Mi mejor desición.

~Capítulo59~

A la mañana siguiente nos preparamos, pues aquel día saldríamos a recorrer otros lugares toda la familia completa.
Mientras mis suegros y Sofi iban en uno de los autos, James, los mellizos, Rami quien pidió repetidas veces venir con nosotros y yo fuimos en el otro.

Los lugares que recorrimos era uno más lindo que el otro, para el horario del almuerzo entramos a un restaurante muy fino.

-¿Cómo vas con tu carrera Sofi? -Le pregunto tomando un poco de de soda la cual hacía un momento un mozo me la había alcanzado luego de tomar nuestro pedido.

-Bien, ya solo me quedan los finales, mi tesis y ya termino. -Respondió soltando un suspiro.

-Ha bien, ¿Ya arrancaste con las prácticas en algún bufet?

-Si, de hecho me han ofrecido un puesto permanente.

-Eso es bueno. ¿A que rama te vas a dedicar?

-Quiero ser abogada mediadora. Además mi nov... -Se interrumpió al ver que James tenía el rostro tenso.

-¿Tú qué Sofía? -preguntó James con cara de pocos amigos.
Tuve que reprimir una carcajada. Aún no se acostumbraba que ya su hermana no era una niña pequeña.

-Mi amigo, está haciendo la tesis conmigo así que se hace un poco más llevadero.

Aquel incómodo momento, se vio interrumpido por el mozo al retirar los platos, pagamos la cuenta y volvimos a la calle para seguir recorriendo.

Cuando se hizo de noche volvimos a la estancia. 
Luego de la cena junto a la familia, subimos a nuestro cuarto a alistarnos para dormir.

-Hasta mañana. -Saludamos James y yo al unísono.

-Hasta mañana, que descansen. -Saludaron mis suegros.

Después de bañar a los mellizos y terminar ambos empapados  debido a que mis hermosos hijos aprendieron que si pegaban manotazos al agua, esta salpicaba para todos lados, los cambiamos, les preparamos las mamaderas y los hicimos dormir.

Una vez acostados en sus nuevas cunas, fui hasta el cuarto de al lado y preparé mi ropa para acostarme antes de entrar a bañarme.

Mientras me aplicaba shampoo en el pelo, hacía coro junto a la canción que sonaba en mi móvil.

-¡Lindo coro! -Dice James desde el cuarto.

-¡Gracias cariño! -Respondo riendo.

Una vez que me terminé de relajar en la ducha y finalicé con mi show de canto, salí envuelta en una toalla.

James se encontraba recostado en la cama con su laptop apoyada en sus piernas leyendo quien sabe que cosa de la empresa.
Habia puesto crema en mi cuerpo y estaba terminando de abrochar mi sostén cuando las manos de James me tomaron por la cintura desde atrás.

-Te ves hermosa con ese conjunto. -Dice James mientras dejaba besos húmedos entre mi hombro y el cuello lo cual me causaba escalofríos por toda la espalda.

Desde que habíamos sido padres que no teníamos relaciones. Así que se podría decir que volvíamos a estar como al principio.

-Gracias por el cumplido. -Respondo y me giré entre su abrazo. Pegué mis labios a los de él en un beso sin prisa mientras sentía los fuertes latidos de mi corazón. Nos recostamos en la cama y después de mucho tiempo volvimos a hacer el amor.

Desperté con un rayo de sol pegando de lleno sobre mi rostro. Giré mi cabeza y noté que James aún se encontraba a mi lado. Estaba boca abajo, tapado con las sábanas hasta la cintura, dejando toda su ancha espalda al descubierto con uno de sus brazos cruzando por mi cintura y nuestras piernas estaban enredadas.
Con sumo cuidado corrí su brazo y me senté en la cama tapándome con la sábana. Al ver que a los pies de la cama se encontraba la camiseta que James se había puesto la noche anterior para la cena, me la coloqué y fui al baño. 
Luego de sepillarme los dientes y hacer pipí, sali del cuato para prepararles la mamadera a los mellis.

Al llegar a cocina, la encontré desierta, por lo visto nadie se había levantado aún. Puse a calentar agua mientas preparaba las mamaderas de mis bebés.Una vez lista, subí a su cuarto justo cuando Delfi apenas despertó.

-Buen día princesa de mami. -Le digo como si pudiera entenderme puesto que me regalaba sonrisas.

Después de alimentar a ambos y hacerlos dormir, volví a mi cuarto.

Apenas entré, noté la cama vacía y al segundo el agua de la ducha que corría.

Caminé hasta el closest y tomé un conjunto de encaje rosa pálido con cintas y ropa cómoda ya que hacía bastante calor. Me quité la camiseta de James y me puse mi ropa interior junto con un short, una remera negra de tiritas y mis convers negras.

Cómo aquel día volvíamos a Barcelona, me dediqué a ordenar las maletas.

Estaba tan entretenida ordenando y guardoando la ropa que no escuche cuando el agua terminó de correr.

-Buen día cariño. -Me saludó James mientras me abraza desde atrás y me da un tierno beso en el hombro.

Estaba envuelto en una toalla y aún le caían unas gotas de agua del pelo.

-Buen día amor. ¿Descansaste bien? -le pregunto girándome en sus brazos y dándole un tierno beso en los labios.

-La verdad que si, ¿Y tu cariño? -Me preguntó rozando nuestras narices una vez que nos separamos.

-Bien amor, descanse cómo hace rato no lo hacía, debe de ser por que los mellis no lloraron durante la noche.

Me separe de él y volví a abocarme a la tarea de terminar de guardar todo.

-¿Que tienes ganas de hacer? -Me preguntó desde el baño.

-Podríamos organizar un picnic la familia completa.

-No se diga más. Ahora cuando terminemos de desayunar,  organizarermos todo para el almuerzo.

Luego de terminar de ordenar todo, bajamos a desayunar, al llegar a la cocina nos encontramos con mis suegros.

-Buen día. -Saludamos los dos al unísono.

-Buen día. -Saludó Federico- ¿Cómo descansaron?

-Bien, los mellis no se despertaron para nada. Con Laura queríamos pregunrales si les gustaría ir de picnic con nosotros.

-¡Oh, un picnic! Me encantaría. ¿Qué dices cariño? -Le pregunto Ana a su marido.

-Sabes Ana que no puedo negarte nada. -Contesto con una sonrisa mi suegro y dándole un tierno beso en la mejilla.




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