Después de las recomendaciones y de desayunar, James se despidió de nosotras y marchó rumbo al trabajo.
Yo por otro lado, me fui a cambiar la remera de James que usaba para dormir, por unos jeans elastizados, una blusa suelta y mis convers blancas.
Prendí mi portátil y revisé mi correo, Clara ayer a la noche me había mandado un correo, lo abrí y eran los balances de este mes, nuevas obras se estaban acabo y los ingresos a la empresa se habían incrementado.
Luego de verificar de que todo estuviese en orden se lo volví a mandar a Clara junto al informe. Apenas se enviaron, me llegaron tres más de mi amiga, por lo visto James ya había hablado con mi jefe y Clara.
Después de que abrí los demás correos y comencé a trabajar en ellos me llegó un mensaje al correo.
De: Constructora Jhonson.
Para: Laura.
9.18 am
-¿Hola Lau, estás bien? -pregunta- es que no eres de faltar.
De: Laura.
Para: Constructora Jhonson.
9.20 am
-Hola Clara, si, es que me desperté descompuesta, -Odiaba mentir, por suerte ya no faltaba tanto para decirle la verdad- debe de ser por algo que comí. Me debe de haber caído mal.
De: Constructora Jhonson.
Para: Laura.
9.25 am
-Oh bueno, me quedo mas tranquila. Besos.
De: Laura.
Para: Constructora Jhonson.
9.26 am
-Besos por allá.
Luego de terminar de hablar con ella, al rato la tuve que llamar en dos ocasiones para constatar uno de los presupuestos en los que parecían haberse excedido en el monto total con el que se contaba.
Cuando terminé ya prácticamente era hora de almorzar, la ayudé a Miriam a poner la mesa y comimos los canelones caseros que había preparado ella. Como había hecho bastantes, me obligó a comer porción doble. Literalmente antes de llegar a los nueve meses iba a rodar.
Al terminar, levantamos todo y mientras ella lavaba yo secaba.
Luego de terminar de ordenar todo, tomé mi bolso y salimos con Miriam a la calle.
Tomamos un taxi y nos pusimos en marcha al centro comercial.
Al llegar, le pagamos al chofer, y descendimos del coche.
Entramos al lugar y comenzamos a caminar mirando vidrieras. Entramos en la primera casa para bebés.
-Hola, buenas tardes. ¿En que les puedo ayudar? -Pregunta la vendedora con una sonrisa.
-Estaba buscando bolsos. -Respondo.
-Pase por aquí que le mostraré. ¿Es niña o niño?
-Aún no sabemos. Apenas llevo cinco semanas.
-Awwww felicitaciones. Me imagino lo felices que deben de estar.
-Si, Gracias. -Contesto con una sonrisa.
-Bueno, le puedo mostrar los modelos unisex que tenemos.
Me mostró varios bolsos en distintos tonos.
-Ay, me gusta éste. -Dije tomando el de color verde agua con detalles en natural ¿Qué te parece Miriam?
-Es precioso. A mi niño James le va a gustar.
La vendedora abrió el bolso y de el saco un cambiador y un porta documento haciendo juego.
-Si, me llevo este. -Dije con una sonrisa.
La vendedora guardó todo de vuelta y lo comenzó a envolver.
Comencé a pasear la vista por todo el local. Vi un contenedor o como se le suele llamar "nido", luego de que la chica terminara con el bolso le pedí si me lo podía mostrar a lo cual accedió.
Busqué un tono que sirviera para ambos sexos y lo sume a la compra.En aquel negocio había un montón de cosas para equipar el cuarto, pero debería esperar a saber el sexo del bebé para poder comenzar a hacer las compras. Compré un par de cosas más y luego de pagar, salimos del local y seguimos viendo vidrieras.
Cuando terminamos de recorrer, nos acercamos a uno de los cafés que había en el patio de comida y pedimos nuestra merienda. Estaba antojada de algo dulce así que me pedí una chocolatada con un macarons franceses, uno de frambuesa y uno de almendra. Y Miriam se pidió un capuchino con tostado de jamón y queso.
-¿Qué nombre le gustaría para el bebé? -Preguntó Miriam antes de llevarse un bocado del tostado a la boca.
-Mmm, no lo pensé aún. -Respondo luego de tomar un sorbo de mi chocolatada- Creo que debería hacer una lista y de ahí elegir.
-Es una excelente idea mi niña. -Dijo Miriam alentándome.
-Ahora, cuando lleguemos a casa voy a comenzarla a hacer.
Al terminar nuestra merienda, salimos de allí y tomamos un taxi.
Al llegar a casa, descubrimos que James ya se encontraba sentando en la barra junto a su laptop y unos papeles, por lo visto había llegado hacia rato pues se encontraba vestido con un pantalón deportivo y una camiseta. Apenas cerré la puerta, fui derecho a saludarlo.
-Hola hermosa. -Dijo estrechándome entre sus brazos -¿Cómo les fue?
-Bien cariño. -Le respondo dándole un beso tierno. -Compré unas cosas ¿Te gustaría verlas?
-Si, me encantaría. -Contestó, levantándose de la silla alta donde se encontraba sentado para seguirme a la mesa.
Le mostré el bolso con el cambiador y el porta documento, unos enteritos con capucha de oso y un conjuntito de peine y sepillo.
-Están preciosos hermosa. -Dice tomando uno de los enteritos y alzándolo en el aire como si tuviese un bebé de enserio -Ya conseguí los pintores, así que en dos semanas más nos podremos mudar, apenas estemos instalados comenzaremos a armar el dormitorio de nuestros hijos.
-Me agrada la idea amor. -Al decir esto, siento la necesidad de acariciarle una mejilla así que cedo ante el impulso.
Más tarde, mientras James aún trabajaba con su laptop, yo me senté a su lado en el salón con una libreta y un bolígrafo.
Comencé por dividir la hoja en dos con una linea y a continuación comencé a pensar nombres de nenas y de varón.Mientras anotaba los nombres levanté la vista y noté que sonreía.
Editado: 04.01.2020