Luego de levantarme, fui hasta el cuarto que me prestó mi novio y de la mochila que había preparado tome unos jeans, una remera de tirantes y mis convers negras.
Desayunamos y salimos hacia la estación de trenes.
Al llegar fuimos al anden que figura en el boleto.
-No olvides llamarme cuando llegues ¿Si? -Dice mientras me acaricia una mejilla.
-Claro que te llamaré amor. Descuida.
-Ahí viene el tren -Mientras esperamos a que estacione, lo abrazo y lo beso con ternura.
-Se que solo será para por una semana, pero prométeme que me extrañarás. -Dice riéndose. Y a mi se me desarma el corazón de ternura.
-Por supuesto. -Contesto riendo- Y tú extrañame a mi.
-Dalo por hecho. -Contesta mientras me alejo.
Antes de subir le doy otro beso de despedida y me alejo para entregarle el boleto al guarda.
Camino por el pasillo del vagón del tren hasta encontrar mi lugar contra la ventana, me asomo y lo veo observandome, lo saludo con la mano y le tiro un beso y él me imita.
Sin duda va a ser la semana más larga de mi vida.
Luego de acomodar mi valija en el compartimento para esta, tomo asiento en mi lugar.
El tren se pone en marcha a la par de la bocina y me despido por el última vez de mi novio.
El viaje dura al rededor de dos horas. Me reclino en el asiento, me coloco los auriculares y le doy play a mi playlist.
Mientras escucho las canciones, mantengo la vista clavada en lo que va pasando afuera.
Mientras escucho Cheap thrills de Sia, recibo un mensaje de James.
-"Comienza la cuenta regresiva." -Al leer esto, logra sacarme una sonrisa. - "Faltan 6 días."
-"No hace una hora que me fui y ya te extraño." -Se lo mando, pero mi sonrisa se transforma en una mueca. Es que realmente lo extraño a mi novio.
-"Ya, vale hermosa, solo son por unos días. Además si voy todas las chicas de Madrid van a querer conmigo." -Ese comemtario hace que me cabree . Ya, vale, no eres celosa Laura. Pero tengo qué admitir que me molesta pensar en que alguien más quiera lo que es mío.
-"Ok. Ojo con lo que haces." -Le mando.
-"Mmm, ¿me suena a celos?"
-"No, nada que ver amor, solo decía." -Sentía las mejillas al rojo después de mandarlo.
Dos horas después, me encontraba descendiendo en la estación de Madrid. Mis padres me recibieron con los brazos abiertos. Hacía meses que no los veía.
-Miráte hija, ¿Estás comiendo bien? Te veo muy delgada. -Dice mi madre examinándome de pies a cabeza.
-Si ma, como bien, pero entre el trabajo y las reuniones hago desgaste.
-Pues en esta semana solo te dedicarás a comer. -Mi madre a veces puede ser muy insistente.
-De acuerdo ma, ¿vamos?
Durante el trayecto a la casa de mis padres, todo esta cual lo recuerdo, hubieron muchos cambios desde la ultima vez que vine aquí hace un año atrás, no es que no quisiera venir a verlos, es que entre el estudio, los finales y la pasantía casi no me dejaba tiempo para tomarme un respiro. Por suerte eso había quedado atrás y en poco tiempo (Uno o dos años más) ya me darían mi título.
Al llegar a la casa de mis padres, fui derecho a mi antiguo cuarto a dejar mis cosas seguida por mi madre. Todo estaba intacto, tal cual a cuando me fui para estudiar en Barcelona.
-¿Aún no te has decidido a redecorar mi antiguo cuarto ma?
-No, la verdad no hija. Te dejaré sola para que te acomodes, cuando estés lista baja, estaremos en la cocina.
-Perfecto, ma.
Después de acomodar la ropa en los cajones, tomé mi móvil y le marqué a mi novio que había llegado bien. Me hubiese gustado que viniera conmigo y presentárselos a mis padres, pero, ya era tarde para reorganizar todo. Luego del tercer llamado atendió.
-"Llegue bien amor. Ya estoy en casa de mis padres. ¿Tú cómo estas?"
-"Hola hermosa, bien. Me quedo tranquilo entonces. Espero que la estés pasando bien. Manda saludos a tus padres de mi parte." -Es un tierno.
-"Se los daré ahora cuando baje a la cocina". -Digo y salgo de mi cuarto.
-A la noche si quieres hacemos una videollamada. -Sugiere.
-Me parece bien amor. -Concuerdo, por lo menos lo veo por a través de la laptop.
Corto la llamada, cuando llego a la cocina, encuentro a mi padre leyendo el periódico y a mi madre preparando el almuerzo. Ambos se tomaron unos días para estar conmigo.
-¿Cómo te está llendo en el trabajo? -preguntó mi madre sin darse vuelta.
-Bien, por suerte. Hay dos cosas que también quiero contarles. - Estoy conteniendo la respiración por que quiero ver como reaccionan cuando les cuente.
-Dinos, ¿Qué nos quieres contar?
-Bueno, lo primero es que me pasaron a planta permanente en el trabajo. -La miro a mi madre y esta salta de júbilo por la noticia.
-Bien, esa es mi niña. Tú padre y yo estamos muy orgullosos. ¿Y lo otro?
-Es que estoy saliendo con alguien. -Mi madre me mira fijamente.
-¿No habrás vuelto...? -Ella sabe de lo de Dereck, por eso comprendo que se ponga alerta.
-No, quédate tranquila que no he vuelto con él. Conocí a alguien del trabajo. Es diferente a Dereck. -Le digo a mi madre mientras le muestro la foto que nos sacamos el día anterior junto al lago.
-Mmm, es guapo. ¿Qué edad tiene? -pregunta devolviéndome el teléfono.
-Tiene treinta. Es uno de los directores de la constructora.
-Bueno, por lo menos tiene un buen futuro.
-Si, es muy caballero.
-¿Cuándo lo traerás para que lo conozcamos tu padre y yo?
Mi madre luce contenta podría decirse.
-Aún no lo sé, es muy pronto. Apenas podamos vendremos.
-De acuerdo hija. Mientras tú estés bien nosotros no objetaremos nada. -Mientras dice esto, se acerca y me da un beso en la frente.
Mi padre escucha la conversación pero se mantiene al margen de esta, aún es fibra sensible para él el tema de Dereck y es que tocaron a su preciosa joya.
Editado: 04.01.2020