No es un sueño
Narrado por Samanta:
Después de ocho meses estando al lado de Matthew como su doctora, al fin le pude decir que soy yo, no aguante más ver como se estaba despidiendo. Ya he hablado con los doctores y dicen lo que me temía y lo que él dijo, las quimioterapias ya no funcionan y él morirá muy pronto. Esto me duele como no se imagina, siento como si mi corazón se desquebrajara en mil pedazos, pero intentaré mostrarme fuerte con él para que no se sienta mal y viva sus últimos días en paz y sobre todo feliz.
Después de estar revisando a mis pacientes me fui corriendo a mi casa para bañarme, ponerme ropa más normal, quitarme los lentes de contacto y al fin dejar de usar esa fastidiosa peluca que escondía mis bellos rizos, después de tanto tiempo al fin los dejare sueltos. Luego de arreglarme salí hacia el hospital y como soy doctora y me llevo muy bien con todos puedo entrar y salir a la hora que quiera.
—Eddy buenas noches. —Le dije al guardia que está de turno.
—Buenas noches Samanta. —Me respondió ya que aunque a veces vengo con ropa extra para verme gordita, también venía con peluca y lentes de contacto, en las noches muchas veces vine normal a ver como estaba Matthew y a estar un ratito con él mientras dormía.
Luego de entrar al hospital me dirigí hacia la habitación de Matthew, cuando llegué él estaba ahí sentado en la cama, tal vez él tiene razón y físicamente no es igual que cuando lo conocí, ya que ahora está más delgado, pálido, con ojeras, sin cabello y sin cejas, pero eso no me importa porque yo lo amo mucho y no dejaré que se deprima por su aspecto, porque para mí sigue siendo igual de guapo que cuando nos conocimos hace más de ocho años.
Cuando entre Matth sonrió al verme y me acerque a él dándole un beso en los labios, para luego acostarme al lado de él. Y empezamos hablar de muchas cosas para después de un rato él se quedara dormido y la verdad lo entiendo ya que las quimioterapias los dejan sin fuerza y sé que si las deja de hacer se verá un poco mejor, con un poco más de fuerzas.
Luego de estarlo viendo un rato y tomar sus signos vitales me quedé dormida abrazándolo.
Al día siguiente me desperté antes que él y me fui a bañar a las duchas de los doctores y como pedí libre hoy, me puse ropa diferente y cuando regrese a la habitación Matthew ya estaba despierto.
—¿Cómo amaneció? —Le pregunté sonriendo.
—Muy feliz, porque está conmigo y no es sólo producto de mí imaginación. —Me dijo sonriendo. Después de eso yo me acerque a su cama y me senté a su lado para después darle un beso, ya que ayer en lo que hablábamos me pidió que fuera su novia nuevamente a lo cual yo muy feliz acepte.
—¿Ya desayuno? —Le pregunté, ya que era muy importante que comiera, pues necesita recuperar fuerza.
—No, aun no, es que recién me acabo de despertar. —Me dijo sonriendo mientras me abrazaba.
—Bueno está bien, pero ahora le iré a traer el desayuno ya que es muy importante que coma. —Le dije levantándome, aunque él me agarró del brazo con poca fuerza.
—Quédese un rato, después como. —Me dijo jalándome un poco y sentándome en la cama.
—No, claro que no niño, tiene que comer para tener fuerzas y el desayuno es la comida más importante del día, así que ahorita regreso. —Le dije dándole un beso, para luego levantarme de la cama y salir de la habitación. Luego de salir de la habitación me fui directo a la cafetería y le pedí a una enfermera que me diera un jugo natural de naranja, avena, huevos revueltos y un pan integral, luego agarre la bandeja y la lleve al cuarto de Matthew. Al llegar entré y puse la bandeja en una mesa que está cerca de la cama, después de eso me senté en la cama y él me abrazó.
—Se tardó mucho, pensé que no volverías. —Me dijo serio, lo cual me dio mucha ternura y solo le sonreí dándole un casto beso en los labios.
—Tranquilo, sabe que no lo dejaré y ahora tiene que comerse todo esto. —Le respondí sonriendo.
—Está bien, deme la bandeja. —Me dijo estirando sus brazos.
—No, no se la daré, yo le daré bocados hasta que se lo acabe todo. —Le dije agarrando un poco de comida en la cuchara, a lo cual no renegó ya que sabe que no cambiaría de opinión, pues desde que tengo memoria he sido muy terca.
Después de que se acabara la comida llegó toda la familia de Matth con Cristian y cuando llegaron yo fui a traer sus papeles mientras se cambiaba, para que pudiera salir del hospital. Después de diez minutos regresé y él ya estaba listo así que salimos del hospital, al salir decidimos que sus padres se irían en su auto junto a su hermano y Cristian, mientras que Matth y yo nos iríamos en mi auto.
Después de estar en el auto por veinte minutos llegamos a la casa que rentan los padres de Matth aquí en España. Luego de llegar, Matth se acostó, ya que venía un poco cansado, así que después de darle unas pastillas se quedó profundamente dormido. Luego de eso hable con los padres de Matth y quedamos en que me vendría a vivir aquí un tiempo, para ver como esta Matth luego de dejar las quimioterapias, así que me fui al apartamento que compre en la ciudad y agarre un poco de ropa para después irme a la casa de Matth, cuando yo llegué él estaba comiendo con sus padres así que me senté con ellos y estando todos juntos reímos y disfrutamos. Y al voltear a ver a Matth y verlo feliz, sonriendo, me alegraba mucho, pues sabía que ahora estaba más animado y con tan solo ver su sonrisa yo podía ser feliz.
Después de hablar un rato decidimos irnos cada quien a dormir, antes de subir le di la noticia a Matthew que ahora me quedaría con ellos un tiempo y decidimos que estaríamos los dos en la misma recamara, pero en dos camas diferentes para que pudiera controlarlo y por cualquier emergencia. Así que le di la mano y agarre mi pequeña maleta y así nos dirigimos a la habitación. Cuando estábamos adentro, deje la maleta en la cama y saque mi pijama para luego salir de la habitación e irme a cambiar. Cuando regresé a la habitación él ya estaba cambiado. Así que saqué de un pequeño escondite a mi hijo, al cual sigo cargando a todos lados y cuando él lo vio me sonrió.
#4319 en Novela romántica
#269 en Joven Adulto
el primer amor, desamor tristeza amargura corazn roto, mejoramigo
Editado: 16.01.2023