serie en el televisor, mientras mi mamá preparaba el desayuno, ya que aún era temprano comparado a la hora que me levanto, así que salude a las brujas, las cuales ya están grandes mi hermana mediana es más alta y eso que es cinco años menor que yo, pero que se puede hacer. Después de eso me dirigí a la cocina para ayudar a mi mamá. Luego de desayunar me subí a arreglar ya que Matth vendría por mí en una hora.

Luego de darme una extensa ducha, me aliste, la verdad me puse lo primero que vi, deje mi cabello suelto, ya que ahora está más largo y las ondas casi rulos que nunca me gustaron ahora se veían hermosos, después de eso me coloque mis vans negras, luego agarre mi teléfono, un poco de dinero y salí de mi cuarto encontrando a Matth ya sentado en la sala.

Después de despedirnos de todos salimos directo a la feria. Y lo primero que hicimos fue subirnos a la rueda de Chicago más grande que he visto, aunque estaba en desacuerdo ya que yo odio las alturas pero al final Matthew me convenció como es de costumbre, no entiendo porque nunca le puedo decir que no.

—No estoy muy segura Matth. —Le dije cuando ya estábamos sentados en nuestro lugar asignado.

—Tranquila es una excelente idea, verá que le encantará. —contestó sonriendo mientras la máquina se empezaba a mover.

—Sabe que odio las alturas, enserio que no se ni como deje que me convenciera. —Le dije mientras se empezaba a mover más rápido, lo que ocasionó que cerrara los ojos y abrazara a Matth, mientras empezaba a gritar y él solo se reía. Estuvimos así todo lo que duró el juego en el cual simplemente me negué a abrir los ojos, pues de solo pensarlo se me revolvía el estómago.

—Verdad que fue divertido. —agregó sonriendo cuando nos bajamos del juego.

—¡No, claro que no! ¡Casi me muero allá arriba! —dije un poco alterada.

—No sea exagerada, no fue para tanto. —Dijo aun riéndose o más bien burlándose de mí.

—No se ría, se lo digo enserio, eso fue horrible. —Le conteste haciendo pucheros.

—Está bien princesa, ya no se ponga así, venga. —Dijo sonriendo de una forma muy tierna, esa sonrisa que sé que solo a mí me muestra cuando dice la verdad, así que lentamente me acerque a él, para luego abrazarlo.

—A mí me basta con no subirnos nuevamente, ¿de acuerdo? —Le dije viéndolo a los ojos sin deshacer el abrazo.

—De acuerdo princesa. ­—respondió dándome un beso, sin soltarme.

Luego de eso nos subimos a casi todos los juegos los cuales obviamente ninguno era en altura por petición mía.

Luego de eso jugamos a tiro al blanco el cual ganamos.

—Que bueno que gane, ahora podemos escoger un premio. —Le dije viendo los premios.

—Bueno la verdad es que yo gane. —respondió Matth volteandome a ver.

—Claro que no. —dije enojada.

—Claro que sí, ya que usted tiene una pésima puntería, a lo cual me sorprendió que no le parara dando las personas y los dejará sin ojos. —agrego burlándose de mí.

—Deje de difamarme, ya que mi puntería es fenomenal, ahora cállese simple mundano que quiero elegir mi premio. —dije riendo.

—No, claro que no, yo lo quiero escoger. —contestó riendo igual que yo.

—Ufff, está bien lo dejare escoger mi premio, solo porque soy buena. —Le dije volteándolo a ver. Ya que sabía que gracias a Matth habíamos ganado, ya que derribó a todos los animales que pertenecían al juego, ya que yo tenía pésima puntería como Matth decía.

—Gracias, quiero ese oso gigante. —dijo señalando el peluche. El cual era hermoso. Así que decidí que me lo quedaría y sería como nuestro hijo, la verdad eso fue muy chistoso.

—Creo que lo correcto es que usted se lo quede. —Me dijo Matth leyéndome la mente y dándome al hermoso y gigante oso, el cual estaba vestido de vaquero era súper tierno.

—Está bien, como su mamá me parece correcto quedármelo. —Dije sosteniendo a nuestro hijo, a lo que él solo rió.

—¿Su mamá? —Dijo entre risas.

—Sí, soy su mamá y usted es su papá, ya que lo ganamos juntos en nuestra cita de aniversario. —Le dije seria, aunque la verdad ya no aguantaba la risa.

—Bueno está bien, solo porque es usted aceptó. —Dijo ya resignado de que no cambiaría de parecer.

—Eso me alegra, solo que le advierto que quiero la pensión alimenticia, por nuestro hijo. —agregue abrazando al oso.

—Pero si el oso no come. —respondió señalando al peluche que tenía entre mis brazos.

—No hable así de su hijo, él tiene nombre. —dije intentando parecer ofendida.

—¿Enserio, hasta ya tiene nombre? —Me pregunto sorprendido.

—Por supuesto que sí, no quiero que mi hijo este por la vida sin nombre. —Le respondí con obviedad.

—Está bien, a ver ¿cómo se llama? —Me dijo riéndose.

—Se llama Tyler Matthew Jonathan Stone Jackson. —Le dijo.

—¿Por qué tres nombres? —Me pregunto sorprendido.

—Pues no sé, solo me gusta y listo. —Le dije ya que era cierto, no sabía la razón solo me había parecido lindo.

—Está bien, lo que usted diga y ahora si se puede saber ¿Qué es lo que quiere de pensión? —Me dijo subiendo una ceja, lo cual se veía muy bien en él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.