Nicolás:
Es otro día para ir al colegio, como es normal pongo mi playlist y estoy listo para ir al colegio. Estaba cerca de llegar y mi mirada se enfoca en una chica, estaba agachada dándole agua a un perrito de la calle, son cosas tan chiquitas que para todos son insignificantes, pero fue un acto de bondad, que no lo había visto en otra persona. Decido acercarme a ella y noto que está temblando.
–Me dan miedo los perros de la calle Nico-
- ¿Y porque le estas dando de beber? - esta chica es muy rara.
-Porque si yo no lo hago, nadie lo hará, y todos necesitamos de amor, incluso las mascotas, porque son nuestra fuente de alegría infinita-
- Ten dale este Sanduche- le dije con una sonrisa temblorosa.
-Muchas gracias Nico- me lo dijo con mucha alegría en su rostro.
Dejamos al perrito y seguimos nuestro camino para llegar al colegio, comenzamos a conversar y es muy ocurrida. Nos dimos cuenta que no somos tan diferentes, a pesar de nuestras diferencias también tenemos cosas en común.
Ella es muy grosera, pero a la ves tierna, me quiso dar una palmada en el hombro y me golpeo duro, hice una leve mueca y ella se dio cuenta inmediatamente, y se disculpó.
- Perdón, perdón, no fue mi intención lastimarte- lo decía mientras hacia un pequeño berrinche.
-Tranquila, estoy bien, casi me dislocas el hombro, pero estoy bien- ella comenzó a reírse, al escuchar mi comentario.
El camino al colegio se hizo tan corto porque estaba con su compañía, llegamos al colegio y fuimos juntos a nuestro salón, no paramos de hablar, nos comenzamos a conocer mejor.
- ¿No sé si tu quisieras ir conmigo a un paseo? - no pensé lo que decía, solo lo dije.
- ¿Me estas invitando a salir? Mmm interesante Nico. –Acepto, me encantaría acompañarte, pero ¿A dónde vamos específicamente? -
-Iremos a una casa en la playa que es de mi padre-
-A la playa!!! Que emoción, me encanta, yo voy contigo.
No pensé que fuera aceptar, pero me alegro mucho el hecho que quiera acompañarme.
-Vas a conocer a mis primos- le dije en tono pícaro, con una sonrisa sensual.
-Conoceré a tu familia- me lo dijo mientras estaba en shock
-SI- dije muy seguro.
No respondió, y entramos a el aula. Ella saludo a Alex, por lo que se, son mejores amigos, y se llevan muy bien, entre los dos se cuidan, aunque son muy groseros, siempre que los miro disimuladamente están pellizcándose o mordiéndose los brazos.
Yo me dirijo hacia mi asiento, y comencé a conversar con los chicos que me rodean.
Pasan las horas y solo pienso en ir con ella a la playa. En el receso la busco y no le encuentro, pregunte por ella a varias perdonas, no la pude encontrar es como si la tierra se la hubiera tragado.
Regreso al salón muy preocupado y la encuentro, fue algo raro, la estuve buscando en todos lados y estuvo en el salón, escondida comiendo chocolates. La verdad no me sorprende de ella.
La miro y me comienzo a reír, ella lo nota, y se acerca a mi muy enojada.
- ¿Por qué te estas riendo de mi eh? –
-Oye tranquilo viejo- no pude contenerme y debía decirle esa frase.
No pudo contener la risa, mientras se reía logre entender: - tu sí que me haces reír-
Cleo hoy no fue al colegio, porque tuvo que ir al doctor, asique hoy ella ira caminando a coger bus y aprovechare esta oportunidad para acercarme más a ella, y conocerla mejor.
Es la hora de salida, y veo que un chico se acerca a ella y le comienza a coquetear, conociéndola como la conozco no se está dando cuenta de las intenciones de ese chico, y me siento impotente al ver que él quiere coquetearla.
Mis impulsos me dominaron, la jale del brazo y la bese, fue un beso muy tierno pero apasionado. Mis técnicas funcionaron, el chico se alejó, y se fue.
Ella me mira avergonzada y comienza a caminar rápidamente, intento perseguirla, y Alex me retiene; él se ofreció a hablar con ella.
No creo que debí hacer eso, pero no podía esperar más, esta chica me encanta, me está matando lentamente, con su actitud tierna, pero grosera.