Mi mejor desición.

~Capítulo24~

Ya De regreso en casa, ambas subimos al piso. Cuando entramos en casa, nuestros novios estaban charlando animadamente.

-Hola cariño. -Me saluda mi novio dándome un dulce beso - Hola Clara, ¿Cómo estás?

-Bien, gracias. -Contesta a la par que saluda con un beso a su novio.

-¿Cómo les fue? -pregunta Dylan saludándome con un beso en la mejilla.

-Bien, ya tenemos todo. -Respondo alegre- Si me disculpan iré a guardar esto.

Me dirigí al dormitorio que uso como guardaropas, guardé las compras de esa tarde y volví a la salsa.

-La verdad que bien, aunque Laura sigue llamando la atención a donde va. -Les contó Clara- Las vendedoras debieron cerrar el local ya que la gente no dejaba de entrar para tomarse una foto con ella.

-Por más que no me guste voy a tener que terminar acostumbrándome.

-Tenemos una París Hilton como amiga. -Dice Dylon a Clara riendo.

-¿Por los escándalos lo dices? -Pregunto riendo.

-Oh, no, no, por lo de famosa -Responde.

Cuando los chicos se fueron, mi novio y yo, nos comenzamos a cambiar para ir a cenar con los padres de él.

Me puse una solera verde agua, y unos tacones blancos. La mayoría de las veces, me gusta estar bien vestida, y más para estas ocasiones así. Me Planché el pelo, me pase brillo en los labios, tomé mi cartera y una campera de hilo blanca.

Luego de terminarme de arreglar, salí a la sala donde James me esperaba.

-Wow, te ves preciosa cariño. -Se sorprendió al verme.

-Tú también amor. -Lo observé por un momento y me estiré para darle un beso.

-¿Estás lista? -preguntó tomándome de la cintura.

-Si amor, vamos. -Respondo yendo hacia la puerta.

Salimos del apartamento después de apagar todas las luces y nos pusimos en marcha.

Mi novio, como siempre es tan caballero, me abre la puerta del auto para que suba. Cuando lo hago, el cierra la puerta y rodea el auto para subir él, cuando está listo, pone en marcha el auto y arranca.

Mientras James maneja, yo pongo la radio, pero al ver que no hay nada, conecto mi móvil y selecciono mi playlist, comenzó a sonar Human de One Republic.

-¿Qué banda es? -pregunta sin despegar la vista del camino.

-¿Es broma? Es One Republic. -Digo sin poder creerlo.

-Perdón señorita De Franco. -Contesta riendo.

-Si que estas viejo hee. -Respondo.

-Me has herido mi orgullo. -Contesta fingiendo dolor.

Al cabo de un rato, llegamos a la residencia de los padres de James.

-Hola hijo. -Saludó Ana abrazándolo- Hola Laura, ¿cómo estas? -Me abraza, con ternura una vez que lo suelta- Ya me preguntaba cuando mi querido hijo te iba a traer de nuevo.

-Bien, gracias Ana. -Le correspondo el abrazo- Es que estuvimos ocupados con el trabajo.

-Oh, bueno, espero que pasen más seguido. -Comentó mientras lo miraba a James seriamente.

-Tenía pensado pasar unos días con los padres de Laura, ya que los vio solo unos días y después si, vendremos a visitarlos.

Yo me quedé de piedra, no sabía que había estado pensando ir a donde mis padres.

-Está bien. -Responde y se gira al escuchar unas corridas.

-Hola querido hermano. -Saluda Sofía dándole un beso en la mejilla.

-Hola enana. -Responde mi novio saludándola- ¿Cómo has estado?

-Bien, de vacaciones ya. -Responde- Hola Lau, ¿Cómo éstas? -Mientras me saluda me abrasa.

-Bien, visitándolos un rato. -Respondo con una sonrisa.
Sin lugar a dudas les he caído bien y yo los aprecio mucho.

Mientras nos sentábamos en el salón, la niñera trajo a Ramiro, el cual fue corriendo derecho a los brazos de su hermano, de alguna  manera esa escena logró conmoverme.

Luego, vino a donde estaba yo y me pidió si le podía hacer upa, lo senté sobre mi regazo y me regaló un beso sonoro.

-Hola Laura, ¿cómo estas? -me preguntó con su carita mirándome serio, como si fuera de vital importancia.

-Bien, gracias ¿Y tú? -Le respondo de igual modo. A mi se me dan bastante bien los niños pequeños.

-Bien, gracias ¿Te gustaría ver mi nueva colección de estrellas que entre papá y yo pegamos en el techo?

-Me encantaría. -Al decir esto el niño comenzó a sonreír de entusiasmo.

Me tomó de la mano y me guió hacia su cuarto.

Cuando llegamos me detuve en la puerta, me pidió que apagara el interruptor de la luz y al hacerlo un montón de estrellas comenzaron a brillar en la oscuridad.

-Wow, tienes la galaxia entera. -El pequeño comenzó a reír a carcajadas.

-Aun no, pero ya casi. -Respondió aún riendo.

Luego de esto volvimos donde se encontraban el resto.

El padre de James aún no había vuelto de viaje, volvería recién el lunes por la mañana, así que los cuatro más Ramiro, entramos en el comedor cuando la cena estuvo lista.

Mientras conversábamos animadamente pude observar a mi novio mirándome fijamente, me guiñó un ojo y me sonrió, yo le devolví el gesto y proseguí con mi cena.

Luego de cenar, la señora Romina nos trajo una taza de café a cada uno.

 




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