La promesa

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Jin se sentía muy agotado había sido un bien día después de todo...

Seco los platos y los acomodó, a apagar las luces iba cuando su teléfono sonó era una llamada así que fue por su celular a la sala, al ver el nombre en la pantalla se sintió un poco ansioso, si no respondía iba a volver a intentar llamarlo, así que deslizó aceptando.

—hola primor como te sientes? No llame antes porque mi padre está en grabación y pues debo de ayudarle...

—estoy bien demonio Min, he tomado los medicamentos y he comido a tiempo...

—alguien cuido de ti?

—si... Alguien vino a hacerme compañía...

—jimin sabe sobre mí?

—que?

—jimin es quien ha estado contigo toda la tarde verdad? Debió sentir mi aroma en ti...

—...

—no diré que no estoy furioso en este momento, pero lo dejaré pasar, te quiero Seokjin primor, me tomaré el tiempo contigo, no olvides eres mi Omega en la secundaria.

—sobre eso Min...

—tu me necesitas primor y yo deseo cuidarte, iré a tu ritmo, debes aceptar a algún alfa o delta para que te cuiden ya que un beta es inservible en los casos de cambios hormonales y peor cuando hay un desbalance de feromonas.

—gracias Min.

—no pienses mucho solo descansa -cuelga-

Apaga las luces y va a su habitación, encuentra a Jimin revuelto entre las sábanas durmiendo tranquilamente, toma su ropa de dormir, saca una lámpara de la luna y la deja para Jimin ya que no le gusta la oscuridad total.

Apaga las luces y se va.

Mientras se prepara para dormir vuelve a beber sus medicamentos, cambia las sábanas de una de las habitaciones para invitados, la que está más cerca de su habitación, piensa un poco en como van las cosas con Min, no es un dolor de cabeza después de todo, sabe su secreto y pese que lo extorsiono con eso se nota que no es tan malo como creía.

Podría usarlo como un escudo?

Estaría de acuerdo Jimin?

Pensando en eso los medicamentos hicieron que se durmiera profundamente.

Eran las dos de la mañana y Jimin se removía buscando a Jin, recorrió cada lado de la cama que era muy amplia sin tocar a nadie, se removió enmarañado con las sábanas que no pudo evitar caer al piso despertando, abrió sus ojos, sonrió al ver la lámpara Jin no había olvidado que odiaba la oscuridad.

Decidió it a buscar a Jin pero antes busco ropa, se había quedado dormido con ropa de ayer, se animó a ducharse rápidamente y pese a que la ropa le quedaba grande encontró un shorts de mezclilla suyo y en juego con una camiseta de Jin lucia tierno, seco lo mejor que pudo su cabello y fue a la habitación donde sabía que Jin iba a estar, tenía mucho sueño la ducha lo había relajado mucho más.

Abrió y cerró con seguro con ayuda de su celular llegó a la cama abrió las sábanas y se metió, abrió los brazos de Jin y se acomodó, sonrió al poder estar allí y así con Jin. Su fragancia lo estaba relajando muchísimo más...

Jin se removió acomodando mejor a Jimin, siguió durmiendo, así que Jimin también se quedó dormido.

Ya había amanecido, Jin se sentía mucho mejor, debía por seguridad seguir tomando sus medicamentos, así que acarició su rostro para terminar de despertarse, sintió a alguien dentro de su cama, viendo los cabellos rubios recordó que allí estaba Jimin, que lo había dejado en su habitación para no meterse en problemas pero al final su niño no le había importado nada, era una bolita revuelta con las sábanas, agradeció que no estuviese pegado a el, se sirvió agua ya que había dejado agua y medicamentos en el escritorio de esa habitación, sentía que no había riesgo, que lo peor quizá ya había pasado.

Fue al baño lavó su rostro y dientes, sus padres debían estar fuera ya, pues salían de casa a veces a las seis de la mañana, tenían muchos pendientes en sus trabajos, lo corroboró cuando leyó los mensajes de su madre.

Mamá

Jin querido deje café hecho, se que a ti no te gusta pero a Jimin le encanta, unas galletas y ya sabes cereal y frutas.

No olvides ir al médico, ve a dejar primero a Jimin sus padres lo esperan temprano y por temprano antes de las nueve!

6:28 am.

Mensaje para mamá...

Ok mamá está bien, bye

6:46 am

Jin fue de regreso a la cama, Jimin era un caso a la hora de despertar siempre lo fue de niño y quizá eso había cambiado ahora que ya estaban muy grandes Jin en unas semanas tendría los 17 para Jimin faltaba un poco más para llegar a esa edad.

Se habían pasado meses en esa situación, donde Jin no sabía en realidad que hacer, no lo tenía resuelto solo sabía que de verdad quería profundamente a Jimin como a nadie en el mundo y que pese a que el demonio Min le hacía sentir muchas cosas que según lo aprendido en primaria tenían sentido pero no había algo que de verdad lo hiciera cambiar de decisión, quería a Jimin y eso era así.

Se lanzó sobre Jimin sin dejar caer su peso y sin meterse en las sábanas, descubrió su cabeza que estaba bajo a estas también, por la luz de un nuevo día que se colaba entre las cortinas.

—mimi bebé hay que levantarse...

—dejame en paz seokkie! Tratando de cubrirse otra vez.

—oh no bebé no seas tan tierno, debo de alimentarte y después ir a dejarte a tu casa!

Jimin abrió sus ojos, enfocando a Jin quien sonreía sobre él.

—me quiero quedar contigo Jin, dime qué si puedo por favor!

—no bebé no puedes, de verdad quisiera que si, pero no sé puede por el momento, debes ir a tu casa, tu mamá le dijo a la mía que debes estar antes de las nueve, así que debemos desayunar y debes alistarte, lavé tu ropa en seco para que no tengas problemas en volver a usarla.

Jimin infló sus mejillas, sabía que Jin tenía razón en lo que decía y hacia pero vaya que le gustaría que fuera un poco rebelde, que llevara las cosas al límite y ver qué resultaba de eso, se removió un poco quedando frente a frente logro liberar una de sus manos, acarició el rostro de Jin con mucho cariño.