Mi Mejor Amigo

Capitulo 35

Miedo

 

—¿Qué hace aquí? Y ¿Por qué está tan cambiada? —le pregunte, ya que hasta el cabello tenia diferente, el suyo era castaño, largo y rizado y ahora es negro, corto y lizo, los ojos de ella son cafés, pero ahora se veían de un verde oscuro y se veía con mucho peso extra, simplemente no podia comprender como era posible que estuviera aca.

—Bueno es una larga historia. —me respondió sonriendo aun en mis brazos, la verdad ver su hermosa sonrisa me lleno de vida nuevamente, fue como volver a la vida, hasta este momento me di cuenta lo mucho que me alumbraba su presencia y cuan necesaria era en mi vida.

—Bueno entonces los dejaremos solos para que hablen y mañana venimos para ver cuando te dan de alta. —me dijo Cristian despidiéndose de ambos.

—Tranquilo ya está todo listo, mañana mismo me voy de aquí. —dije muy emocionado, aunque aún seguía en shock por todo lo que estaba pasando.

—Bueno, entonces mañana traeremos tu ropa para que te cambies. —dijo mi mamá sonriendo, aunque sus ojos se veían reflejados la tristeza que sabía que en estos momentos ella sentía.

—Muchas gracias  —le dije abrazándola, ya que Samanta ya se había separado de mí.

—De nada mi bebe, te lo encargo Samanta y me alegra que por fin le digas que estas aquí. —agrego mi mamá y cuando lo dijo me quedé impresionado.

—¿Tu lo sabías? —Le pregunté con asombro.

—Adiós hijo, nos vemos luego. —respondió mi mamá saliendo del cuarto dejándonos solos, ya que los demás ya se habían ido.

—¿Cómo que mi mamá estaba enterada de esto? —Le pregunté volteándola a ver levantando una ceja, a lo cual rió y automáticamente me hizo reír a mi.

—Para empezar, la que tiene que reclamar soy yo, ya que me enojo y me alejo de usted de la forma más cruel posible, rompiendo mí corazón. Eso es cruel he. —me dijo enojada a lo yo solo sonreí, en serio extrañaba tanto verla enojada, hasta enojada se ve hermosa.

—Lo siento, pero ahora quiero saber ¿cómo es que se enteró y llegó aquí? y ¿cómo es que cambio tanto, al punto de que no pude reconocerla? simplemente aún no puedo entender como paso esto. —respondí haciéndole lugar en la camilla, para que se acostara a la par mía.

—Bueno después de que me dejo de esa forma tan fea, quede destrozada y la verdad ya no quería ni salir de mi cuarto, pero gracias a Isaías él cual por cierto es primo de Cristian, me levanté de la cama y seguí en la universidad, aunque como me sentía muy triste y destrozada casi no me mantenía en la mi habitación, así que hasta hacía horas extras en el hospital con tal de no estar desocupada, solo que cuando ya habían pasado cinco meses me dieron un día de descanso, el cual me obligaron a tomar ya que nunca descansaba y eso me podía enfermar, así que cuando estaba en mi habitación por un accidente que tuve se cayeron todos mis libros, así que empecé a recogerlos y ahí fue cuando se cayó el sobre donde venía la carta y aunque la verdad no quería saber nada de usted. —Eso sí me dolió, aunque la verdad sé que tenía razón en pensarlo ya que yo fui quien la dejó. Luego de eso siguió narrando lo que pasó. —Mi curiosidad me gano, así que empecé a leerla y cuando termine me di cuenta que todo tenía su razón y me dolió que estuvieras pasando por esto solo y me dolió más pensar que no me podría despedir de usted, de pensar que la había leído muy tarde, que fui una tonta por no ver las señales, aun cuando es una de mis especialidades en mí profesión. —Dijo empezando a llorar, así que la abrace. —Después de eso empecé a llamar a todos sus familiares y la que me contestó fue su mamá y le empecé a preguntar si estaba vivo, aun cuando yo estaba al borde del colapso y gracias a Dios me dijo que sí, pero que si venía lo más probables es que no me quisieras ver. —Y la verdad tenía razón, ya que lo más probable es que lo hubiera hecho, pero no es porque no la quiera, al contrario es porque la amo. —Así que decidí que estaría con usted a escondidas y al contarle a las locas de mis amigas me ayudaron a cambiar mi look y la verdad me dolía mucho cortarme el cabello así que uso peluca, la cual decidieron ellas, luego me dijo que usara un poco de ropa gruesa debajo de ropa normal y así parecer más gordita, ya que baje de peso en los meses anteriores, luego empecé a hablar con una voz más aguda, me puse lentes de contacto y mientras nosotros hacíamos eso, hable con la universidad y aceptaron que presentara un examen especial para terminar ese semestre y que las tareas las entregara por correo, así que me traslade a este hospital a terminar mi pasantía y pues así fue como llegue hasta aquí y ahora ya estoy graduada y me dieron una plaza en este hospital tres meses antes de graduarme. —Me contó y la verdad me sorprendió pero me enamoro mas todo lo que hizo para estar conmigo, aun cuando yo me negaba a dejarla estar cerca de mí.

—Lo siento mucho, sabe que lo hice por su bien, ya que mírame, no soy ni la cuarta parte de lo que era antes y me estoy muriendo. —Le dije viendo cuando me volteaba a ver.

—No quiero que vuelva a decirlo, sabe yo lo amo mucho y eso no cambiara, ya que de usted me enamoró su sonrisa, su forma de ser, su gran corazón, amo sus abrazos, sus besos, amo como me puedes hacer sonreír en los momentos difíciles, que cuando me enojo o me enoja sabe cómo contentarme por eso lo amo y sé que en esos aspectos sigue siendo igual, a mí no me importa su físico, si no lo que es por dentro y sabe ahora lo amo más, porque sé que es fuerte y luchó hasta contra esta horrible enfermedad, lo amo y nunca me alejare de usted hasta que sea el momento. —Me dijo abrazándome y llorando. La verdad me encanto como hablo y sé que es cierto todo lo que dice ya que ella no es superficial, nunca lo ha sido, luego de eso nos separamos.

—Ahora tengo otra duda. —Le dije viéndola.

—Si claro, dígame. —Me dijo limpiándose las lágrimas.

—¿Por qué su apellido es diferente? —Le pregunté viendo su gafete.




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