Cuando estaba en la calle, tomé un taxi y me fui a casa.
Durante el recorrido, le puse los auriculares a mi móvil y busqué mi playlist, le di play y dejé que sonara cualquier canción.
Al llegar a casa lleve todo al cuarto, me cambie por la camiseta de James y un short. Agarre mi portátil junto a los documentos para terminar mi trabajo.
Estaba pasando el presupuesto, cuando mi móvil sonó una vez más en el día.
Revisé el identificador y vi que era del mismo número que el de hoy a la mañana.
Abrí el mensaje y el nudo en el estómago volvió.
-"Tienes los días contados."
Volví a preguntar quien era, pero de nuevo me dejaron en la nada. Esto ya me estaba asustando. ¿Cómo habían conseguido mi numero?
Terminé lo mas rápido que pude mi trabajo, -pues necesitaba relajarme- y prendí la cafetera. Fui hasta el cuarto y tomé una liga y me hice un rodete desaliñado.
Volví a la cocina y comencé a sacar unas galletas de salvado y la caja de ceral de uno de los gabinetes y mermelada de frambuesa de la heladera.
Luego de servirme cereales en un tazón, llevé todo a la mesa frente al sillón y cuando el café estuvo listo, me tiré en el sillón acurrucada en un rincón. Me acerqué la mesa y comencé a hacerme unas galletas con mermelada.
Mientras tomaba mi merienda, elegí el capítulo que me quedó incompleto la noche anterior de la serie "13 reasons why". Así al menos tendría la mente ocupar.
Estaba tan compenetrada viendo la tele, que no escuche cuando Miriam entró en la casa. Solo me percaté cuando me saludó al cerrar la puerta.
-Casi me matas del susto Miriam. -Digo mientras apoyo una mano en mi pecho.
-Le ruego que me perdone mi niña, no fue mi intención asustarla.
-No se preocupe, ya estoy bien. -Respondo riendo- Fue solo que no la escuché cuando abrió la puerta.
Miriam era amable y cariñosa, ella es como una segunda madre, siempre se asegura de que coma bien. En lo que llevo de novia con James le he tomado cariño y ella a mí.
V de James:
Había terminado de almorzar, cuando mi móvil sonó, supuse que sería de Laura, pero lo pensé bien y a esta hora debía de estar recién despertando.
Cuando lo prendí, era un mensaje. Vi el identificador y el número no lo conocía.
-"Tienes los días contados con Laura."
Decidí no contestar, ¿Quién sería el imbécil que me había mandado esto? Y de inmediato se me cruzó por la cabeza Dereck, si era él el que mandaba los mensajes juro que lo mataría. Me sentía como león enjaulado. Si me habían mandado a mi ¿También le habrían mandado a Laura? Ojalá pudiera volver ya mismo. Estando tan lejos no podía protegerla. Decidí mandarle un mensaje a Dylan.
-"Dylan, cuando puedas necesito que me llames." -Se lo mandé y subí a mi habitación para tomar las cosas que necesitaba para las negociaciones de ese día.
Cuando se hicieron las once de la noche, volvió a sonar mi móvil.
-"Falta muy poco para que se termine lo que tienes con esa perra."
Mientras leía eso, una cólera se fue apoderando de mí.
Había hablado con Dylan durante la merienda y me dijo que estaría al pendiente de lo que sucediera.
V de Laura:
El sábado llegó, me levanté con la alarma y me vestí con un jean, remera y mis convers blancas. Tomé mi mochila junto a mis llaves y mi móvil y subí al ascensor mientras llamaba un taxi.
Cuando este llegó, le indiqué al chofer que me llevara al aeropuerto y me puse a ver por la ventanilla con la vista perdida.
Al llegar, pagué y una vez que descendí del coche, me encaminé hacia la parte de informes.
Mientras esperaba a que llegara el vuelo que vendría de Boston ya que aún faltaba media hora según la señora de informes, me senté en un café y pedí un capuccino sólo, ya desayunaría como era debido cuando él llegara.
Estaba sentada revolviendo mi café, mientras pensaba lo sucedido hace unos días atrás, no había vuelto a recibir mensajes de ese número desconocido. Aunque internamente sabía que los mensajes seguirían llegando. Dentro de unos minutos debería contarle lo sucedido a James, solo espero que no lo tome mal.
Cuando terminé mi café, mire el reloj en el movil y vi que faltaban muy pocos minutos para que llegara.
Estaba yendo hacia la sala de espera cuando la voz de una mujer sonó por altavoz que el vuelo de Boston ya había llegado, me puse muy nerviosa.
Las puertas del túnel se abrieron y un mar de gente comenzó a salir bloqueándome la visibilidad, buscaba como una loca a mi novio, pero no lograba verlo. La marea comenzó a disiparse, pero él aún no aparecía, capaz la señora de informes se había confundido y no llegaba en este vuelo sino en el siguiente. Esperé unos minutos más, pero al ver que nadie más salía por aquella puerta, me giré sintiendo una sensación de tristeza.
Había comenzado a caminar, cuando unos pasos sonaron detrás de mí.
-No me digas que no me vas a recibir. -Me gire y ahí estaba él, parado con su bolso de mano en una y con la valija en la otra. Se me había cortado la respiración.
Lo primero que hice fue correr, colgarme de su cuello y abrazarlo.
-No sabes lo que te extrañé. -Le digo con mi cara enterrada en su cuello aspirando su aroma, mientras él me devolvía el abrazo.
-Yo también te extrañé hermosa. -Dice dándome un beso en la frente, las mejillas y los labios, luego de un rato nos apartamos con las respiraciones agitadas.
-¿Ya desayunaste? -pregunta.
-No, aún no. Si quieres vamos a algún lado a desayunar. -Digo mientras le ayudo con su valija de mano y entrelazo mi mano a la de él y comenzamos a caminar hacia la salida.
Subimos a un taxi y nos dirigimos a un bar del centro.
Un mozo nos tomó la orden y nos pusimos al corriente de todo.
-¿Cómo les fue? -pregunto mientras apoyo el pocillo en el plato.
Editado: 04.01.2020