Capítulo Final: MI MEJOR CASUALIDAD.

Anthonella:

Tomé mi cartera y fui decidida a ir a su casa, no cabía duda de que aquel chico era la razón de mis alegrías, y lo único que había pasado era una mal jugada por parte de personas que quieren separarnos.

Tomé un taxi, le di la dirección de la casa de Nicolás, no tardó mucho en llegar, toqué el timbre, y él fue quien me abrió. Lo abracé tan fuerte, y no quería soltarlo, lo besé con una pasión que nadie más podía tener, el sentir sus labios rozando con los míos era uno de los mejores placeres que podía tener.

Cuando el beso acabó, debido a la falta de aire en nuestros pulmones, lo miré directo a los ojos, no era necesario decir una sola palabra, me sentía cómoda al estar junto a él, sentía la seguridad que más nadie era capaz de darme, sentía como el veía mis labios, y yo hacía lo mismo, pude sentir sus brazos enredándose en mi cuerpo, mientras me daba un beso suave y tierno, lleno de emociones y sentimientos.

Estaba segura que cada uno de los momentos que vivimos juntos, siempre se quedarán marcados en mí, al igual que en él, sabía que no pude ser su primer beso, o ser su primer amor, pero quería ser la última que pueda recibir aquellos besos tan deliciosos sabor a cereza con fresa, poder sentir sus abrazos protectores, y cálidos.

El simple hecho de tenerlo frente de mí, hacía que todo en mi vibre, sentía que mi piel se ponía como la piel delas naranjas, era una sensación que no había podido sentir antes y me gustaba poder sentirla si era con él. Sabía que no éramos una pareja perfecta, porque no hay personas ni mucho menos parejas perfectas, teníamos nuestras diferencias y semejanzas, teníamos desacuerdos y promesas por cumplir, tenemos toda una vida por delante, y que mejor que vivir esa vida juntos, estar juntos sin importar la situación, sin importar los inconvenientes, solo seríamos él y yo contra en mundo entero.

Cada vez que me besaba con una delicadeza y pasión a la vez sentía que me consumía, sentía que a nuestro alrededor brillaban luces y estábamos en un cuento de hadas, donde el amor de verdad si existe, y yo encontré al amor de mi vida.

-Se que es muy rápido para decir esto, pero siento que te amo, y nunca va a cambiar-

-Yo también siento que te amo, y te voy a amar el resto de mis días-

-Prometo hacerte feliz, cada segundo de tus días, cada día del año, cada año de tu vida, quiero ser el único que te haga feliz, el único que sea el motivo de tus alegrías, porque fuiste, eres, y siempre serás: Mi mejor casualidad-