Mi mejor casualidad

Capítulo 23: Celos sin sentido.

 Antonella:                              
 Hoy me despierto con los ojos más hinchados de costumbre y esto se debe a que toda la noche pase llorando hasta quedarme dormida, y me duele mucho la cabeza, debo dejar de llorar por las noches, porque la jaqueca por la mañana es muy fuerte. Aun me encuentro recostada en la cama, abro el cajón pequeño de mi velador, y tomo mi celular, veo que Nicolás me deseo un lindo día, y también se despidió porque debe ir al colegio, no puede faltar ni un solo día, debido a que le quitarían su puesto como capitán del equipo de fútbol y no está dispuesto a perderlo.                                
Sigo revisando los mensajes que me han enviado y noto que un número no registrado me mando una foto, no sé si abrir el chat y ver cuál era la foto, o pensar que se equivocó de número como ya lo han hecho en ocasiones atrás.                 
La curiosidad en mí es mucho más grande con cada segundo que transcurre, pero no voy a caer tan fácil, no le doy importancia y me levanto de mi cómoda y suave cama, para tenderla, arreglo mi cuarto lentamente, mientras escucho música instrumental.                           
Mi mamá me llama a comer y me da un poco de intriga esa foto de un chat misterioso, tomo mi celular y bajo al comedor que cabe recalcar era muy grande para dos personas, ese comedor era para una familia amplia, y nosotras tan solo éramos dos, así que nos sentamos juntas en los asientos con vistas a la cuidad.                              
-Te tengo una gran noticia amor-                         
 - ¿Cuál? Soy todo oídos-            
-Ayer tuve una reunión con los inversionistas mayoritarios de nuestra empresa, y también asistieron los asesores que llevan las riendas de la empresa, bueno ellos nos mostraron las estadísticas de ventas y habían incrementado abruptamente en los últimos días, y eso quiere decir que mañana mismo regresaremos a casa, ya que todos los problemas se solucionaron antes del tiempo previsto-                
-Enserio mamá, esa es una gran noticia, sabía que lograrías resolver todos aquellos problemas-                             -Me sonrojas, pero muchas gracias por confiar en mí- dijo tomando suavemente mi mano y levantándose de la mesa, mientras me daba un beso en la frente.                                
Es la mejor noticia que pude haber recibido en estos días, por fin podre ir a ver a Nicolás, y a Cleo y al resto de mis amigos.                                     
Tomo mi celular en mis manos y no dudo ni un segundo en escribir y anunciar la gran noticia a Nicolás. Abro su chat y le aviso que mañana mismo regresaré.                     
Dicen que la curiosidad mató al gato y esta vez yo soy aquel gato. Veo cual fue esa misteriosa foto que me han enviado, y al verla suelto mi celular, me siento en la cama, y no puedo reaccionar, lo único que puedo hacer es respirar fuertemente.              
Era una foto de Nicolás con Melany, estaban abrazados y muy cariñosos. No lo puedo creer, debe ser una farsa, eso no puede ser real, miles de dudas llegan a mi mente, y empiezo a conectar hilos sueltos y las hipótesis aparecen continuamente. Habían varios acercamientos entre ambos que yo había ignorado y no lo había dado la importancia que se merecía, ella era la capitana del equipo de fútbol femenino, y ellos usualmente hablaban, lo cual supuse que sus charlas eran de fútbol o de deportes, pero si no era así, y solamente se estaban burlando en mi cara, y yo no lo había notado, ni siquiera se me había pasado por la cabeza la posibilidad de que ambos tengan algo, no sé qué hacer, si le escribo al número misterioso y le hago algún reclamó, me enviará más fotos de ambos y eso me rompería el corazón, no creí que esto llegara a pasar, pensé que él ya había cambiado, y solo tenía ojos para mí. Creo que ambos tienen muchas más cosas en común, y eso le atrae más a Nicolás.                                      
Los celos y la rabia mezclado con una gran cantidad de indignación se apoderan de mí y no dudo ni un segundo en escribirle y reclamarle a Nicolás por aquella foto, foto en la cual se los veía muy cómodos con la presencia del otro.                     
Nicolás no tardó mucho en responder y no sabía en qué momento le habían tomado esa foto tan comprometedora, trató de explicar la situación, pero yo no quería saber nada de sus palabras y explicaciones inventadas a último momento. Deje de contestar sus mensajes, rechacé todas sus llamadas, no quería escuchar su voz, me sentía una completa idiota al creer que el chico más popular con una reputación "intocable" se fijaría en una chica antisocial y nada popular como yo. Fui tan ingenua al creer que él me podría amar de verdad, así como yo lo hacía, soy una tonta, ingenua, que se dejó llevar por la emoción de tener su primer novio, de tener su primer beso, y su primer sentimiento de amor hacia un chico.
Sin darme cuenta, el tiempo transcurre rápidamente y sin control alguno, mientras yo estaba sentada en mi cama abrazando un oso de peluche, mientras mis emociones se ponen en contra de mí, y miles de recuerdos llegan a mi mente, cada segundo que pasa, los buenos recuerdos llegan y son clavados en mi corazón tal cual estaca en un vampiro. Supuse que debían gustarle las chicas, altas, rubias, con ojos azules, y populares. Yo era todo lo contrario a eso, era bajita de estatura, mi cabello era castaño oscuro, mis ojos color miel, no tengo un cuerpo estilizado, ni ninguno de los aspectos para ser una chica popular.                                   
No sé qué hacer, o que pensar. El remordimiento llega y me hace pensar en posibles soluciones que en este momento me convencen.                             
¿Y si Melany es su prima? Eso tendría algo de sentido, y así podía suponer que sus encuentros eran para hablar de la familia y asuntos familiares.               
Esta duda es descartada al momento que recordé sus apellidos, si son primos al menos tendrían un apellido en común, pero no, sus apellidos eran completamente diferentes y no tenían nada que ver.                      
Pasé así por varias horas, tratando de darle alguna excusa buena, y librar a Nicolás de toda esta farsa, si farsa, debía ser una farsa, era lo único que quería suponer en este momento, tan solo sería un fotomontaje y aquel que salía en la foto muy alegre y cariñoso, no era él, sino era otro chico que se parecía mucho, y no habría posibilidad de algún engaño.
Las llamadas por parte de Nicolás seguían llegando, sus mensajes nunca pararon de llegar, las excusas siguieron apareciendo y mis hipótesis cada vez crecían, en mi mente los cabos sueltos se empezaron a unir y me dieron un resultado, Nicolás me había sido infiel. Esa última frase retumbaba en mi cabeza, no me dejaba en paz, quería dormir, y pensar que esto fue un mal sueño, una pesadilla y nada más.
Me desperté dos horas después y no había sido una pesadilla, era la realidad, una realidad muy dolorosa. Las horas, los minutos y los segundos siguieron transcurriendo tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos, ya era de noche, y seguía teniendo fe, en que Nicolás me explicaría todo y solo sería un mal entendido, me convencí de que aquello era algo sin sentido, y tendría las explicaciones necesarias las cuales lo libraría de aquello.
Decido dormir, sabiendo que mañana llegaría a casa, Nicolás me explicaría todo, y volveríamos a ser felices como lo éramos. Todo volvería a ser igual, y haríamos como que esto nunca ocurrió, solo sería una mala pesadilla, y nada más.                               
#                                               
Desperté muy triste y desconsolada, tomé mis maletas y las empecé a rellenar con mi ropa, no tenía nada de energía, no quería hacer nada más que llorar, solo quería llorar en mi cama, pero no lo podría hacer, no tenía hambre, ni ganas para hacer las cosas. Me sentía débil, sin entusiasmo en nada, no desayuné, sólo tomé mis maletas, me subí en el avión e iba viendo las nubes, sabía que no demoraría en llegar, y recibiría las explicaciones necesarias, estaba decidida a terminar la relación, si se trataba de un engaño, no iba a dejar pasar un engaño, no lo perdonaría sí lo hizo.           
Tomé fuerzas y valentía para bajarme del avión. Llegué a mi casa, y mi madre se tuvo que ir al hospital, había salido un caso de urgencia, y debía asistir. Me quedé sola en casa, y escuché como sonaba el timbre, pensé que era mamá y que se había olvidado las llaves, como generalmente ocurría. Al abrir la puerta me sorprendí, estaba parado Nicolás con un ramo de girasoles, y un papel escrito que decía: PERDÓNAME.
Tomé en ramo de girasoles, los puse en un florero, mientras Nicolás tomaba asiento en los muebles, yo por mi parte me senté junto a él, y estaba dispuesta a escucharlo.       
-No sé qué estás pensando en este preciso momento, tal vez supones que soy un idiota, infiel, que no te supo valorar ni respetar en tu ausencia- asentí con la cabeza - pero déjame decirte que nada de eso es real, se supone que esa foto me la tomaron ayer-                         
-Si, así decía el mensaje que venía adjunto a aquella foto-                           
- Ayer era lunes, lo que significa que debemos ir con uniforme de parada, con leva, y corbata, y esa foto en la que " supuestamente aparezco" estoy con el calentador del colegio, y si no me crees, pregúntale a Cleo, pasé todo el día con ella, haciéndole preguntas sobre ti-                                   - ¿Y quién es el chico que está en la foto? -                     
- No lo sé, pero estoy completamente seguro de que no soy yo- dijo mientras se levantaba del mueble y se dirigió lentamente a la puerta, salió, se subió a su moto y se fue, no sabía qué hacer, estaba teniendo una guerra interna con mi corazón y mi mente, mi corazón pedía a gritos que lo perdone, pero mi mente decía lo contrario.
Cleo me llamó, y me confirmó toda la información que me había sido dada por parte de Nicolás, ella me afirmó que él estaba interesado en saber todo de mí, que estaba tan enamorado y no quería perderme. Confió plenamente en Cleo, y sé que ella no sería capaz de mentirme, ella me diría la verdad y solo la verdad, así que empiezo a creer en las palabras de Nicolás.
Aún tengo mis dudas, pero creo que está diciendo la verdad, porque todo lo que había dicho tenía mucha razón, eran cosas con sentido que no fui capaz de verlas.                                 
Me recuesto en el mueble y noto que hay un sobre blanco el cual tenía mi nombre, lo abro suavemente para no romper el delicado sobre, en medio del cual encuentro una carta perfectamente doblada por la mitad, escrita con una muy buena caligrafía y ortografía, no había duda que esa carta fue escrita por Nicolás, leo la carta, y con cada palabra escrita, las lágrimas empezaron a caer, la leí lentamente y podía sentir muchas emociones mezcladas al leer cada palabra perfectamente escrita, al final había una frase que fue la última gota en el vaso para desbordarse.                         
"¿Quieres ser la razón de mis alegrías?"                      
Al leer esta pregunta entre en un llanto imparable, incontrolable.




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