Demasiado tarde
Cinco meses después:
Han pasado cinco meses desde lo sucedido con Matthew y la verdad es que aún me duele como el primer día, hasta hubieron días en los que intentaba llamarlo o escribirle para saber de él pero siempre me arrepentía cuando estaba a punto de hacerlo y simplemente dejaba mi móvil a un lado mientras hacía otra cosa para no cometer un error.
No es fácil olvidar lo que compartí con él y mucho menos olvidar los casi nueve años a su lado, nueve años llenos de bellos momentos que ahora se vuelven en tristeza, aunque ahora solo lloro en las noches cuando estoy sola, ya que en el día trato de estar ocupada el mayor tiempo posible y la verdad no es difícil ya que con lo de la pasantía en el hospital, atendiendo a mis propios pacientes como una doctora y algunos cursos que aun tomo en la universidad, aunque ahora solo son dos veces a la semana, ya que falta poco para que me gradué y me convierta en una doctora egresada con honores de una de las mejores universidades.
Lo que más me agrada es que a veces me toca quedarme hasta tarde en el hospital revisando expedientes de mis pacientes o de pacientes que necesitan un diagnóstico para poder ser operados y tener una posibilidad para sobrevivir y eso me aleja un poco de todo el dolor que siento todos los días, es como si mi corazón fuera una rosa que poco a poco se marchita, así sentí como mi corazón poco a poco perdía su brillo al no sentirlo cerca y más aún sabiendo que ya no me ama o que quizá como me dijo él, nunca me amo.
Quizá lo único bueno de todo esto es que ahora estoy en mi peso ideal, ya que por todo lo que paso deje de alimentarme bien y empecé a bajar de peso, sin siquiera quererlo o proponérmelo, pues aunque creí que nunca me pasaria no me da hambre, al punto que hay días que solo como una vez al día, mayormente como cuando mis amigos me obligan de lo contrario no comería en todo el dia ya que lo único que necesito para poder trabajar y funcionar casi en automático es el café, es a lo único que aún no le he perdido el gusto.
Hoy es mi primer día libre después de cuatro meses sin parar, ya que por más que quise declinar la oferta no aceptaron pues me dijeron que el cansancio podía acabar conmigo y ellos no estaban dispuestos a que eso pasara, por lo cual no me quedó otra opción más que aceptar ya que prácticamente fue una orden del director de mi área, así que ahora me encuentro en mí habitación y la verdad no quiero salir, aparte todos están ocupados en sus pasantías en sus diferentes áreas. Por eso mejor me quedo en mi cuarto acostada abrazando a mi oso que es mi mejor y mayor compañero.
Después de estar aproximadamente tres horas acostada me levanto de mi cama y me dirijo al baño a ducharme, después de una larga ducha salgo del baño y ya en mi cuarto me empiezo a secar mi cuerpo y cuando me secó los pies me agarró del librero que tengo en mi cuarto, el cual yo misma hice en uno de esos días en los que no podía dormir y no quería pensar en ello y sin darme cuenta boto todos los libros que se encuentran en el. Así que después de cambiarme decidí recogerlos y solo me faltaba colocar uno, el cual era el primer libro que Matthew me regalo o como dicen ahora las locas de mis amigas ( él innombrable que se quiere quedar estéril ó solo el innombrable) la verdad me da mucha risa porque hasta Isaías a veces lo dice también y hablando de él me enteré que su primo es el amigo de Matthew, Cristian y me enteré una vez que salimos todos juntos y dijo que invitaría a alguien y la verdad cuando lo vi me sorprendí y me sentí incómoda ya que me recordaba a Matthew.
Bueno regresando al presente cuando iba a levantar el libro salió algo de él y cuando lo agarre me di cuenta que era la carta que Matthew me dio el día que regresó de España la última vez, cuando me termino y sobre todo la última vez que lo vi. La verdad no sabía si abrirla o tirarla, pero la curiosidad pudo más que yo y sentándome en mi cama abrí el sobre para empezar a leer su contenido ya que es el último recuerdo que tengo de él y aunque quiera negarlo me muero por volver a leer algo escrito por él aun cuando no se qué esperar de esta carta.
~ Querida Princesa y lo mejor de mi vida~ —al leer esto no sabia como reaccionar y mis lágrimas ya amenazaban por salir, pero aun así decidí seguir leyendo pues me dejo aun mas confundida.
~ Sé que cuando lea esta carta estará más que enojada conmigo, ya que sé que lo que hice y dije la lastimó, así que le quiero decir que lo siento mucho. Si lo sé, suena ilógico y tal vez no me crea pero era necesario que termináramos ya que prefiero que me odie y sufra por un rato a que se atormentes a mi lado. —mientras mas leia menos comprendia.
No se imagina lo difícil que fue hacer eso ya que yo la amo como a nada en el mundo, pero prefiero sufrir por no tenerla, que verla sufrir, porque está a mi lado.
Le contaré todo, para que entienda por qué hice esto.
Todo comenzó cuando estaba en España, llevaba tres meses de clases cuando me desmaye en la clase de física, la verdad no le puse mucha atención, ya que antes ya me había pasado y pensé que era por el estrés, dos meses después me salió sangre de la nariz para luego desmayarme quedando inconsciente por un par de horas, entonces mis profesores decidieron llevarme al hospital en donde me realizaron una serie de exámenes, los cuales me entregaron después que regrese de verla y ahí fue cuando me informaron que tenía cáncer, si cáncer, al principio no les quise creer, ya que yo me sentía bien y ahí fue cuando me explicaron que tenía un tumor, el cual ya estaba muy avanzado y que necesitaba tratamiento urgente o moriría.
Yo quedé en shock, ya que no podía creer esto. Después de una semana analizándolo, decidí no decirle nada a nadie, ya que quería ver cuáles eran mis opciones y empezar a seguir el tratamiento que los médicos me indicaran.
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Editado: 16.01.2023