Mágico
Al llegar al aeropuerto Cristian bajó las maletas y luego entramos para luego esperar un rato para que nos llamaran y después de cinco minutos nos llamaron.
—Bueno es hora. —Le dije a Matth sonriendo.
—Si lo se, vamos. —Me dijo jalándome muy emocionado.
—Bueno amigos espero que disfruten el viaje y que me traigan algún recuerdo, aunque sea un llavero. —Dijo Cristian riendo mientras se despedía de nosotros.
—No prometemos nada. —respondimos los dos al mismo tiempo.
—Está bien, váyanse que si no los deja el avión. —Nos dijo, a lo cual asentimos para después agarrar nuestras maletas y caminar directo a la puerta de abordaje. Luego de eso abordamos el avión que nos llevaría a París.
Después de unas horas de vuelo, llegamos a París y fuimos directo al hotel donde Matth tenía la reservación, al llegar nos dieron las llaves y nos fuimos directo a la habitación ya que ambos estábamos cansados del viaje, aunque no fuera de muchas horas estar en un avión siempre es agotador y se que aunque lo intente ocultar para Matth es mucho más agotador e incómodo.
Decidimos que lo mejor sería que hoy descansaramos lo que resta del dia y ya mañana saldríamos a dar un paseo para poder conocer un poco la ciudad, ya que estaríamos aquí hasta el viernes pues ese dia nos iríamos en la mañana de regreso a Madrid para después tomar un vuelo de regreso a Estados Unidos, ya que él quería estar en la casa donde creció, bueno eso fue lo que él me dijo y por supuesto que no me negué ya que yo tambien extraño a mi familia, casa y amigos. En definitiva sería un apoyo enorme tenerlos a mi lado en estos momentos.
Luego de cambiarnos y alistarnos para dormir le tome los signos vitales y le di su medicamento para luego acostarnos para así al fin poder descansar.
Al día siguiente luego de despertar y arreglarnos fuimos a dar un paseo por los alrededores empezando a conocer y a enamorarnos de esta mágica ciudad, luego regresamos a comer al restaurante que se encuentra dentro del hotel, después fuimos a visitar unos museos de pinturas y esculturas antiguas los cuales me enamoraron y yo simplemente no podía evitar tomarle fotos a cada cosa que veíamos y conociamos, me sentía tan emocionada pues nunca crei poder hacer esto y menos al lado del amor de mi vida y ahora que sea una realidad es realmente una locura, una hermosa y maravillosa locura, cuando terminamos el recorrido de hoy ya era de noche así que empezamos a caminar hacia el hotel agarrados de la mano mientras hablábamos de cosas al azar, cuando llegamos decidimos pedir comida a la habitación y así poder ver películas abrazados en el sillón de la habitación, pues todo este día se sintió tan privado y tan nosotros que no queríamos romper esa atmósfera, después de comer y ver algunas películas de marvel, le di sus pastillas y nos fuimos a dormir, pues el dia de hoy nos dejo completamente agotados, alpunto que Matth se quedo dormido casi al instante en el que se acosto, y yo luego de asegurarme que se encontrara bien, me quede completa y profundamente.
Los siguientes días se pasaron muy rápido ya que intentábamos conocer lo mayor posible, visitamos más museos de arte, ruinas, la ópera, el palacio de Versalles y Jardines y tuvimos algunas cenas románticas en los restaurantes los cuales nos recomendaron en el hotel los cuales servían unas pastas y cortes deliciosos, fue tan mágico que podría jurar que hubieron muchos momentos en los cuales olvide hasta la enfermedad de Matt, pues solo existía nuestro aquí y ahora y eso me encantaba, me sentía en una hermosa burbuja de felicidad, aunque aún no habíamos ido a la Torre Eiffel ya que él decía que quería que fuéramos el viernes antes de irnos, para aprovechar a conocer todos los lugares que fueran posibles, a cada lugar que íbamos nos tomábamos fotos juntos ya que quería tener recuerdo de cada lugar que visitamos y sobre todo de cada momento que vivimos juntos, quería atesorar este viaje por el resto de mi vida.
Sin darnos cuenta llegó el viernes y nos despertamos más temprano que los demás días ya que queríamos aprovechar el tiempo al máximo, después de cambiarnos salimos a desayunar, lo mejor de todo es que las maletas ya estaban listas y el vuelo salía hasta las cinco de la tarde, así que mientras desayunábamos molestando y riendo se nos pasó un poco el tiempo.
Después de pagar la cuenta salimos del hotel y al salir nos dimos cuenta que estaba nevando y la verdad se veía hermoso como todo se empezaba a cubrir de nieve, si este lugar ya se veía mágico ahora con se veía mucho más, simplemente no podía explicar la belleza que veían mis ojos, salimos agarrados de la mano caminando hacia llegar a la Torre Eiffel eran las tres de la tarde cuando llegamos, al estar ahí nos sentamos en una banca tal y como estaba en la esfera que le me dio, algo que me genero un enorme sentimiento de nostalgia que por alguna razón era agradable aunque me generaba ganas de llorar.
Al estar ahí vi la Torre Eiffel, la cual se veía encantadora e imponente y la nieve le daba un toque tan mágico y especial que simplemente sentia que no podia pedir mas, más de lo que había imaginado, estaba tan concentrada viendo la Torre Eiffel y absorta en mis pensamientos hasta que Matth hablo sacándome de mi burbuja.
—He cumplido uno de mis mayores deseos, aunque aún falta algo para que esto sea aún más especial. —Me dijo, atrayendo mi atención inmediatamente.
—¿Qué falta? —Le pregunté intentando sonar tranquila, ya que quería que todo saliera bien pues es un recuerdo que atesoraré por siempre y sobre todo quería que para él fuera memorable y especial.
—Esto. —respondió hincándose frente a mí, lo cual me dejó en shock total, pues mi cerebro aun no podía procesar lo que veían mis ojos.
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Que emoción, se viene una nueva etapa para ellos dos.
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Editado: 16.01.2023